Arriesgarse y ponerse “gafas violeta” en las redacciones fue la invitación principal de las panelistas del seminario web “Perspectiva de género y cómo lograr coberturas interseccionales”, organizado por la Red para la Diversidad en el Periodismo Latinoamericano.
Las panelistas se dieron cita el 9 de marzo, un día después de las manifestaciones en conmemoración al Día Internacional de la Mujer, que este año se tomaron la mayoría de ciudades de América Latina por el 8M. Las expertas comenzaron explicando brevemente el contexto e historia de la perspectiva de género, la lucha feminista, la interseccionalidad y cómo pueden aplicarse estos conceptos a coberturas periodísticas, especialmente en fechas como el 8M.
Mariana Alvarado, de la Red, moderó la conversación con Aminetth Sánchez, directora general del medio nativo digital La Lista, y Alexa Castillo Nájera, periodista, sexóloga y activista feminista por la inclusión de la diversidad.
“Estas ‘gafas violeta’ son una metáfora para poder explicar cómo se ve la vida con perspectiva de género. Y la perspectiva de género no es algo que tú decidas. Es algo que sucede cuando prendes el switch de la consciencia”, dijo Castillo Nájera, quien comenzó con un breve recorrido de la lucha feminista que lleva a la conmemoración del 8M y por qué muchas veces las felicitaciones de ese día pueden llevar componentes machistas.
Sánchez explicó que desde La Lista realizaron un video diseñado para ser compartido especialmente vía Whatsapp y redes sociales como Facebook, Instagram, y Twitter en el que enfatizaban por qué el día no debía enfocarse en felicitaciones sino en explicar el contexto de la fecha.
“Creo que la labor del periodismo en ese sentido es muy, muy valiosa”, aseguró Sánchez. “Los medios tenemos que seguir empujando este tema, no asumir que todos estamos conscientes de que llevamos 100 años de lucha y lo que nos falta, sino más bien ver cómo la información que generamos atienda a las necesidades de quienes están conociendo apenas parte de la lucha, de quienes ya están y quienes llevan muchos años más en este camino recorrido”.
Pero, además del switch de perspectiva de género y gafas violeta, también es importante incorporar el concepto de interseccionalidad que, de acuerdo con Castillo, es entender cómo dos o más discriminaciones interactúan.
“Esta herramienta nos ayuda justamente a ver a la persona en su particularidad y no cometer este error de generalizar porque nos perdemos toda la riqueza de la particularidad, de la individualidad de cada persona, su personalidad, y también podemos observar cómo estas múltiples opresiones van a interactuar o a afectar la vida”, dijo Castillo. “No va a ser lo mismo la vivencia de una mujer en situación de discapacidad motriz en la marcha, que la de una mujer de pie. No va a ser lo mismo una que va en colectiva que una que va sola […] Entonces la vivencia de cada persona se mira a través de este instrumento”.
La Lista ha sido uno de los medios que ha trabajado en poder poner en práctica este instrumento como las gafas violeta y la cobertura del 8M no fue la excepción. Sin embargo, Sánchez quiso explicar a sus colegas participantes del webinar dos puntos principales: que su trabajo ha sido una especie de prueba y error, y la segunda, que en su redacción nadie “acapara” la agenda de perspectiva de género e interseccionalidad.
“Me parece que dejarle a alguien la responsabilidad de ser el policía en una redacción puede limitar muchísimo los alcances”, dijo Sánchez. “Estas dos partes las dejo sobre la mesa, primero para que otros colegas que están pensando en implementarlo o que ya lo están haciendo y se están equivocando mucho, no se asusten, porque de verdad este es un camino de seguir andando y que si seguramente a la primera nos equivocamos, tenemos que anotar lo que nos salió bien y aprender de lo que nos salió mal”.
Para el caso de eventos como el 8M lo principal, de acuerdo con Sánchez, es utilizar todos los recursos con los que cuenta la redacción. Según dijo, uno de los principales errores de los medios es pretender que un equipo de dos periodistas cubra una marcha en la que se encuentran varias interseccionalidades. La Lista por ejemplo sacó a todas sus periodistas, fotoperiodistas, editoras y demás a cubrir la marcha, distribuidas por colectivos o causas.
“Eso nos permitió poder hacer un zoom en cada una de estas causas, porque si no, vuelvo al punto, lo que te quedas es muy por encima, con poca profundidad”, dijo Sánchez, quien explicó cómo siguieron así a mujeres afro, mujeres en condición de discapacidad, mujeres que se encuentran criando, mujeres en representación de personas privadas de la libertad, entre otras. “Mi recomendación sería esto: no tratemos de abarcar todo con pocas manos, porque eso no va a pasar”.
Esta perspectiva más global fue señalada por Castillo, para quien el evitar visiones “absolutistas” es un aspecto clave de coberturas más interseccionales y con perspectiva de género. Por ejemplo, bajo esta premisa, no podría haber un artículo enfocado en “la marcha fue así”, para no excluir a ninguna persona.
El uso del lenguaje también hace parte de coberturas con perspectiva de género. Castillo señaló la importancia de alejarse de estructuras binarias que dejan por fuera a personas que no se identifican con ninguna de las dos. Sin embargo, explicó que una de las mejores maneras es usar formas que tengan sentido para quien narra la historia.
“Si te resistes y no te entra el ‘todes’, no lo uses. Pero no hables de la historia del hombre, habla de la historia de la humanidad”, dijo Castillo, para quien la clave es tratar de incluir a todas las personas con palabras más generales como ciudadanía o infancia, para reemplazar a ciudadanos o niños.
Castillo también enfatizó que esa inclusión a través del lenguaje no se trata de una obligación e imposición, sino de una invitación; una invitación que incluye disfrutar la riqueza del idioma español.
“Es la importancia de preguntarme qué me hace sentido a mí, qué entra en mi estilo y qué puedo incorporar de una manera natural a mi estilo narrativo que invite y que no excluya”, aseguró.
Sobre este punto también hablaron sobre algunas soluciones como reemplazar letras por la X o por símbolos como el arroba (@), pero que no siempre funcionan: algunos lectores automáticos no los pueden interpretar de manera correcta y personas con discapacidad visual no podrían tener acceso a estos textos.
Sánchez entregó algunas técnicas que usan en La Lista que permiten poner a dialogar al periodismo con la perspectiva de género. La primera de ellas es pasar “la lupa de género” a cualquier historia. Así por ejemplo, una historia como la Fórmula 1 está sujeta a tener una lupa de género para analizarla desde el punto de vista de mujeres: qué hacen, en dónde están, se ven beneficiadas o no, entre otras preguntas.
Una segunda práctica tiene que ver con pasar todos sus invitados y fuentes en un buscador para ver si tienen alguna denuncia o problema relacionado con el movimiento Me Too. Una tercera práctica es dividirse temas en función de audiencias: por ejemplo, dentro de La Lista hay una reportera encargada de la agenda afrodescendiente en México, a la que le hace seguimiento, y otro reportero le hace seguimiento a los temas de comunidades indígenas, por mencionar algunos.
La sesión terminó con la invitación de Alvarado a ponerse las gafas violeta y especialmente a prender el switch que haga cambiar de manera muy natural las coberturas, con una mayor inclusión.
El seminario web “Perspectiva de género y cómo lograr coberturas interseccionales” fue el último de una serie de cuatro realizados por la Red, con el apoyo del Centro Knight para el Periodismo en las Américas y Google News Initiative. Los anteriores seminarios abordaron temas como mitos alrededor de la diversidad, cómo incluir personas LGBTI+ en las redacciones, y racismo y discriminación en la cobertura de migración.