A medida que Río de Janeiro entra en la etapa final de la preparación para los Juegos Olímpicos, los medios de comunicación de todo el mundo intentan entender la ciudad y sus contrastes. Inevitablemente, esto implica adentrarse en las favelas que se encuentran a lo largo de la ciudad y discutir temas como la violencia policial, el desalojo de residentes y el racismo. Pero, también incluye explorar el arte, la música y el espíritu de las personas que viven en las favelas.
En medio de este movimiento por explicar la ciudad, residentes de las favelas están tomando herramientas periodísticas para contar sus propias historias.
Para la periodista comunitaria de 21 años, Thaís Cavalcante, residente de la favela Maré en la zona norte de Río de Janeiro y corresponsal del periódico O Cidadão, el uso de las palabras apropiadas para describir las favelas es esencial.
“A mi ni siquiera me gusta decir ‘comunidad’. Decir ‘favela’ es una manera de decir lo que realmente soy. No es un término despectivo”, dijo en entrevista con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas. “Es un lugar que amo y respeto mucho, y por el cual lucho para que se visibilice. Si nosotros, los residentes, no comunicamos, nadie lo hará por nosotros”.
De acuerdo con Rio On Watch, una organización dedicada al periodismo comunitario de las favelas de Río, uno de los problemas más frecuentemente observados en los reportajes internacionales es el “lenguaje perezoso”, el uso de términos imprecisos y estigmatizantes. Aunque el uso de este tipo de representación está en declive, la traducción en inglés más común de favela sigue siendo “slum” o “shantytown” – términos altamente despectivos, según Rio on Watch. La organización sugiere usar simplemente el término “favela”.
Para sus residentes, periódicos como A Voz das Comunidades (La voz de las comunidades) de la favela Complexo do Alemão, y O Cidadão (El Ciudadano) de Maré, las dos ubicadas en la zona norte de Río de Janeiro, pueden proporcionar una imagen más clara de la vida en sus comunidades.
Recientemente, tres residentes de las favelas encontraron una manera de amplificar su voz al conectarse con el portal digital del periódico británitco The Guardian. En una serie para el diario, “Olimpiadas de Río: una vista desde las favelas”, Cavalcante junto con los residentes y periodistas comunitarios Daiene Mendes y Michel Silva describen sus vidas cotidianas en formato de diario. Esto incluyó noticias sobre el asesinato de residentes por parte de la policía, protestas, pero también sobre exhibiciones fotográficas y fiestas funk, eventos en los cuales los jóvenes se reunen para bailar música regional.
Para Mendes, de 25 años, quien usa la aplicación Moments para escribir artículos, también es importante enfatizar el lado positivo de vivir en una favela.
“Mi papel es hacer que el mundo vea algo más que una escena de guerra entre policías y narcotraficantes. Nuestra gente es muy fuerte, guerrera, talentosa y creativa. Creo que estos atributos son muy importantes para que pasen a un segundo plano”, dijo.
Cavalcante dijo que también intenta enfatizar las actividades culturales en su comunidad. En uno de sus artículos para The Guardian, ella describe una campaña en favor de los derechos de la comunidad LGTB en la favela que contó con una exposición fotográfica, una feria de salud con debates públicos y un desfile. También escribió acerca de otra exposición, con “grandes fotógrafos” de Maré, como Henrique Gomes, quien documentó la vida cotidiana de una familia.
“Hablar de cultura es una manera única de hacer frente a nuestra realidad. La cultura es un tema común a todos y muy rico aquí en Maré, así como en otras favelas, pero los medios tradicionales no puede hablar de esto”, dijo Cavalcante.
Cuando escriben acerca de sus favelas, los periodistas comunitarios tratan de ir más allá de lo que es recurrente en los medios de comunicación: la violencia.
“Es fácil seguir la agenda de violencia cuando la comunidad está medio de un conflicto entre policías y narcotraficantes”, dijo Mendes. “Sin embargo, es difícil para los grandes medios publicar sobre los desalojos para la construcción de los parques olímpicos, los cambios en las rutas de los autobuses de la ciudad que perjudican a los trabajadores más pobres aumentando absurdamente el tiempo entre la casa y el trabajo. Trato de compartir lo que mis amigos, vecinos y residentes están diciendo y pensando”.
Silva, de 21 años y quien trabaja para Viva Rocinha y Fala Roça, dos medios comunitarios de la favela de Rocinha (al sur de Río), dijo que el apoyo de The Guardian ha hecho la diferencia.
“Cuando me identifico como periodista comunitario, las oficinas gubernamentales no son receptivas. Pero cuando me identifico como corresponsal de The Guardian, la respuesta llega rápidamente”, dijo.
Silva enfatizó que a pesar de que los “favelados” tienen la posibilidad de hablar con el mundo, aún no tienen representación en los medios locales.
“En los últimos años, los periódicos extranjeros le han dado más espacio a los periodistas comunitarios que los medios brasileños. Los medios de Brasil están más limitados, tal vez porque defienden intereses políticos. Un espacio para los corresponsales comunitarios es esencial para la transparencia del periodismo”, afirmó.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.