A pesar de que la seguridad de periodistas se ha convertido en un tema de preocupación en organizaciones internacionales como la ONU, que incluso proclamó un día para incentivar la lucha contra la impunidad en los crímenes contra periodistas, las cifras de los diferentes ataques de los que estos son víctimas parecen no disminuir.
De acuerdo con Carlos Lauría, coordinador sénior del programa de las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés), a nivel mundial los últimos seis años fueron los más letales en las historia del periodismo moderno y las cifras de los periodistas presos por el ejercicio de su profesión crecen exponencialmente.
Ante este escenario, el CPJ lanzó recientemente el informe ‘La mejor defensa: las amenazas a la seguridad de los periodistas exigen un nuevo enfoque’, disponible solo en inglés, en el que identifican las diferentes amenazas que enfrentan los periodistas y la manera como deberían responder a estas los reporteros, empresas mediáticas y gobiernos.
Según el informe, los ataque contra la prensa tiene su origen en diferentes aspectos. Uno de ellos es el cambio producido por el cambio tecnológico en los medios y la crisis económica de estos. Estas dos situaciones han hecho que cada vez más periodistas trabajen como freelance especialmente en ambientes hostiles y que los medios se vean en la necesidad de contratarlos.
Asimismo, este avance tecnológico que ha facilitado las comunicaciones, también las ha hecho más vulnerables a ataques digitales. Además, la aparición de grupos terroristas e insurgentes que ven en los periodistas un blanco para atacar los países en guerra o una manera de ganar publicidad, han puesto a los periodistas, especialmente a los freelance, en una posición muy vulnerable.
Esto sin olvidar el factor amedrentador que siempre han tenido los Gobiernos, los cuales abusando de “sus propias leyes” censuran y encarcelan a quienes los critican o investigan, señala el informe.
“En este contexto de brutalidad e intimidación, los métodos tradicionales de promoción no son suficientes. Los periodistas deben esforzarse por educarse sobre las amenazas y trabajar en solidaridad para combatir la violencia y la impunidad. Los grupos de libertad de prensa que han confiado en la ayuda financiera directa a los periodistas en riesgo y la defensa con los gobiernos deben adoptar un enfoque más holístico que incorpore la ayuda física, digital y psicológica”, agrega el informe.
Sobre el tema de seguridad física especialmente durante la cobertura de ambientes hostiles, el CPJ recomienda que todos los periodistas tomen entrenamientos sobre ambientes hostiles y primeros auxilios (HEFAT por sus siglas en inglés). Un aspecto que comparte el periodista salvadoreño Óscar Martínez, del medio digital El Faro, quien le dijo al CPJ que estos entrenamientos eran necesarios. “Cada periodista debería saber cómo hacer un torniquete o cómo detectar si está siendo seguido”, dijo Martínez según el CPJ.
No obstante, los altos costos de estos entrenamientos así como la falta de consciencia sobre su necesidad, hacen que muchos medios no se los paguen a sus periodistas y mucho menos a los freelance que contrata.
Para Lauría esta situación se vive entre periodistas y medios de América Latina.
“Es un problema porque en América Latina hay muchísimos, muchísimos problemas para cubrir temas de violencia. Hay conflicto todavía en Colombia, a pesar de que hay un proceso de paz mediante, hay muchísimos temas de conflicto con el narcotráfico en México, o hay problemas en la cobertura del crimen en sí, y esta práctica no está establecida”, le dijo Lauría al Centro Knight.
Esta “carencia” de los cursos hace que los periodistas que cubren la región sean aún más vulnerables.
Algo similar ocurre con el tema de seguridad digital. A pesar de que desde hace años se habla de la necesidad de encriptar comunicaciones y de tomar medidas de protección a las fuentes de los periodistas, la mayoría de reporteros latinoamericanos aún no lo asumen como una práctica generalizada.
“Es un tema que aún está en vía de desarrollo. Que para proteger sus fuentes y para realizar su trabajo en forma segura es necesario utilizar la tecnología y los medios apropiados, la utilización de encriptación, de claves seguras […] el tema de la seguridad en los equipos como qué equipos usar, cómo proteger los datos. Hay una serie de recomendaciones y medidas que pueden usar no solo para proteger sus equipos y su trabajo, sino también para proteger sus fuentes de información y eso es fundamental”, explicó Lauría.
El panorama sombrío de algunos periodistas y medios llevó al CPJ a la creación de un equipo de repuesta a emergencias y a la contratación de un especialista de seguridad. A través de este informe, este equipo busca apoyar y facilitar el trabajo de los reporteros en general, pero especialmente a aquellos cubriendo conflictos o en ambientes hostiles.
“Es importante que las recomendaciones de este informe se conozcan para que los periodistas que cada vez en forma creciente se abocan a la cobertura de conflictos y la cobertura en ambientes hostiles tengan y puedan tomar las medidas del caso para trabajar en forma más segura, para proteger sus equipos, sus datos, sus fuentes, y para prevenir ataques que en muchos casos pueden ser letales”, finalizó Lauría.
Algunas recomendaciones del CPJ
Aquí les presentamos algunas de las recomendaciones dadas por el CPJ a periodistas, empresas mediáticas, gobiernos y organizaciones que entrenan a periodistas en materia de seguridad.
Para periodistas:
Para las empresas mediáticas:
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.