El senado brasileño recientemente desechó un fallo de 2009 del Tribunal Supremo Federal al aprobar un proyecto de ley que reestablece el requerimiento de que todo periodista cuente con un título superior para poder ejercer la profesión. A continuación, la primera entrega de una serie producida por el Centro Knight para el Periodismo en las Américas en la cual se debate el requerimiento. Invitamos a nuestros lectores a compartir su opinión en la sección de comentarios, abajo.
Ver la primera entrega de esta serie aquí, con las opiniones de dos profesoras de periodismo en Brasil.
Para leer el post completo en portugués, haga clic aquí.
En contra: Thiago Jansen*
Yo creo que graduarse con un título en periodismo no te hace un gran periodista. Yo tengo 24 años, estoy terminando mi carrera en periodismo en una de las universidades federales más prestigiosas de Brasil y aprendí más sobre el ejercicio del periodismo a través de mis prácticas que en el salón de clases. Por ello tiendo a pensar que cualquier persona culta e inteligente, con o sin título, puede ejercer el periodismo.
Eso no significa que una educación en periodismo sea una pérdida de tiempo. La universidad ayuda en la comprensión de los aspectos teóricos, intelectuales y éticos de la profesión. Me abrió el horizonte y me proveyó experiencias y contactos que no tendría de otra manera.
Si el periodismo no hubiera requerido un título cuando inicié la universidad, hubiera podido estudiar una carrera en un ámbito que me brindara un mayor conocimiento especializado, como derecho, economía o ciencias sociales, lo cual, a la larga, me haría un mejor periodista.
El argumento de que haber acabado con el requerimiento del título devaluó la profesión del periodismo es equivocado. Las empresas de medios se estarían pegando un tiro en el pie si contrataran a profesionales poco calificados, pues comprometerían la calidad de sus productos y, como consecuencia, sus ventas de ejemplares o de anuncios. No es una decisión inteligente desde el punto de vista de estrategia de mercado. La valorización del periodista pasa por otras consideraciones que un título.
*Jansen es estudiante de periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Actualmente trabaja para el periódico O Globo.
A favor: Ricardo Cabral*
Los medios de comunicación, mediadores de la esfera pública son, sobre todo, desarrolladores de discursos en la sociedad; son ellos quienes seleccionan, de entre todas las voces sociales, aquellas que merecen cierto estatus de memorabilidad. Operan sobre un dispositivo de visibilidad e invisibilidad, lo que significa que tienen el poder de definir no sólo aquello que estará en la pauta de las discusiones políticas y sociales, sino también lo que no estará presente en ella.
Se vuelve obligatorio, por lo tanto, comprender el proceso noticioso, más allá de las palabras impresas en la página de un periódico – o los pixeles en una pantalla de computadora o celular. No defiendo el título del periodista por el fortalecimiento de su categoría profesional. La necesidad del título reside en su función social, es todo.
Hace mucho tiempo, se volvió evidente que una práctica de un mes le enseñaba mucho más a un estudiante sobre reporteo y edición que cuatro años en un salón de clases. Como dice el refrán, el buen periodismo se aprende en la calle.
Pero existe un aspecto del periodismo que no se aprende en la práctica. Ese aspecto, central a la integridad profesional, es justamente lo que no nos permite ser utilizados como peones por los poderes establecidos, trabajando sólo para satisfacer intereses ajenos. Y fomentar esa consciencia es precisamente el papel diferencial de las escuelas.
*Cabral es estudiante de periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Trabaja para la revista Piauí.