Después de un año en el que todos los principales periódicos brasileños experimentaron una disminución en la circulación de sus ediciones, nuevas estrategias comienzan a surgir para hacer frente a un escenario en el que repensar el modelo de negocio se hace imprescindible.
Zero Hora, el medio impreso más grande de Rio Grande do Sul y parte del Grupo RBS, anunció el pasado 27 de enero el fin de su edición dominical la cual será sustituida por una ‘superdición’ de fin de semana, repartida en las mañanas de los sábados.
La reestructuración es el resultado de una encuesta realizada a lectores y suscriptores del periódicos que reveló que la edición del sábado, a pesar de llevar contenido relevante, tenía una vida muy corta debido a que la edición dominical comenzaba a circular desde la tarde del sábado.
El año pasado, RBS experimentó con una ‘superedición’ de fin de semana con otro de los medios del grupo, el Diário Catarinense. Según la empresa, la iniciativa tuvo una alta aprobación del público y del mercado, al apostarle a una tendencia de ediciones de fin de semana con más reportajes de profundidad, materiales con contenido semanal (revistas) y con más información para la familia.
La propuesta forma parte de una serie de cambios para 2016 que, según la empresa, se centra en invertir en el periodismo. La estrategia implica una mayor inversión en plataformas digitales. La decisión no es injustificada y refleja los últimos datos del Instituto Verificador de Circulación (IVC). Mientras que la edición impresa de Zero Hora tuvo un descenso de 11,1 por ciento en las ventas en 2015, en la digital subió más de 32 por ciento.
Adaptación o extinción
Para entender el tiempo que experimenta la industria de noticias basta con ver el número de personas que leen periódicos o ven la pantalla de su teléfono móvil en lugares públicos. Además de Zero Hora, otros nueve medios impresos principales sufrieron una reducción en su circulación el año pasado.
Las pérdidas en las ventas de los impresos tienen un impacto directo en las salas de redacción que sufren recortes o dejan de existir. El periódico Jornal de Londrina (JL), el segundo mayor medio del Grupo Paranaense (GRPCOM), dejó de circular en diciembre de 2015, después de 26 años de existencia. La mayoría de las grandes salas de redacción del país experimentaron recortes y de acuerdo con el proyecto Volt Data, el número de periodistas despedidos en 2015 llegó a 684.
Además, siete de los diez periódicos más grandes tuvieron un crecimiento en la comercialización de sus ediciones en línea, lo que demuestra que una migración hacia los medios digitales puede tener un impacto negativo en los impresos.
El año pasado también fue positivo para las ediciones digitales de las revistas mensuales. Según el sitio del IVC, el volumen de las ventas de 32 medios aumentó un 5 por ciento entre enero y agosto de 2015, con una curva de crecimiento que se mantuvo durante todo el año. En enero, las revistas digitales representaban el 10 por ciento de todos los ejemplares de las revistas mensuales. En agosto, la cifra aumentó a 11,6 por ciento.
Sin embargo, el problema está en poder encontrar esa receta que impida que los periódicos se vayan de picado junto con el número de ventas. En la transición del papel al mundo digital, la sostenibilidad sigue siendo un problema en el periodismo. En una reciente mesa redonda que analizó cómo el periodismo puede sobrevivir en este escenario perturbador, el editor en jefe de The Economist, Zanny Minton-Beddoes, opinó que es necesario mantener la calidad del periodismo y mejorar el uso de la tecnología.
La opinión es compartida por ejecutivos de medios de comunicación que participaron en la última edición de ISOJ en 2015. Susan Glasser, director del sitio Politico, dijo durante el evento en Austin que hoy más que nunca es importante elegir los temas correctos sobre los que se informa y elegir enfoques que atraigan la atención del lector. Para ella, cada vez es más difícil “crear un producto indispensable”.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.