Organizaciones de libertad de prensa de América Latina y Estados Unidos salieron en defensa de Daniel Santoro y otros tres periodistas argentinos después de haber sido mencionados por un juez en una investigación sobre supuestas extorsiones y espionaje ilegales que habrían sido hechas por el falso abogado Marcelo D’Alessio.
Además de Santoro, Rolando Graña, del programa GPS; Eduardo Feinmann, de A24; y Rodrigo Alegre, de Canal 13, fueron citados en una resolución judicial dictada por el magistrado federal de la provincia de Dolores, Alejo Ramos Padilla, a principios de este mes. En el documento, se describen las supuestas actividades criminales de D’Alessio, detenido en febrero.
Según el juez, entrevistas realizadas en diciembre del año pasado por los cuatro periodistas con el exdirector de la compañía petrolera PDVSA Argentina, Gonzalo Brusa Dovat, estarían relacionadas con una maniobra para obligar al empresario a declarar en el caso criminal de los “cuadernos de las coimas”.
De acuerdo con la resolución judicial, las entrevistas habrían sido coordinadas por D’Alessio, que estaría actuando en nombre del fiscal federal Carlos Stornelli, principal investigador de los “cuadernos”, escándalo en el que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue acusada de recibir sobornos.
Ramos Padilla sostiene que D’Alessio también se habría valido de sus conexiones con la prensa para obtener datos de inteligencia ilegales y practicar otros actos ilícitos, como la extorsión del empresario rural Pedro Etchebest, que denunció al falso abogado.
El juez afirma además en el documento judicial que no está claro hasta qué punto los periodistas tenían conocimiento sobre el supuesto esquema ilegal de D’Alessio. El magistrado también agregó que “no se pretende aquí tampoco cuestionar la actividad investigativa del periodismo sino solamente resaltar el nivel de coordinación entre todos los actores”.
Para las organizaciones de libertad de prensa, relacionar a los periodistas con el caso de D’Alessio es un intento judicial de “criminalizar las entrevistas y el secreto profesional de los periodistas”. En su comunicado conjunto, las entidades escriben también que “los periodistas nunca pueden ni deben ser confundidos con sus fuentes”.
Las asociaciones también advierten que “la posición del juez [Ramos Padilla] no tiene precedentes en la justicia de la Argentina”, y contraría la constitución del país. La postura del magistrado puede “generar autocensura, limitar el descubrimiento de hechos de corrupción y, en consecuencia, afectar la libertad de expresión”, agregan.
El comunicado conjunto fue firmado por la Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji, por su acrónimo en portugués), el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios) de Ecuador, la Fundamedios USA, el Instituto de Prensa y Libertad de Expresión (Iplex) de Costa Rica, el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) de Perú y de Venezuela y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
También firmaron el texto la periodista y editora colombiana Ginna Morelo y el director del Centro Knight para el Periodismo en las Américas, Rosental Alves.
Desde el inicio del mes, Santoro y sus colegas también han recibido manifestaciones de apoyo por parte de la prensa de Argentina. La Academia Nacional de Periodismo de Argentina y la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) manifestaron preocupación en relación al caso.
Además, más de 300 periodistas de renombre de toda Argentina firmaron una carta de apoyo a Santoro. Para los profesionales de los medios que firman la carta, la campaña contra el periodista de Clarín fue perpetrada por kirchneristas para desviar la atención sobre las investigaciones de los “cuadernos”.
En Twitter, la etiqueta #SantoroEsPeriodismo también reunió diversas manifestaciones de apoyo al periodista, como reportó el Buenos Aires Times.
En la resolución judicial de 220 páginas de Ramos Padilla, Santoro es mencionado como el que presentó D’Alessio al fiscal Stornelli. En un testimonio reciente, publicado por el sitio Perfil, el exdirector de PDVSA Brusa Dovat declaró haber encontrado a D’Alessio y Santoro en un restaurante, donde el falso abogado se presenta como “amigo personal y compañero de investigaciones” del periodista de Clarín.
En una larga entrevista publicada en el diario Perfil el domingo, 17 de marzo, Santoro admitió haber errado al desarrollar una relación más cercana con D’Alessio, pero negó haber recibido dinero, obtenido datos de inteligencia o participado en cualquier actividad delictiva relacionada con el falso abogado. “[Él] usó mi nombre sin mi conocimiento ni mi autorización para extorsionar gente”, dijo Santoro.
El periodista del Clarín recordó haber conocido D’Alessio en 2016, para hablar sobre narcotráfico, asunto sobre el cual éste había escrito un libro. El profesional de la prensa resaltó, sin embargo, que D’Alessio era una entre sus cientos de fuentes.
Santoro también respondió en la entrevista sobre lo que cambiaría en el “Manual de investigación periodística” de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, escrito por él, después de la experiencia por la que está pasando.
“Le agregaría un capítulo sobre D’Alessio y cómo controlar la fuente con mucho más rigor. Evitar que nos estudien el perfil psicológico y que nos entren por la familia y la amistad”, dijo.
Daniel Santoro recibió el Premio María Moors Cabot por su trayectoria en el periodismo en 2004. El jurado lo distinguió por “luchar contra la corrupción y el abuso de poder, y por los más altos estándares de periodismo en Argentina en los últimos 25 años”. Santoro también recibió el premio internacional de periodismo Rey de España en 1995 por su investigación sobre venta ilegal de armas durante el gobierno de Carlos Menem. El periodista fue uno de los fundadores del Fopea, que presidió entre 2002 y 2007.