Para contrarrestar las narrativas de odio y la invisibilización que sufren las comunidades indígenas, afrodescendientes y negras en América Latina, los periodistas deben dar voz a esas poblaciones, conocer a fondo sus realidades y evitar su revictimización.
Esas fueron algunas de las recomendaciones que dieron las invitadas al panel “Pueblos Indígenas y poblaciones Afrodescendientes y Negras en Latinoamérica”, el primero de la 2ª Conferencia Latinoamericana sobre Diversidad en el Periodismo del Centro Knight para el Periodismo en las Américas, celebrada en línea el 9 y 10 de septiembre de 2022.
El panel estuvo integrado por la periodista zapoteca Diana Manzo, de la Agencia Istmo Press (México); la periodista y locutora Indhira Suero (República Dominicana); y Edilma Prada, editora y reportera de la plataforma Agenda Propia (Colombia). La moderación de la charla corrió a cargo de María Teresa Juárez, guionista y periodista mexicana y parte del equipo detrás de la iniciativa sobre diversidad del Centro Knight.
Las panelistas charlaron sobre la cobertura, agenda y abordajes que se están dando en los medios de la región sobre los pueblos indígenas, afrodescendientes y negros, e hicieron propuestas sobre cómo combatir desde el periodismo los enfoques racistas y colonialistas alrededor de esas poblaciones.
Reconocer los saberes, cosmovisiones y lenguas de las comunidades indígenas latinoamericanas es fundamental para realizar una cobertura justa sobre estos grupos, coincidieron Manzo y Prada, quienes tienen experiencia cubriendo comunidades indígenas de México y Colombia, respectivamente.
Para ello, es importante contar con personas aliadas dentro de estas comunidades, de preferencia un periodista local, que pueda guiar a los reporteros en aspectos sobre la idiosincrasia del pueblo indígena que se quiere cubrir, sus ideas y sus lenguas, entre otros.
“Siempre hay un periodista, siempre hay un cronista, siempre hay una persona aliada dentro de esas comunidades y no podemos omitirlas al momento de hacer un trabajo reporteril”, dijo Manzo.
La periodista de origen zapoteco enfatizó la importancia de ser transparente en todo momento sobre las intenciones de las coberturas con las comunidades indígenas, así como sobre el objetivo y el beneficio que representa para la propia comunidad.
Dar visibilidad a las lenguas de las comunidades indígenas en el periodismo contribuye a la preservación de las mismas y de las propias culturas a las que pertenecen, coincidieron Prada y Manzo. Esta última celebró que hoy en día existen cada vez más trabajos periodísticos en los que están presentes las lenguas indígenas, así como reportajes multilingües.
“Las lenguas indígenas están desapareciendo, por eso es importante primero comprender todo lo que significa la esencia de las lenguas indígenas para los pueblos indígenas, porque si muere una lengua se está muriendo toda una cultura. Entonces es importante recuperar y comprender las lenguas desde los propios comunicadores”, dijo Prada.
La periodista colombiana dijo que es necesario que las organizaciones periodísticas reconozcan que existen periodistas indígenas haciendo periodismo desde sus propios saberes, quienes ante la falta de oportunidades en los medios urbanos han creado sus propios medios de comunicación.
También resaltó la importancia de la colaboración entre periodistas indígenas y no indígenas.
“El periodismo que hacemos quienes no somos indígenas tiene unos vacíos muy marcados”, dijo. “Hay ausencia de puentes, hay ausencia de voces de los territorios, hay algunos tipos de criminalización con la palabra, información que hace daño, desde un titular o una forma errónea de usar una fotografía”.
Con ello en mente, Prada fundó hace 11 años Agenda Propia, una organización que desarrolló una metodología de periodismo colaborativo intercultural, la cual consiste en juntar equipos interdisciplinarios indígenas y no indígenas en la creación de reportajes.
Todo trabajo bajo esta metodología inicia con lo que Prada denomina “círculos de la palabra”, que son reuniones de diálogo entre periodistas indígenas y no indígenas, y miembros de las comunidades que se pretenden cubrir, en las que se genera una agenda editorial y una serie de acuerdos para contar las realidades de esos pueblos respetando los territorios, sus visiones, agregando múltiples voces y dando suficiente contexto.
“Las voces de las comunidades étnicas, las voces de las comunidades negras o afros han estado invisibilizadas porque los medios de comunicación siempre salen con una sola voz, la voz oficial, y la voz oficial muchas veces no hace parte de estos pueblos étnicos”, explicó Prada.
Es importante, dijo la periodista, hacer llegar el producto periodístico terminado a la comunidad de la cual salió y asegurarse que el contenido se difunda y se conozca entre los miembros de dicha comunidad para que también se beneficien de él. De esta forma se evita el “extractivismo informativo”.
“Justamente la metodología pretende eso, que el periodista indígena o narrador indígena haga parte de la creación y posteriormente la difusión también se haga en todas estas plataformas [digitales], pero también vuelva al territorio”, dijo.
La invisibilización social no solo afecta a los pueblos indígenas, sino también a las comunidades afrodescendientes y negras de América Latina. De acuerdo con cifras presentadas por Indira Suero en la conferencia, unos 133 millones de personas afrodescendientes habitan en la región, y son considerados la minoría más invisibilizada.
A esa invisibilización en los medios se suman estereotipos, que si bien han ayudado a que la gente tenga cierto conocimiento de cómo son las comunidades afrodescendientes, también han contribuido a crear una imagen limitada sobre ellas, dijo Suero.
La también creadora de “la Negrita Come Coco”, personaje que promueve la afrodescendencia y la cultura popular dominicana en la web, dijo que los medios de comunicación tienden a limitar su cobertura de las poblaciones negras mostrándolos como víctimas, como en el caso de los damnificados de desastres naturales o pobreza; como agresores, cuando cometen delitos; y como sujetos hipersexualizados, en el caso principalmente de las mujeres afrodescendientes.
“Por eso es importante que conozcamos más sobre estas comunidades, que sepamos más sobre su historia, sobre su cultura. No nos vamos a convertir en personas expertas en cuanto a este tipo de temas, pero sí comprender”, recomendó Suero. “Eso nos va a ayudar a tener una cobertura mucho más inclusiva y mucho más justa con comunidades que durante años han sido silenciadas”.
La periodista y locutora también recomendó enfoques que los periodistas pueden tomar para dar coberturas más justas a las poblaciones afrodescendientes. Una de ellas es abordar temas que involucren a personas afro y LGBTI+, temas de afrodescendientes en el ámbito urbano, cubrir situaciones de mujeres menores negras, temas de racismo y de migraciones, entre otros.
Asimismo, Suero exhortó a los periodistas a incluir a personas afrodescendientes en coberturas sobre temas fuera de los temas propios de esas poblaciones, incluso como voces expertas.
“La primera [recomendación] es conocer y por supuesto dar voz a estas personas, no solamente cuando son víctimas o cuando son victimarios”, dijo. “Hay muchos profesionales afrodescendientes en todo el continente que tienen capacidad para hablar de economía, de arte, de literatura y demás. Y no solamente hay que pensar en afrodescendientes para temas de afrodescendencia, o para temas de victimización, o crímenes, o -en el caso de las mujeres- para exponerlas de una forma sensual y cautivadora”.
Suero coincidió con Manzo en la recomendación de que los periodistas deben evitar ver a las comunidades indígenas y afrodescendientes como mercancía, en el sentido de llegar a sus territorios y “usarlos” para fines de una cobertura sin considerar su historia, necesidades y visiones.
Asimismo, ambas periodistas subrayaron la importancia de usar los términos correctos para referirse a dichas poblaciones, como el hecho de usar el término “personas esclavizadas” o “en situación de esclavitud” en lugar de “esclavos”, o preguntar a las personas indígenas cómo quieren ser nombrados en el proyecto periodístico de acuerdo con sus usos y costumbres.
“Hay una narrativa de esperanza, que son las voces de las comunidades, cómo se sanan, cómo se recuperan, cómo son las luchas, cómo son sus resistencias y cómo han logrado solucionar un problema cuando históricamente ha habido ausencia de los estados”, dijo Prada. “Ante esa narrativa del odio, creo que el periodista tiene que hacer esta tarea de contraponer esa narrativa de esperanza”.
Previo al primer panel, la 2ª Conferencia Latinoamericana sobre Diversidad en el Periodismo presentó como invitada especial a Ana Fornaro, cofundadora y codirectora de Agencia Presentes, de Argentina, quien habló sobre la evolución que ha tenido esta organización desde su fundación, en 2016.
Agencia Presentes es una agencia de noticias con sede en Buenos Aires que cubre temas relacionados con derechos LGBTI+ y derechos humanos con enfoque de género. Fue fundada ante la realidad de que dichos temas no estaban siendo cubiertos apropiadamente por los medios hegemónicos de América Latina. Por ello Fornaro, originaria de Uruguay, y María Eugenia Ludueña, de Argentina, pensaron en crear un medio con una mirada regional y enfocada en esas poblaciones, y bajo una lógica de breaking news.
“Nuestro proyecto era funcionar como una agencia de noticias especializadas en esa temática y tomar las herramientas del periodismo que tanto María Eugenia y yo hemos usado en las redacciones a lo largo de nuestra experiencia”, dijo Fornaro. “Pero sobre todo, poner a las personas protagonistas de estas historias en el foco, en el centro, y que fueran historias que fueran contadas por sus propias voces, que eso no estaba ocurriendo”.
La periodista contó que, pese a los retos que ha representado construir un medio independiente y autogestionado, a la fecha la agencia está presente en ocho países, y recientemente abrió una oficina en Ciudad de México, con lo que ahora cuentan con coordinación desde los dos polos de América Latina.
Fornaro resaltó que Agencia Presentes ha servido de inspiración para el surgimiento de otras organizaciones de periodismo con perspectiva de género y derechos humanos en la región, pero también subrayó el hecho de que medios más grandes han comenzado a abordar los temas de poblaciones LGBTI+ con mayor seriedad.
“Nacimos un poco también para ver si podíamos de alguna manera contagiar un poco estas maneras de hacer periodismo. Nos interesaba que muchos periodistas de otros medios empezaran a interesarse por la temática”, dijo. “Vemos realmente con muchísima alegría que está habiendo cada vez más espacio de formación de diversidad sexual y periodismo, trabajando más cerca del activismo por la diversidad sexual, de las organizaciones territoriales que son quienes nos acercan las historias y son las personas que están luchando día a día para tener un mundo más justo. Y que esto llegue al periodismo es muy importante”.
Este año la organización estrenó Escuela Presentes, un área de formación que sistematiza la serie de talleres que ha venido ofreciendo en los últimos años. En julio ofreció su primer taller virtual, Periodismo con enfoque de géneros y diversidad, además de que ofrece una serie de recursos para personas interesadas en la cobertura de temas LGBTI+.
Fornaro contó que Agencia Presentes ha comenzado a abrir su agenda para abordar a otras minorías más allá de las poblaciones LGBTI+, como las comunidades indígenas, poblaciones afrodescendientes y personas con discapacidad, las cuales comparten problemáticas y por tanto pueden ser cubiertas de forma cruzada.
“Nos dimos cuenta en el camino que teníamos que empezar a hacer cortes más transversales y que no somos una sola cosa, una sola etiqueta, sino que las personas estamos atravesadas por muchas identidades”, dijo, “A veces lo identitario puede servir para enfocar, para visibilizar pero también restringe”.
Ante la polarización y los discursos de odio, que están tan presentes en América Latina, uno de los retos para el periodismo, dijo Fornaro, es llevar las temáticas de la diversidad a personas más allá de las audiencias nicho de los medios alternativos y especializados, como es Agencia Presentes.
Una forma de acercarse a esa meta, dijo, es integrar en las propias redacciones a personas de esas poblaciones que han sido históricamente vulneradas en sus derechos y subrepresentadas en los discursos.
La periodista reconoció que ha habido un avance a raíz de la presión que redacciones pequeñas como Agencia Presentes ha generado en el ecosistema de medios de América Latina para impulsar una cobertura más justa de poblaciones históricamente invisibilizadas.
“Creo que hay unos esfuerzos que están dando resultados y que eso es para celebrar”, dijo Fornaro. “Tenemos que pensar también cómo poner en agenda experiencias positivas y experiencias luminosas y experiencias que no sean solamente de violencia, de crímenes y de vulneraciones de derechos”.