Fabiola Tercero apareció ante la prensa oficialista diciendo que nunca salió de casa. Organizaciones temen que sea una “prueba de vida” montada para desviar atención de los abusos del régimen Ortega-Murillo.
Grupos de derechos humanos dicen que el silencio del régimen Ortega-Murillo sobre la desaparición de Tercero equivale a tortura y piden mayor presión internacional para conocer su paradero.