“La periodista Marisol Balladares Blanco y su hija Gloria Elena Escorcia Balladares son los rostros más recientes de la persecución y un claro ejemplo de los efectos colaterales del hostigamiento contra la libertad de expresión y libertad de prensa que sufren periodistas en Nicaragua.
Balladares y su hija lo dejaron todo en su país natal, ante el acoso que sufrieron por parte del Gobierno de Daniel Ortega. Marisol sostiene que les obligaron a huir pues para ella lo primero es ‘cuidar su vida y la de su hija’, quien fue su compañera en esta travesía en búsqueda de la libertad.”