El asesinato del fotoreportero Rubén Espinosa el pasado 31 de julio en la Ciudad de México fue sin duda un punto de quiebre en materia de seguridad para periodistas mexicanos. Por eso, sus colegas siguen promoviendo acciones para exigir que el crimen no quede impune y que el Estado mexicano dé protección a los periodistas.
Con este objetivo más de 500 periodistas, escritores, artistas y defensores de la libertad de expresión de diferentes partes del mundo enviaron una carta pública al presidente de México, Enrique Peña Nieto, en la que le urgen el esclarecimiento “inmediato y efectivo” de los asesinatos de Rubén Espinosa y de todos los periodistas caídos en el país, y que estas investigaciones incluyan a los funcionarios públicos que pudieron haber estado involucrados.
Asimismo, le exigen la revisión inmediata del mecanismo de protección de periodistas junto con un compromiso para garantizar la libertad de expresión en el país.
Esta carta que fue iniciativa de periodistas de América Latina y que contó con el apoyo de PEN y del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) fue presentada en la mañana este lunes 17 de agosto en una rueda de prensa en la que se hicieron presentes Guillermo Osorno, Marcela Turati, Francisco Goldman y Norma Trujillo.
Los firmantes de la carta aseguran que “desde el año 2000 decenas de reporteros han sido víctimas de homicidio; se sabe de otros 20 que continúan desaparecidos. La abrumadora mayoría de estos crímenes permanecen en la impunidad”.
Sin embargo, fue el asesinato de Espinosa el que generó gran preocupación e indignación internacional por varias razones.
Una de ellas es que Espinosa fue asesinado en Ciudad de México a donde había llegado huyendo del estado de Veracruz temiendo por su vida. Esta ciudad había sido considerada, hasta ese momento, “uno de los últimos lugares seguros para el ejercicio periodístico”, según la carta. “Pero ahora no parece haber santuario alguno para los reporteros perseguidos en México”.
También alarma el hecho de que el periodista hubiera salido del estado de Veracruz a raíz de las muchas amenazas que había recibido. Veracruz está considerado como uno de los estados más peligrosos para ejercer el periodismo y en muchas ocasiones se ha acusado a su gobernador, Javier Duarte, no solo de atacar a periodistas sino de no protegerlos.
De hecho, la carta asegura que desde que el gobernador tomó posesión en 2010 “las amenazas, los maltratos, y los asesinatos de periodistas han alcanzado cifras sin precedentes en Veracruz: catorce han muerto de manera atroz, y tres han desaparecido”. De acuerdo con la misiva, en todos los casos se ha desechado el ejercicio profesional de las víctimas como posible línea de investigación judicial. La comunicación agrega que hasta el momento son 37 los periodistas que han tenido que salir de sus hogares buscando refugio en Ciudad de México.
“México ha tenido históricamente un defecto y es que los asesinatos de periodistas no son tomados en serio, no son debidamente investigados e incluso muchas veces no tienen un gran impacto en su propia prensa nacional”, dijo Rosental Alves, director y fundador del Centro Knight para el Periodismo en las Américas, quien es uno de los firmantes de la carta. “La situación es muy grave no sólo por la cantidad de víctimas, sino también por la casi total impunidad en los crímenes contra periodistas. Es la impunidad la que genera una especie de estímulo para que estos crímenes se repitan con tanta frecuencia”.
En esta línea la carta presenta un dato preocupante tomado de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos del país que asegura que el 89 por ciento de los asesinatos de periodistas permanecen sin resolver.
Es en este escenario, como recuerda Alves, que la autocensura se convierte en el único método de supervivencia de periodistas y medios de comunicación de algunos estados de México.
“Nosotros no defendemos a los periodistas simplemente por solidaridad entre colegas. El asesinato de un periodista por razones relacionadas con su trabajo, con la información o con las opiniones que transmite es un crimen contra toda la sociedad y por eso requiere una atención especial”, agregó.
No en vano, la carta inicia recordando que “cuando se ataca a un periodista se atenta contra el derecho a la información de la sociedad entera”.
El consejo editorial de The New York Times también se unió a la exigencia de los periodistas y señaló que poner fin a estas agresiones “requiere acciones concretas” por parte del presidente Peña Nieto. Para el consejo, tanto el mandatario como los funcionarios públicos locales están en la obligación de “tomar pasos concretos” para proteger a los periodistas que arriesgan su vida realizando su trabajo, además de investigar y procurar justicia en los crímenes pasados.
Aunque México implementó en 2012 un mecanismo de protección para periodistas y personas defensoras de derechos humanos, sus críticos han señalado lo poco eficaz que éste ha sido para proteger la vida de las personas que la necesitan.
Como lo reportó el Centro Knight, organizaciones como Artículo 19 oficina para México han optado dejar de enviar casos al mecanismo y ofrecer, en cambio, pequeños métodos de protección a los periodistas amenazados.
Lea aquí la carta completa.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.