Juan Alliaume Irurueta tiene 11 años. Es un lector voraz y le encantan los videojuegos. Desde hace tres años colabora frecuentemente escribiendo reseñas y realizando entrevistas sobre sus intereses para el periódico Gigantes, publicación impresa mensual uruguaya dirigida a niños y preadolescentes que tiene gran éxito con la audiencia.
“Publicaron mi primera reseña de un videojuego en la cuarta edición”, dijo Alliaume a LatAm Journalism Review (LJR). “Leí en un lugar que podías participar, y ‘está bien’, dije, ‘¿por qué no participo?’”.
En sus colaboraciones con Gigantes, Alliaume ya ha entrevistado a Roy Berocay, el principal escritor de libros infantiles del país, y al director de cine José Pedro Charlo, además de reseñar libros que van desde “Harry Potter y el legado maldito” hasta “Ernesto, el exterminador de seres monstruosos y otras porquerías”. Junto a él, hay decenas de niños y preadolescentes que ya han colaborado o colaboran habitualmente con Gigantes, que aparece en un tabloide de 32 páginas íntegramente a color.
Mientras otros periódicos tradicionales del mundo recortaban sus suplementos dirigidos a la niñez, el diario independiente la diaria lanzó el diario Gigantes y consiguió más de 2.000 lectores en tres años. La publicación no se vende en quioscos y depende únicamente de los suscriptores, con un costo de 330 pesos uruguayos (cerca de US $8) por mes.
El secreto del éxito de Gigantes, según su director Martín Otheguy, es incorporar al proceso de producción a los lectores jóvenes y abordar lo que realmente les interesa.
En el centro de la propuesta está la idea de producir un medio no condescendiente, que considere a niños y adolescentes como personas con sentido crítico y gustos genuinos, y busque hablarles directamente, equilibrando información y entretenimiento, dijo Otheguy a LJR.
“Siempre hay que pensar si lo que se produce es de interés para los niños y preguntarles directamente. Incorporar su opinión es fundamental”, afirmó Otheguy.
Gigantes incorpora varias prácticas innovadoras desde su publicación principal, la diaria. Fundado en 2006, el periódico uruguayo es un caso innovador en los medios latinoamericanos, en parte, por su gestión como cooperativa, su inversión en suscripciones digitales y su expansión en iniciativas paralelas.
La estrategia de la diaria es crear una comunidad de conocimiento, involucrando a los suscriptores en proyectos y debates. Actualmente cuenta con más de 22.000 suscriptores y alrededor de 320.000 personas registradas en su sitio web, casi el 10% de la población uruguaya.
Al igual que lo hace la diaria con otros productos, el inicio de Gigantes tuvo lugar en una encuesta enviada a esta base de lectores para ver si había una necesidad pública de ese producto, dijo Damián Osta, cofundador y gerente de la diaria.
“Lo que vimos en la pandemia fue que había una invisibilización de la situación de las infancias”, afirmó Osta a LJR. “Le mandamos entonces una encuesta a nuestros suscriptores y a los registrados a nuestra comunidad que respondieron 7.000 personas. Ahí preguntábamos sobre la opinión que tenían sobre los medios que cubrían infancias”.
La encuesta encontró, por ejemplo, que el 54% de los consultados estaba muy de acuerdo con la afirmación de que “la mirada de niñas, niños y adolescentes es invisibilizada por gran parte de la sociedad, y, en particular, por los medios de comunicación”. Otro 53% consideró insuficiente la oferta de información para la infancia del país.
Además, en la encuesta preguntaron si las personas estaban dispuestas a participar en dinámicas de grupo para mejorar el proyecto. Casi el 40% de los que respondieron estaban dispuestos a hacerlo.
Luego realizaron una dinámica virtual con niños y adolescentes, en la que contaron cómo vivieron la pandemia. Esto sirvió como una prueba para posibles formas de colaboración.
“Esto fue un ejercicio lúdico y un mínimo producto viable. Nos ayudó a testear la idea”, dijo Osta.
Luego de esta dinámica, regresaron con los participantes para mayor retroalimentación. Pruebas, consultas, adaptaciones y nuevas pruebas son prácticas recurrentes.
Según Osta, Gigantes, que no tiene publicidad, se encuentra actualmente “en punto de equilibrio financiero”. Para diversificar sus fuentes de ingresos, invierten en eventos y se preparan para celebrar un festival el próximo año que debería incluir juegos y otras atracciones.
Otheguy dijo que el equipo también está en contacto con editoriales y debería lanzar libros con el sello Gigantes a finales de año o principios del próximo. La presencia online también debería reforzarse en un futuro próximo y está previsto el lanzamiento de un canal audiovisual, añadió.
Otheguy admite que las secciones que más éxito tienen no son las periodísticas, como los reportajes o las entrevistas. En cambio, los juegos son lo primero, luego las recomendaciones de libros y juegos de otros niños, y luego los cómics.
El director afirma que “el gran dilema” del medio es poder equilibrar información y entretenimiento.
“De hecho, a veces nos dicen, por ejemplo, ‘nosotros queremos más juegos, queremos otras cosas’. Es un balance, hay que poner a veces cosas más vinculadas al ocio y otras que no sean tan entretenidas”, explicó Otheguy.
En este equilibrio también entran en juego factores económicos: a veces, redactar un reportaje es más viable cuando no hay forma de publicar más ilustraciones por falta de presupuesto. Las ediciones están ricamente ilustradas, bajo el mando de la directora de arte Sabrina Pérez. Los “Gigantes” del nombre del periódico son criaturas anónimas de varios colores, que aparecen a lo largo de las ediciones.
A pesar del entretenimiento, hay espacio para el periodismo, generalmente realizado por profesionales. Sin embargo, a menudo también proviene de niños que quieren hablar sobre lo que experimentan y les resulta interesante.
“Los textos no son los más recordados, pero nos dimos cuenta de que hay algunos niños que sí lo leen y lo seguimos haciendo”, dijo Otheguy. “Sí pasa sin embargo, que muchos de ellos quieren participar de algún modo entonces nos envían ideas, por ejemplo, para hacer notas periodísticas sobre su orquesta de música, sobre su escuela, y muchas veces las hacemos. Entonces, como protagonistas, les gusta aparecer y se ven luego en esas fotos”.
Además de estas notas sobre temas más leves, hay espacio para abordar temas más delicados. Gigantes publicó, por ejemplo, un corto reportaje sobre cómo estaban viviendo los niños la guerra en Ucrania. Este tipo de temas puede generar posibles temores en los padres de los jóvenes lectores, afirmó Otheguy.
“Hemos descubierto que hay algunos temas complejos, que incluso hacen un poco de ruido. También es difícil para cualquier publicación contarle la situación de una guerra en una nota de media página, expresarla así con todas las complejidades que tiene. Pero siempre intentamos mostrarle a los niños la realidad de niños de otras partes del mundo”, agregó.
Además de colaborar con textos y dibujos, los niños contribuyen a Gigantes de varias otras maneras. En primer lugar, existe una lista de correo llamada GASH - Gigantes Asesores Secretos Honorarios, que actualmente cuenta con entre 70 y 100 miembros, pero está abierta a todos los niños que quieran participar. Cada dos o tres semanas, el equipo editorial envía propuestas de temas y recopila respuestas de sus lectores.
Además, existe un espacio virtual privado que funciona como un foro moderado y donde los lectores pueden crear un avatar y un nickname.
Finalmente, el equipo de Gigantes también realiza reuniones para recabar comentarios sobre proyectos específicos. Estas reuniones terminan funcionando como grupos focales para su audiencia.
“No las hacemos con la regularidad que nos gustaría, pero sí las hacemos cada algunos meses cuando precisamos compartir ideas con ellos y saber qué es lo que les parece”, dijo Otheguy. “Para la creación de nuestro nuevo sitio web, tuvimos dos reuniones con ellos en la diaria. Hicimos una merienda compartida y les pedimos que nos contaran qué cosas les gustaría ver en una web e hicimos un formulario donde dejaron ideas”.
A finales del año pasado también impulsaron la primera edición del concurso literario Gigantes de la Lengua, con tres categorías: periodismo, literatura y divulgación científica.
Alliaume resultó ganador en la categoría periodismo, por su entrevista al cineasta José Pedro Charlo sobre el documental “Gurisitos: un año en el Paso de la Boyada”.
El jurado destacó que “Juan demuestra oficio periodístico, mucha frescura y también madurez para transmitir interés tanto por el trabajo del cineasta como por la realidad de los niños y niñas que protagonizan el documental”.
Alliaume dijo que las ideas para colaboraciones surgen de cosas que ve y aprecia.
“Veo un libro que me gusta mucho o lo leo y digo tal vez tengo que hacer una reseña. Sí, ya está”.
Otheguy afirma que el proceso de edición suele ser muy sencillo y que algunas de las colaboraciones “serían la envidia de los adultos”.
“De los niños colaboradores más frecuentes, muy poco cambio en realidad. Diría que tengo que editar más las colaboraciones de adultos, no porque estén mal escritas, sino porque no están acostumbrados a escribir para niños. Acabo de recibir dos reseñas de cortos animados hechas por una niña y una adolescente, por ejemplo, y están muy bien. Intentamos no cambiar el estilo, pero sí que se entienda lo que quisieron decir”, afirmó.
Javier Alliaume Molfino, padre de Juan, admira la publicación.
“Gigantes es una publicación que, al menos en el contexto uruguayo, viene marcando una diferencia gigante”, le dijo a LJR. “Respeta mucho la inteligencia de los niños”.
“Aquí, en cambio, hay una publicación que los tiene en cuenta, que publica cosas que realmente son culturalmente pertinentes para los gurises [niños] y que toca temas y los plantea de formas muy interesantes”, agregó.
Su hijo está de acuerdo. Como había leído mucho antes, las reseñas le permitieron compartir sus conocimientos con el mundo. Sin embargo, como tantos periodistas, su momento favorito es cuando llega una nueva edición y ve que su texto fue publicado en papel.
Sobre de qué tema le gustaría hablar en el futuro, Juan ya tiene una sugerencia.
“Hay que decir que muchos de mi generación creen en el Apocalipsis robot. Es importante hablar sobre eso”, afirmó.