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Antes de las elecciones presidenciales de Honduras, fuerzas armadas y partido gobernante intensifican presión contra periodistas

Periodistas en Honduras pasan por momentos difíciles. A semanas de las primarias de las elecciones presidenciales, previstas para el 9 de marzo, enfrentan una feroz campaña de presión por parte de las Fuerzas Armadas y de miembros del partido de izquierda gobernante del país, Libertad y Refundación (Libre).

A principios de febrero, varios medios de comunicación hondureños informaron que, en un caso inédito, el Auditor Jurídico Militar de las Fuerzas Armadas presentó en noviembre una demanda ante el Ministerio Público para abrir procesos contra 12 medios de comunicación por presuntos delitos de calumnia y difamación.

Según periódicos locales, el caso comenzó a avanzar en la primera semana de febrero. Medios de comunicación como el diario El Heraldo informaron haber recibido la visita de agentes de la Unidad contra Delitos Informáticos, quienes presentaron oficios exigiendo la revelación de las fuentes de los reportajes con información negativa relacionada con las Fuerzas Armadas.

De manera paralela, figuras fuertes de Libre, como la posible candidata presidencial del partido y ministra de Defensa, Rixi Moncada, y el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, han lanzado varios ataques contra medios de comunicación del país.

Periodistas hondureños y miembros de organizaciones defensoras de la libertad de prensa ven una tendencia en la escalada de ataques como una estrategia de antagonismo hacia la prensa similar a la utilizada por líderes generalmente considerados populistas, como Andrés Manuel López Obrador en México y Nayib Bukele en El Salvador, y en países como Venezuela antes de su endurecimiento cada vez más autoritario. Ellas temen que la situación empeore a medida que se acercan las elecciones generales del 30 de noviembre, en las que se elegirán presidente, diputados y alcaldes.

“Aquí en Honduras estamos viviendo una situación hostil para el ejercicio periodístico. La libertad de expresión se encuentra en un estado precario”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Carlos Rubén Ortiz, presidente de la Asociación de Prensa Hondureña (APH). “Con las elecciones, los políticos buscarán criminalizarnos, utilizarán a la policía en nuestra contra y vendrán nuevos requerimientos y acciones judiciales dirigidas contra la prensa nacional”.

Cadena de abuso

Diversas noticias y reportajes críticos motivaron la solicitud de las Fuerzas Armadas de abrir investigaciones en contra de los medios de comunicación. Un ejemplo fue la noticia publicada el 30 de octubre por El Heraldo de que el jefe del Estado Mayor Conjunto de Honduras, general Roosevelt Leonel Hernández Aguilar, sacó su pistola y la utilizó para apuntar a un ejemplar de la Constitución de la República durante un acto oficial.

Los 12 medios demandandos fueron El Heraldo, La Prensa HN, Radio Cadena Voces (RCV), La Tribuna, Radio América, Abriendo Brecha, CHTV, Hable Como Habla, Q’Hubo TV, Hondudiario, Criterio HN y Noticias 24/7. Incluso, el director de Hondudiario, Arístides Aceituno, denunció que fue abordado por tres agentes de la Interpol. En su caso, el problema habría sido una publicación en X que causó malestar entre los militares debido a la cercanía del general Hernández con el gobierno, y el hecho de haber recibido asistencia médica fuera del país.

Varias organizaciones hondureñas e internacionales condenaron la actuación de las Fuerzas Armadas. En un comunicado, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) describió la situación como una “embestida sin precedentes a la libertad de prensa”. El Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) denunció “la creciente judicialización, intimidación y escalada de ataques” contra periodistas y medios de comunicación.

La directora ejecutiva de la organización C-Libre, Amada Ponce, ve en el caso una “cadena de abusos bastante grave”. Según ella, si el general sentía que su honor había sido ofendido, podía primero exigir el derecho a responder o refutar las acusaciones en entrevistas públicas. En lugar de ello, primero movilizó al Ministerio Público. Luego, hubo investigaciones por parte de la Unidad contra Delitos Informáticos contra los dueños de medios y las solicitudes de romper la confidencialidad de las fuentes. Al final incluso se llegó a llamar a agentes de Interpol.

“Esto es una acción sumamente intimidatoria”, dijo Ponce a LJR. “La Unidad contra Delitos Informáticos tiene la posibilidad de intervenir en comunicaciones. Además, la entrega de los oficios que se hicieron llegar fue a través de la Dirección de Policía de Investigación en conjunto con la Interpol. La Interpol se encarga más bien de delitos que tienen que ver, por ejemplo, contra el tráfico de personas, o el narcotráfico. Es decir, el mensaje de intimidación es brutal”.

En respuesta, el general Hernández concedió una entrevista al canal HCH en la que negó haber amenazado a los medios de comunicación. “Si las personas no quieren revelar sus fuentes, no hay problema, pero en ningún momento hemos utilizado mecanismos de presión” dijo. Hernández también dijo que se trata de un proceso personal y no con fines políticos y afirmó que dio “la orden de que se investigara quiénes son los informantes porque les están informando mal”. Dijo también que retirará la denuncia en el Ministerio Público, pero no hay confirmación de que la denuncia haya sido anulada.

La periodista Jennifer Ávila, cofundadora del medio digital Contra Corriente, cree que las acciones intimidatorias de Hernández pueden estar vinculadas a futuras ambiciones políticas.

“Tiene que ver con el tinte de que le quieren dar al gobierno de Xiomara [Castro, presidenta]; un tinte socialista,digamos, del socialismo del siglo XXI, que dice que estas Fuerzas Armadas que están politizadas y son del pueblo”, dijo Ávila a LJR. “Tienen este discurso en Venezuela y también lo tenía López Obrador [en México]”.

Luis Redondo, President of the National Congress of Honduras, a bearded man wearing a brown suit with a vest and tie, stands in front of an ornate marble staircase in a historic building

Luis Redondo, presidente del Congreso Nacional de Honduras, posa ante un edificio histórico. (Foto: Flickr, CC BY-NC-ND 2.0)

Dúo con Bukele

Tres días después del mea culpa de Hernández, sin embargo, llegaron nuevos ataques del alto mando hondureño contra la prensa y periodistas.

El presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, quien se unió a Libre en noviembre después de dejar el Partido Salvador, un partido populista de derecha de Honduras, retuiteó un mensaje del presidente de El Salvador, Nayib Bukele. El dirigente salvadoreño afirmó que “la gran mayoría de los periodistas y medios ‘independientes’ son, en realidad, parte de una operación mundial de lavado de dinero cuyo objetivo es impulsar la agenda globalista”.

El propio Redondo criticó a los “pseudomedios de comunicación, periodistas y ONGs financiados por agencias extranjeras”, y los calificó como “agentes de desinformación” y “mercenarios mediáticos”.

En un comunicado, el CNH respondió: “Nuevamente el señor Luis Redondo, con una actitud histérica propia de personas con problemas de personalidad, arremete contra los periodistas y medios de comunicación olvidando que sus rencores dañan al gobierno que le confía labores que al parecer no tiene la capacidad de ejecutar”.

Al día siguiente del mensaje de Redondo, la candidata presidencial de Libre, Rixi Moncada, abordó el tema, catalogando a los medios privados más poderosos de “hipócritas” y afirmando que, de ser elegida, utilizará radios comunitarias para comunicarse. En X, Moncada escribió: “Jamás defenderé y siempre condenaré la injuria, la calumnia y la difamación disfrazadas de libertad de expresión”.

Mientras tanto, cuentas anónimas de trolls y bots enviaron mensajes ofensivos contra periodistas en las redes sociales.

Un clima de miedo

Estos ataques se producen en un contexto de extrema precariedad y vulnerabilidad para los periodistas hondureños. Según Reporteros sin Fronteras, 139 periodistas fueron asesinados en el país entre 2011 y 2020. Según una relatora de la ONU, el mecanismo de protección de los periodistas del país no ha proporcionado una protección física y jurídica adecuada.

Expertos expresan pesimismo sobre el futuro. Las Fuerzas Armadas de Honduras jugarán un papel importante durante las elecciones. Los episodios recientes han tenido un efecto escalofriante en la prensa, dijo Amada Ponce de C-Libre.

“La autocensura se instaló”, dijo Ponce. “Hay temor y el mensaje ya fue dicho”.

 

Traducido por Silvia Higuera Flórez
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