“El artesano Caio Silva de Souza, acusado de encender el petardo que causó la muerte del camarógrafo [brasileño] Santiago Andrade en 2014, fue condenado a 12 años de prisión, pero podría ser elegible para arresto domiciliario.
A pesar de la sentencia, la decisión fue celebrada por la defensa. ‘Siempre confiaron en la decisión del jurado de Río de Janeiro. El Consejo de Sentencia reconoció que no había pruebas de que Caio tuviera la intención o asumiera el riesgo de matar al camarógrafo Santiago’, escribió la defensa en un comunicado.
El otro acusado en el caso, el tatuador Fabio Raposo Barbosa, fue absuelto por el Consejo de Sentencias del Tercer Tribunal del Jurado de Río de Janeiro. Supuestamente, Barbosa encontró el artefacto explosivo durante una manifestación en el centro de Río de Janeiro”.