La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) condenó a Brasil por su negligencia para investigar, juzgar y sancionar a los culpables de la tortura y el asesinato el periodista Vladimir Herzog ocurrido en 1975, en el contexto de la dictadura militar del país, informó el Tribunal.
En sentencia del 15 de marzo de 2018, dada a conocer el pasado 4 de julio, la Corte también encontró culpable a Brasil por la aplicación de la llamada “Ley de Amnistía”, así como por violar el derecho de la familia de Herzog a “conocer la verdad” y a su integridad, según un comunicado de la Corte IDH.
Esta es la primera vez que la Corte reconoce un crimen de la dictadura brasileña (1964-1985) como un crimen de lesa humanidad, según O Globo.
Según la Corte, el 25 de octubre de 1975 Herzog fue privado de su libertad, interrogado, torturado y asesinado “en un contexto sistemático y generalizado de ataques contra la población civil considerada como ‘opositora’ a la dictadura brasileña, y, en particular, contra periodistas y miembros del Partido Comunista Brasileño”.
Herzog, nacido en la antigua Yugoslavia (lo que hoy es Croacia), llegó a Brasil cuando tenía 9 nueve años. Además de periodista, también era miembro del Partido Comunista Brasileño (PCB). Aunque él y su esposa salieron a Londres después del golpe de Estado (1964), volvieron a Brasil en 1968. Allí trabajó como editor cultural para la revista Visão, y en 1972 pasó a trabajar para el programa Hora de Noticia en el canal TV Cultura, en donde asumió posteriormente el cargo de director del departamento de periodismo, según el Tribunal.
De acuerdo con los hechos establecidos en la sentencia de la Corte, en la noche del 24 de octubre de 1975, agentes del Departamento de Operaciones Internas y del Centro de Operaciones de Defensa Interna se tomaron el canal, e intimidaron al periodista a acompañarlos para declarar. Sin embargo, aceptaron que el periodista se presentara a la mañana siguiente de manera voluntaria.
Herzog llegó de manera voluntaria ante las autoridades al día siguiente, pero allí “fue privado de su libertad, interrogado y torturado”, según la Corte. La sentencia da cuenta de testimonios de otros periodistas detenidos que aseguraron haber escuchado cómo las autoridades solicitaron usar la pimentinha (una máquina para dar choques eléctricos), así como los gritos de Herzog, los cuales posteriormente cesaron.
La Corte señala que según un peritaje de la Comisión Nacional de la Verdad el periodista, de 38 años, fue estrangulado esa misma tarde.
Ese mismo día, el II Comando del Ejército dio la versión oficial de los hechos en la que aseguraban que Herzog se había suicidado “con una tira de tela”, según la sentencia. En el comunicado, el Ejército aseguró que el periodista confesó ser miembro de la PCB tras un careo con otros periodistas detenidos, y que una experta confirmó la muerte por suicidio.
Su muerte generó un gran movilización social y protestas que obligó al General Comandante del II Ejército a abrir una investigación de “las circunstancias del suicidio del periodista Vladimir Herzog”, de acuerdo con la Corte. Sin embargo, esta investigación confirmó la versión oficial al determinar que la muerte Herzog ocurrió por “suicidio mediante ahorcamiento”. “La falsedad en las autopsias por parte de los propios médicos de las fuerzas de seguridad ha sido reportado como una constante durante la dictadura militar brasileña”, dice la sentencia.
La familia emprendió un batalla judicial buscando la verdad. En 2012, la Justicia de São Paulo rectificó el motivo de la muerte de Herzog a “muerte que se debió a lesiones y maltratos sufridos en la dependencia del II Ejército de San Pablo (DOI-CODI)”, según la Agencia Anadolu.
Brasil reconoció ante la Corte que la prisión, tortura y muerte del periodista causó a sus familiares un “severo dolor”.
“A pesar de que Brasil ha emprendido diversos esfuerzos para satisfacer el derecho a la verdad de la familia del señor Herzog y de la sociedad en general, la falta de una aclaración judicial, la ausencia de sanciones individuales en relación con la tortura y el asesinato de Vladimir Herzog, (...) violó el derecho a conocer la verdad en perjuicio de Zora, Clarice, André e Ivo Herzog”, (madre, esposa e hijos del periodista), estableció la sentencia.
La Corte también estableció que “el Estado no podrá aplicar la Ley de Amnistía en beneficio de los autores, así como ninguna otra disposición análoga, prescripción, cosa juzgada, ne bis in idem o cualquier excluyente similar de responsabilidad para excusarse de esta obligación”.
“Hace 43 años perdí a mi padre. Asesinado violentamente. Una persona de paz, que le gustaba pescar, fotografiar a la familia, y la astronomía. Yo tenía 9 años, mi hermano 7 y mi madre 34. Murió por desear que todos tuvieran el derecho a la libre manifestación en un Estado democrático”, escribió Ivo Herzog, en su página en Facebook, según el diario O Globo. “Fueron 43 años de lucha para que probáramos que fue bárbaramente torturado y asesinado. Una lucha, capitaneada por Clarice Herzog, por la verdad y la justicia. No encontramos esta respuesta en el país que mi padre adoptó como patria. Tuvimos que buscar en las Cortes Internacionales. Finalmente, hoy, salió la sentencia tan esperada”.
Como parte de las reparaciones que Brasil deberá cumplir, la Corte IDH le ordenó reiniciar y realizar con la debida diligencia la investigación del crimen que finalice en la sanción de los responsables. Asimismo, deberá adoptar medidas para que los crímenes catalogados como de lesa humanidad no prescriban.
También deberá pagar US $20.0000 por “daños emergentes” a la viuda del periodista, en representación de todas las víctimas, y en acto público reconocer su responsabilidad. Brasil tiene un año a partir de darse a conocer la sentencia para informar a la Corte cómo ha cumplido con esta sentencia.
Esta es la segunda sentencia de la Corte IDH en contra de un Estado por el asesinato de un periodista este año. El pasado 6 de junio, se conoció la condena en contra de Colombia por el asesinato de Nelson Carvajal Carvajal ocurrido en 1998.