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Con catálogo de filmes y encuesta, periodistas argentinos reflexionan sobre cómo el cine retrata a la prensa y a los periodistas

Una reportera insiste con una fuente hasta que le convence para que conceda una entrevista demoledora. Un equipo de periodistas se sumerge en una pila de papeles e información desorganizada hasta que recomponen un rompecabezas que amenaza poderosos intereses. Un ambicioso fotógrafo quebranta la privacidad de personajes famosos en aras de un clic. Un recién llegado se adentra en una realidad que le es ajena con el encargo de escribir sobre ella, y acaba reinventándose a sí mismo.

Estos personajes, a los que se unen innumerables otros, conforman el imaginario que el cine ha desarrollado sobre el periodismo y la prensa en sus casi 130 años de historia. Desde “El Ciudadano Kane” hasta “Guerra Civil”, de “Conspiración y poder” a “Ciudad de Dios”, las representaciones de periodistas han aparecido en las películas desde los albores del cine, ya sea en obras que tienen el periodismo como tema principal, o bien, de forma accesoria en tramas sobre otros temas.

Más de 3.200 títulos, desde el cine mudo hasta la actualidad, están catalogados en el portal Periodistas en el Cine, que ofrece la base de datos más completa en español sobre la representación del periodismo en la gran pantalla. Se trata de un proyecto de los periodistas argentinos Manuel BarrientosFederico Poore, quienes crearon el sitio a partir de bases de datos anteriores, investigaciones propias y datos de filmotecas nacionales.

En mayo, el portal publicó un ranking de las 200 mejores películas sobre el oficio periodístico y el mundo de los medios de comunicación, resultado de una encuesta en la que participaron 463 periodistas, cineastas, actores y actrices y académicos de más de 20 países. Encabezado por “Ciudadano Kane”, el top 10 incluye también “Todos los hombres del Presidente”, “Spotlight”, “La Dolce Vita” y “The Post”, entre otras. De América Latina, sólo “Ciudad de Dios”, de Fernando Meirelles, entró en el top 10.

Observar cómo el cine muestra el periodismo permite reflexionar sobre qué valores atribuye la sociedad a la prensa y a sus profesionales, cómo cambian esos valores con el tiempo y cómo se contradicen entre sí, señalaron Barrientos y Poore en entrevista con LatAm Journalism Review (LJR).

“Es muy interesante poder mirar y analizar películas sobre el periodismo, porque éstas muestran distintas facetas y maneras de ejercerlo. También sirven para reflexionar sobre el propio oficio y cómo muchas veces se pone en crisis la supuesta objetividad del periodismo”, dijo Barrientos a LJR.

A frontal photo of Federico Poore and Manuel Barrientos, the Argentinian journalists behind "Periodistas en el Cine," wearing suits. Between them, there's a computer with a screen showing the "Periodistas en el Cine" banner.

Federico Poore y Manuel Barrientos, los periodistas argentinos detrás del proyecto “Periodistas en el Cine”. (Foto: Damián Dopacio)

Periodistas miran a periodistas

Los dos investigadores detrás de Periodistas en el Cine son periodistas de formación, aunque en la actualidad también trabajan en otras áreas.

Ambos estudiaron Comunicación en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y han trabajado en diversos medios argentinos. Barrientos, de 47 años, trabajó en la revista política Debate, ya cerrada, y en los diarios Ámbito Financiero y Página 12, entre otros. Poore, de 38 años, empezó su carrera en Página 12 y luego se trasladó a Debate, donde conoció a su colega. En la actualidad trabaja principalmente como consultor urbanístico, mientras que Barrientos se dedica a la comunicación institucional.

Los orígenes del portal Periodistas en el Cine se remontan al año 2000, cuando Barrientos necesitaba escribir un trabajo de fin de carrera en la UBA, contó.

“Por esos años, justo había visto muchas películas de Nanni Moretti, director italiano, que trataba de manera lateral el oficio del periodismo. Pensé en hacer una tesis con base en cómo Moretti representaba el periodismo en el cine”, dijo Barrientos. “Pero mi director de tesis, Sergio Wolf, que es documentalista y fue director del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, me sugirió ampliar el tema, y terminé haciendo mi tesis sobre cómo el cine en los años 90 representó la figura del periodismo”.

El proyecto del sitio web en sí surgió casi 20 años después, durante el primer año de la pandemia de COVID-19. Barrientos invitó a Poore a crear un sitio web con una base de datos y breves análisis de películas. Después, a lo largo de casi tres años, los periodistas vieron cientos de películas.

“Decidimos que íbamos a ver muchas películas de periodistas y que íbamos a empezar a analizarlas un poco. Llevamos vistas entre los dos unas 700 películas, lo cual es mucho. Luego hay fichas obviamente de películas que sabemos que existen, y todavía no vimos”, explicó Poore.

El sitio se puso en marcha a principios del año pasado. En esa ocasión, los periodistas lanzaron un ranking de las 30 mejores películas sobre periodismo según sus propios gustos.

La clasificación colectiva se organizó de marzo a mayo de este año. Según relataron, se invitó a participar a más de mil profesionales vinculados al periodismo o al cine, y poco más del 40 por ciento de ellos aceptaron.

Muchos periodistas diferentes

Barrientos identifica cuatro tipos de periodistas más habituales en el cine. En primer lugar, dice, “está el periodista heroico, que defiende los derechos de los ciudadanos, se suma a causas populares y defiende la democracia. Ejemplos de este tipo son los periodistas que investigan y denuncian redes de corrupción, como en los años 80 en América Latina, Asia o África”.

Ejemplos de este tipo de periodistas están en películas como “Todos los hombres del Presidente” (1976), que sigue a los periodistas del Washington Post Bob Woodward y Carl Bernstein mientras investigan el escándalo Watergate; “Bajo fuego” (1983), ambientada en Nicaragua durante la revolución sandinista, que muestra a periodistas que arriesgan sus vidas para informar de la verdad y apoyar causas populares; “El año que vivimos en peligro” (1982), que cuenta la historia de un periodista en Indonesia durante los años 60, que cubre disturbios políticos y movimientos populares; y “Los gritos del silencio” (1984), que narra la historia de un periodista en Camboya durante el régimen de los Jemeres Rojos.

“Otro gran prototipo”, dice Barrientos, “es el periodista sensacionalista, manipulador o cínico”.

A poster of the film "All the President's Men" featuring Robert Redford and Dustin Hoffman. They're wearing suits; in the backdrop, there are newspaper pages

Póster de “Todos los hombres del Presidente”, con Robert Redford y Dustin Hoffman, una de las películas más votadas en el proyecto “Periodistas en el Cine”. (Foto: Cortesía)

Un ejemplo clásico es “Ciudadano Kane”, en la que el protagonista, propietario de un periódico, manipula la información para sus propios fines. Otra película que presenta este tipo es “El cuarto poder”, de Costa-Gavras, en la que Dustin Hoffman interpreta a un periodista manipulador.

Sobre estos tipos, Federico Poore dice que suelen aparecer en comportamientos poco éticos o en disputas exageradas con colegas.

“Es muy común pensar que el periodista está hambriento de exclusivas, así que haría cualquier cosa por conseguir una nota. Esto, vinculado a cuestiones reñidas con la ética y la competencia exacerbada con otros colegas, como robar información o una foto”, explicó Poore.

La tercera tipología es el periodista como puerta de entrada a grandes historias y personajes.

“Este tipo de periodista permite que el ciudadano común conozca personajes, lugares o momentos históricos a los que no tendría acceso de otra manera”, explicó Barrientos.

Un ejemplo es “Casi famosos”, de Cameron Crowe, en la que un adolescente fan del rock se embarca en una gira con una banda.

Por último, la cuarta categoría es la del periodista como generador de valor en la sociedad, que determina el valor de las cosas. Aquí entra la figura del crítico, ya sea de deportes, cine o teatro.

“Un ejemplo de este tipo es ‘El diablo viste a la moda’, donde una periodista fija qué vale y qué no en el mundo de la moda. Otro ejemplo es ‘Ratatouille’, donde un crítico gastronómico determina el valor de la comida. También podemos mencionar ‘Funny Face’, de los años 50, donde una periodista define las tendencias en el mundo de la moda”, dijo Barrientos.

El periodista señaló que las tipologías no son mutuamente excluyentes: una misma película puede mostrar más de una categoría de periodista, a veces en el mismo personaje, que puede ser complejo y mezclar comportamientos.

“Muchas veces, una misma película puede tener periodistas heroicos y manipuladores, mostrando las contradicciones y la diversidad dentro del campo del periodismo. Esto refleja la complejidad del oficio periodístico y cómo los periodistas pueden desempeñar múltiples roles en una misma historia”, explicó Barrientos.

Periodistas en la antigüedad

El proyecto Periodistas en el Cine evoca la mayor iniciativa mundial sobre el tema: la base de datos en línea Image of the Journalist in Popular Culture (IJPC, Imagen del Periodista en la Cultura Popular), creada por el periodista y profesor Joe Saltzman, de la Annenberg School for Communication de la Universidad del Sur de California. Más allá del cine, el archivo incluye también representaciones de periodistas en televisión, radio, literatura, anuncios, videojuegos y otras manifestaciones culturales.

La iniciativa surgió de una tragedia personal, tras la muerte en 1990 del hijo del profesor, David, a causa de la enfermedad de Hodgkin, seis días antes de cumplir 23 años.

“Necesitaba un proyecto de investigación en el que pudiera enterrarme y no pensar en la tragedia. Así que durante unos cinco años me quedé en la biblioteca investigando”, dio Saltzman a LJR.

La primera versión de la extensa investigación de Saltzman se publicó en 1995. Hoy incluye miles de referencias, que van desde el siglo 21 hasta la época romana y griega, y define a los periodistas como cualquier persona implicada en la difusión de noticias e información.

“La base de datos contiene incluso baladas del siglo 16, cuyas canciones eran esencialmente resúmenes de las noticias. Se colocaban a la salida de una representación, escribían una canción sobre ella y se la vendían a la gente que se marchaba”, dijo Saltzman. “Los antiguos mensajeros eran reporteros”.

A portrait of Joe Saltzman, the founder of the Image of the Journalist in Popular Culture database. In the background, there's a TV showing a black and white movie with a journalist speaking on the phone

Joe Saltzman, fundador de la base de datos Image of the Journalist in Popular Culture. (Foto: Cortesía)

Saltzman ha conseguido enumerar más de 25.000 películas que incluyen representaciones de periodistas. De acuerdo con el investigador, alrededor del 80 por ciento de estas obras se han perdido. Las representaciones más comunes de periodistas, dijo, incluyen reporteros de investigación, directores de periódicos y periodistas de radio y televisión. Saltzman señaló que estas representaciones suelen seguir tendencias tecnológicas, como la transición de los medios impresos a la televisión, y luego a los digitales.

De acuerdo con el académico, aunque muchas representaciones cinematográficas de periodistas se basan en hechos reales, a menudo muestran una “realidad aumentada", condensando años de experiencias en una película de dos horas. Saltzman mencionó “Ausencia de malicia”, la película de Sydney Pollack de 1981, como un ejemplo en el que varios acontecimientos de la vida real se unieron en la experiencia de un personaje.

“Digamos que soy periodista de prensa y, como hacen muchos periodistas de prensa, escribo guiones para películas. En las películas, a menudo incorporan todas las experiencias de las que han oído hablar, sus propias experiencias y sus experiencias universitarias a lo largo de 20 o 30 años, comprimiéndolo todo en una película de dos horas. Si analizamos cada experiencia individualmente, podríamos decir: 'Bueno, eso podría haber ocurrido'. Pero no todo en dos horas, no todo en una sola película. Harían falta 20 o 30 películas para abarcar todas estas experiencias”, dijo Saltzman.

“Así que yo no diría que estas películas no se acercan a la realidad, sino que muestran una realidad exagerada. Ya sean percepciones negativas o positivas, siempre son exageradas, especialmente las negativas. Ningún periodista experimenta todo; experimenta fragmentos”, añadió.

Representaciones realistas

Saltzman destaca tres películas como representaciones especialmente realistas del trabajo de un periodista: “Todos los hombres del presidente”, “Spotlight” y “Yo creo en ti”, de 1948. Estas películas, dice el académico, muestran el lado manual de la profesión, que requiere horas de investigación

“La verdad es que el periodismo puede ser aburrido. Si sabes lo que haces, estás investigando: mirando la pantalla o consultando registros públicos”, dijo Saltzman.

“La mayoría de las películas se centran en el drama y el conflicto. ¿Y qué hacen? Muestran al periodista en la redacción en los primeros cinco minutos, y de nuevo al final, pero mientras tanto lo convierten en un detective que resuelve un crimen o destapa la corrupción, a menudo con su vida en peligro”, añadió.

Algunas de las representaciones son problemáticas y perpetúan estereotipos negativos. Federico Poore destaca las películas que muestran a mujeres periodistas acercándose sexualmente a fuentes de información.

A red poster of the film "Blow-Up" by Antonioni, showing a photographer on his knees taking a photo of a murdered woman.

Cartel de “Blow-Up. Deseo de una mañana de verano”, de Antonioni, una película icónica que explora el mundo de la fotografía y la verdad.

“Una de las películas que lo hizo fue ‘Richard Jewell’, un filme de Clint Eastwood, donde hay una periodista mujer que creo que se acuesta con un policía para conseguir un dato sobre cómo avanza la investigación”, dijo.

Entre sus favoritas están películas de los años 30, como “Platinum Blonde”, una de las primeras películas de Frank Capra, antes de que hiciera sus obras más conocidas. También le gusta “Mystery of the Wax Museum”, dirigida por Michael Curtiz, director de “Casablanca”.

“Es interesante porque tiene una periodista mujer, algo raro para la época, pero muy decidida”, comenta Poore.

Barrientos, por su parte, destaca películas que cuestionan el estatuto mismo del periodismo, como “Ciudadano Kane”, la brasileña “Boca de Ouro”, de Nelson Pereira Coutinho, y “Blow-Up. Deseo de una mañana de verano”, de Antonioni. En estas películas se cuestiona el propio estatus de la realidad y la creación en el periodismo, dijo.

“Me parecen muy interesantes las películas que parecen mostrar una mirada hegemónica sobre algo y luego la fracturan, empezando a mostrar una diversidad de perspectivas”, dijo Barrientos. “Ese tipo de películas cuestionan la idea de verdad, interrogando al espectador sobre lo que está viendo y poniendo de manifiesto que uno está viendo una representación, y que el periodismo también es representación”.

Traducido por César López Linares
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