"Los periodistas de Tijuana, unidos estos días a fuerza de pólvora, trabajan más horas de las que tiene el día para seguir informando sobre su ciudad y, a la vez, hacer el trabajo que debería acelerar la Fiscalía.
Conscientes de que los crímenes contra los compañeros del Semanario Zeta siguen impunes —así como más del 90% de los 51 periodistas asesinados en México desde que tomó posesión Andrés Manuel López Obrador— y de que los casos de Margarito [Martínez] y Lourdes [Maldonado] corren el mismo riesgo, entre todos buscan pruebas, indicios, confidentes dentro del hampa, que les ayuden a resolver los dos asesinatos con el objetivo principal de hacerles justicia".