Un año después del supuesto intento de golpe de estado que sacudió a Ecuador el 30 de septiembre de 2010 (conocido como el 30S), Fundamedios publicó un informe sobre los ataques contra los medios y la libertad de expresión en el país. El informe estudia ataques antes y después del 30S, y muestra un incremento significativo de agresiones en contra de periodistas en el último año.
Fundamedios reporta 211 ataques contra periodistas en el año desde el 30S, que representan "el 52 por ciento de todos los ataques contra la libertad de prensa en Ecuador durante los últimos cuatro años."
Quizás el hallazgo más interesante es la identidad de los agresores. La mayoría de atentados -- 143 -- son atribuibles a las autoridades ecuatorianas. De las mismas, 100 fueron atribuidas a funcionarios del gobierno, incluyendo policías, los cuales fueron responsables de 39 ataques. Es importante señalar que la policía lideró el supuesto intento de golpe de estado, y en las 12 horas que duró la ofensiva, Fundamedios reportó 32 violaciones contra la libertad de expresión, casi todas por parte de la policía.
El Diario reportó que durante el 30S, los periodistas reportaron haber sido empujados, golpeados, maltratados, rociados con gas, disparados con balas de hule o recibido impactos de rocas o botellas de agua lanzadas por la policía para disuadirlos de cubrir el evento. Varios reporteros fueron detenidos, a muchos les confiscaron sus cámaras o se les obligó a borrar fotos y le prendieron fuego a la cámara de uno de ellos.
Pero aparte de la policía, otros 61 ataques fueron perpetrados por otros empleados gubernamentales, notablemente por el Presidente Rafael Correa, que fue responsable de 23 de dichas agresiones, seguido de sus ministros, que llevaron a cabo otras 11 violaciones.
Las 43 agresiones restantes caen en las manos del estado, que "a través de medidas administrativas, legislativas y judiciales…violaron el derecho de libertad de prensa,” según el informe.
Entonces mientras que el día del 30S, la myoría de los ataques contra la prensa fueron ejecutados por la policía amotinada, el año que le siguió muestra un patrón diferente, con el gobierno ecuatoriano y sus representantes cometiendo alrededor del 49 por ciento de todas las agresiones contra la prensa. Mientras que Ecuador es uno de los países más restrictivos en términos de la libertad de expresión, la agresión apunta a una tendencia en países latinoamericanos, donde la libertad de prensa es frecuentemente violada por el gobierno en el poder.
