Las mujeres periodistas en México han recibido 115 agresiones en los últimos 10 años con un fuerte incremento desde 2009, según detalla un nuevo reporte de la asociación civil Comunicación e Información de la Mujer, A.C. (CIMAC). Entre los casos más graves, faltan por resolver 13 asesinatos de mujeres periodistas en este país, asegura la misma organización.
México está considerado el país más hostil para la prensa del continente americano, donde tanto hombres como mujeres periodistas son víctimas de amenazas, agresiones y asesinatos. Vea aquí este mapa sobre los ataques contra la prensa en México, sin embargo, la organización CIMAC asegura que existe una estigmatización de la violencia en contra de las mujeres, de acuerdo con el informe “Violencia contra mujeres periodistas en México”.
“Existe la creencia de que las mujeres mienten o provocan sus agresiones y hay una falta de credibilidad de que la violencia es producto de su trabajo informativo”, denuncia Lucía Lagunes, directora general de CIMAC en una entrevista con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas.
Como ejemplo, las autoridades de Veracruz indicaron sospechs de un 'crimen pasional' en el asesinato de la periodista Regina Martínez, de la revista Proceso, porque su cadáver presentaba una mordida en el cuello.
El reporte de CIMAC identifica que los métodos de agresión contra mujeres periodistas incluyen violencia sexual y psicológica, a diferencia de los colegas masculinos. El descrédito social y el acoso son formas comunes de atentar contra la libre expresión de las mujeres, explica Lagunes.
Las autoridades a menudo cuestionan la vida personal y exponen asuntos privados de las mujeres periodistas para justificar las agresiones en su contra y re-victimizarlas, asegura el reporte de CIMAC.
En otro informe, la organización Artículo 19, calcula que casi 30 por ciento de las agresiones cometidas por funcionarios públicos van dirigidas en contra de mujeres periodistas. “Pero nosotras consideramos que existen más agresiones contra mujeres periodistas que quedan sin denuncia”, asegura Lagunes.
En julio, la periodista Sanjuana Martínez fue arrestada con lujo de violencia por una demanda civil por la custodia de sus hijos, pero la periodista denuncia que se trató de una venganza por publicar un caso de abuso de autoridad de una jueza en Monterrey. En 2011, la editora de una revista en la ciudad de Cancún denunció una campaña de insultos y desprestigio en su contra tras publicar sobre el desvío de recursos del ex gobernador estatal y el caso más conocido es el de la periodista Lydia Cacho, quien recibió insultos sexistas y amenazas de violación cuando fue detenida en forma ilegal en diciembre de 2005.
Lagunes opina que las autoridades deben incluir la perspectiva de género en los protocolos de protección a periodistas y aconseja que las comunicadoras tomen medidas de precaución como “hacerse acompañar de un colega para evitar el contacto a solas” en las entrevistas y mantener un archivo de llamadas a celular y correos electrónicos que representen ataques contra su persona, ya sean físicos o psicológiocos, de acuerdo con Lagunes.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.