Las amenazas y el acoso del que era víctima el periodista mexicano Noé Zavaleta lo llevaron a abandonar el estado de Veracruz el pasado viernes 12 de agosto, informó Aristegui Noticias.
El portal agregó que el periodista decidió salir del estado tras interponer las denuncias ante las autoridades correspondientes y de consultarlo con los directivos de la revista Proceso, del que era corresponsal en Veracruz.
“Ya no estoy en el estado de Veracruz; no hay garantías para poder estar de forma tranquila, me encuentro con seguridad especial”, dijo el periodistas según Aristegui Noticias.
Zavaleta señaló que empezó a ser víctima de acoso en internet, amenazas en redes sociales e intentos de intimidación desde que apareció su libro ‘El Infierno de Javier Duarte. Crónicas de un gobierno fatídico’ en las que señalaba una serie de irregularidades durante la administración del gobernador de Veracruz, Javier Duarte, publicó la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Según RSF, el libro menciona al director del periódico El Buen Tono de Veracruz como el beneficiario de contratos publicitarios privilegiados por parte de la administración estatal. La organización dijo que el director amenazó públicamente a Zavaleta a través de Facebook.
Sin embargo, el periodista también recibió amenazas y fue acosado de manera anónima.
Cuando se conoció de las amenazas en contra de Zavaleta, todos los corresponsales de Proceso en otras ciudades y estados enviaron una carta a diferentes autoridades, incluido el presidente del país, Enrique Peña Nieto, exigiendo que se pusieran en marcha mecanismos federales para garantizar la integridad física y seguridad del reportero.
“Como sabemos, en Veracruz nuestros colegas han sido hostigados, desaparecidos y asesinados en los últimos años y particularmente durante el actual sexenio del gobernador Javier Duarte de Ochoa, sin que hasta ahora se haya resuelto satisfactoriamente uno solo de estos delitos cometidos contra integrantes del gremio periodístico y compañeros de Proceso, como ocurrió con Regina Martínez y con Rubén Espinosa”, dice parte de la carta.
Para los corresponsales, estas amenazas en contra de Zavaleta buscan “colocar a Noé en una situación vulnerable y de riesgo”.
De acuerdo con Univisión, Duarte está siendo investigado por la Procuraduría General de la República por presunto enriquecimiento ilícito, y ha sido criticado por el aumento de la violencia contra periodistas durante su administración. La organización Artículo 19 ha registrado al menos 18 periodistas asesinados en Veracruz desde que Duarte asumió su administración en 2010.
Precisamente, el libro de Zavaleta hace mención a algunos de los asesinatos más impactantes de periodistas que han tenido lugar en Veracruz, según Univisión. Así por ejemplo del de Regina Martínez, corresponsal de Proceso asesinada en 2012 y cuyo asesinato fue catalogado por las autoridades como un “crimen pasional”, el comunicador asegura que los funcionarios que tuvieron el expediente de su crimen “han sido beneficiados por el propio Duarte…”, agregó Univisión.
En el caso del homicidio de Gregorio Jiménez, ocurrido en febrero de 2014, el libro señala cómo dos implicados en este crimen habrían sido “golpeados y torturados por policías ministeriales para que firmaran confesiones”.
Veracruz está considerado como uno de los lugares más peligrosos para ejercer el periodismo en el continente. Solo en 2016, al menos tres periodistas han sido asesinados por razones que podrían estar vinculadas a su profesión.
El más reciente ocurrió el pasado 21 de julio cuando Pedro Tamayo Rosas fue asesinado a pesar de contar con protección del estado. El editor de Noticias MT, Manuel Torres González, fue asesinado el 14 de mayo; mientras que el cuerpo de la reportera Anabel Flores Salazar fue encontrado el 9 de febrero en el estado de Puebla luego de haber sido secuestrada el día anterior en su casa de Veracruz.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.