A más de 12 años de prisión (150 meses) condenó el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá a Ronal Harbey Rivera Rodríguez, exfuncionario del extinto departamento de inteligencia de Colombia, por el delito de tortura agravada en contra de la periodista Claudia Julieta Duque. Aunque la orden de captura se dio con sigilo, ya que Rivera Rodríguez era un funcionario activo de Migración Colombia, huyó de las autoridades.
El fallo del Tribunal Superior del 20 de noviembre revocó la decisión en primera instancia del Juzgado 10º Penal Especializado de Bogotá que el 30 de mayo de 2023 había absuelto a Rivera Rodríguez al “no encontrar pruebas suficientes” que demostraran la participación de ese exagente.
“Para mí, además de la justicia, esto es un poema. El fallo es hermoso, devuelve la dignidad, pone las cosas en orden. ¡Es una reparación enorme!”, dijo Duque a LatAm Journalism Review (LJR), quien debió esperar más de seis años después de finalizado el juicio en contra de Rivera Rodríguez para recibir esta sentencia.
Duque fue víctima de tortura psicológica agravada desde 2001 hasta 2004 por sus investigaciones periodísticas sobre el homicidio del también periodista Jaime Garzón, que demostraban la participación de funcionarios del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en el crimen. Durante todos estos años, la periodista también ha sido víctima de amenazas, hostigamientos y seguimientos por su búsqueda de justicia.
En la reciente decisión del Tribunal Superior se reconoce “el carácter de delito de lesa humanidad de la tortura continuada” de la que fue víctima Duque desde 2001 hasta 2004 “por parte de varios agentes estatales” del DAS.
“No existe ninguna duda en cuanto a que la vil tortura a la que fue sometida Claudia Julieta no fue un caso de delincuencia común, sino que ella se presentó como parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil y con conocimiento de dicho ataque. Es decir, se trató de un típico crimen de lesa humanidad; de un crimen que, por el dolor generado a la víctima, por la bajeza de sus perpetradores y por el cruel ensañamiento del Estado contra una mujer y su pequeña hija indefensas, ofende y avergüenza a la humanidad entera”, establece la reciente sentencia.
“Este es un triunfo enorme. Es el torturador material”, agregó Duque. “La absolución fue un golpe bajo después de seis años de finalizado el juicio”.
Rivera Rodríguez fue vinculado a la investigación por tortura agravada contra Duque en 2013. En noviembre de 2014 fue capturado y llamado a juicio en 2015. Desde ese momento, estuvo en prisión hasta que en julio de 2018 un juzgado lo dejó en libertad por vencimiento de términos. De acuerdo con Cuestión Pública, aunque desde finales de 2017 retuvieron lugar los alegatos finales para dictar sentencia, el caso estuvo paralizado hasta mayor de 2023 cuando una juez lo absolvió. Una decisión que fue revocada con el reciente fallo.
El Tribunal Superior también condenó a Rivera Rodríguez a pagar una indemnización por “daños morales” a Duque. Además, ordenó “como medida de restablecimiento del derecho” que el presidente de la República le ofreciera disculpas públicas en un acto solemne a la periodista.
La sentencia del Tribunal Superior hace un fuerte pronunciamiento sobre la decisión en primera instancia y destaca su conclusión por ser “claramente incompatible con el sumario y la prueba practicada en el juicio”.
“Además, la construcción argumentativa de la primera instancia es de una increíble ingenuidad si se contrasta con todo el panorama probatorio: según ese despacho, como en las oficinas del DAS no estaba permitido hacer llamadas amenazantes, sino interceptaciones telefónicas, entonces no es posible que sus miembros hayan incurrido en tales actos delictivos en contra de Claudia Julieta”, establece la sentencia.
La decisión es una de las pocas victorias conseguidas por Duque por su crimen. A pesar de que la Fiscalía General de Colombia reconoció su caso como un crimen de lesa humanidad en 2017 y de que el Consejo de Estado condenó a Colombia por la violación de derechos humanos de Duque, los autores materiales e intelectuales se mantienen en general en impunidad.
Solamente Enrique Alberto Ariza Rivas, quien fungía como director de inteligencia del DAS cuando se cometieron los hechos, se encuentra en prisión. En algún momento hubo 11 personas procesadas, de las cuales tres aceptaron cargos y fueron condenadas. Estas personas ya se encuentran en libertad por cumplimiento de condena.
De los otros ochos procesados, siete quedaron en libertad por vencimiento de términos, mientras que Rivera Rodríguez había sido absuelto el pasado mayo.
Justo por esto, el caso de Claudia Julieta Duque fue destacado por el equipo de LJR en su especial a propósito del Día Internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas, conmemorado anualmente el 2 de noviembre.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), organización colombiana que ha acompañado a Duque en su proceso judicial, dijo a LJR en ese momento que le preocupaba la absolución de Rivera Rodríguez y que esperaba que la decisión fuera revocada.
“Este fallo representa un paso significativo para superar la impunidad en el caso de Claudia Julieta, y se consolida como un precedente para las agresiones hacia las periodistas que involucran actividades de seguimiento y vigilancia estatal, las cuales en su mayoría ni siquiera llegan a una etapa de juicio”, dijo la FLIP en un comunicado tras la reciente decisión.
La FLIP hizo también un llamado a la Fiscalía General de la Nación y a la Policía Nacional para que “fortalezcan las actividades de investigación y articulen esfuerzos para dar con el paradero del condenado y poder materializar la captura”.