El Foro de Periodismo Argentino (Fopea) presentó recientemente el reporte Monitoreo de Libertad de Expresión 2016, en el que registra y analiza los 65 ataques y agresiones directas que sufrió la prensa argentina durante ese año.
Existe una reducción notable de 45 por ciento, respecto al año 2015, de las agresiones a los trabajadores de prensa durante 2016, dijo el vicepresidente de Fopea, Alfredo Zacarías, en la página oficial del monitoreo.
“Pero debemos preguntarnos si es suficiente. Desde Fopea creemos que no: aún estamos lejos de los estándares que nos puedan hacer sentir orgullosos y seguros en el ejercicio de la profesión”, apuntó Zacarías.
Según Alicia Miller, directora del programa de libertad de expresión de Fopea, el Estado en su conjunto – entre fuerza policial, funcionarios públicos, instancias judiciales, legisladores y servicio de inteligencia – sigue siendo el principal agresor de la prensa, representando el 47 por ciento de los ataques.
El 35 por ciento de las 65 agresiones directas a periodistas que registró el estudio fueron físicas o psíquicas, otro 15 por ciento lo constituyeron las denuncias por amenazas, algunas de muerte, recibidas por parte de los periodistas a nivel nacional.
Los periodistas radiales siguen siendo los más agredidos, al ser blanco del 28 por ciento de los ataques registrados en el informe.
Para el actual informe anual, Fopea actualizó y amplió la tipificación de las agresiones a la libertad de expresión para incluir los denominados ciberataques y ciberdelitos. Estos son cada vez más frecuentes, según la organización, y tienen características propias que los diferencian de los ataques tradicionales.
En ese sentido, aumentaron las agresiones a periodistas de medios digitales, alcanzando esta vez el 25 por ciento del total.
El año 2016 habría sido un “año negro” para el periodismo argentino en cuanto a conflictividad laboral, según el informe. De acuerdo con la información consignada por el Observatorio de Alerta Laboral de Periodistas incluida en el citado reporte, serían 1.499 los casos confirmados de trabajadores de prensa despedidos de medios de comunicación del país durante el pasado año.
Recientemente, el 7 de marzo, Fopea también denunció los ataques sufridos por los periodistas de la provincia salteña de Jujuy, en el norte argentino, durante una manifestación. A la periodista Judith Girón y el camarógrafo Alejandro Muñoz les lanzaron una bomba de estruendo, impactando esta en el cuerpo de Muñoz, mientras cubrían una marcha gremial en esa ciudad.
Además, la organización denunció la reciente agresión a la periodista Mercedes Ninci de Radio Mitre, que fue escupida por los simpatizantes de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien en ese momento se encontraba declarando ante un tribunal de la ciudad capital, Buenos Aires.
Desde que Fopea empezó a realizar su monitoreo sobre la situación de la libertad de expresión en el país en 2008, el año en el que hubo un mayor número de ataques a la prensa fue 2013, con 194 casos que afectaron a 239 periodistas.
Según los estudios de Fopea, el año 2016 fue el año con mayor cantidad de conflictos empresariales, económicos y de transformación de medios que haya sufrido la prensa argentina.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
