El magistrado Gilmar Mendes, del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, otorgó una orden judicial que garantiza que el periodista estadounidense Glenn Greenwald no sea investigado por revelar información o por preservar la confidencialidad de la fuente.
El 27 de julio, el presidente Jair Bolsonaro insinuó que Greenwald podría ir preso después de publicar reportajes basados en mensajes filtrados e intercambiados entre el fiscal Deltan Dellagnol, coordinador de la Fuerza de Trabajo de la Operación Lava Jato, y el entonces juez Sergio Moro, quien es actualmente Ministro de Justicia.
Desde junio, el sitio The Intercept Brasil, fundado por Greenwald, ha estado publicando una serie de reportajes con base en esos mensajes que indicarían una supuesta colaboración entre el fiscal y el juez de Lava-Jato. A lo largo de la cobertura, el sitio creó alianzas con otros medios como Folha de S. Paulo, Veja, UOL y El País, que también comenzaron a analizar los mensajes y publicar reportajes.
La demanda fue presentada ante el STF por el partido Rede Sustentabilidade, que pidió una declaración de inconstitucionalidad de los actos que abrirían una investigación del periodista, según el sitio web del tribunal.
La demanda estuvo fue provocada por la noticia de una supuesta investigación de la Policía Federal, que habría solicitado al Consejo de Control de Actividades Financieras (Coaf) información sobre los movimientos financieros de Greenwald para “investigar” la presunta actividad criminal relacionada con la filtración de los mensajes, explicó Consultor Jurídico.
Según el magistrado, aunque la Policía Federal y otros organismos no han confirmado la existencia de investigaciones contra el periodista, “ninguno de estos órganos descartó la posibilidad de una futura apertura”, por lo que determinó esta decisión judicial, informó Agência Brasil.
En la decisión, el magistrado enfatiza que la libertad de expresión garantiza el derecho a obtener, producir y difundir hechos y noticias por cualquier medio. “El secreto constitucional de la fuente periodística (art. 5, ítem XIV, de la Constitución Federal) hace que sea imposible para el Estado utilizar medidas coercitivas para restringir el desempeño profesional y transmitir la forma de recepción y transmisión de lo que se lleva al conocimiento público”, escribió Mendes.
En Twitter, Greenwald celebró la decisión, agradeció el apoyo que recibió y destacó que la decisión del Tribunal Supremo es una garantía para todos los periodistas brasileños: “La mayoría de los periodistas han defendido nuestro derecho – nuestro deber – de informar sobre este tema. Es solo una minoría, generalmente partidarios de Bolsonaro, quienes no lo hacen. Pero todos los periodistas brasileños estarán protegidos por este precedente en defensa de una prensa libre”.
La decisión de Mendes también se basó en la jurisprudencia del STF que aplica un entendimiento constitucional que impide la imposición de sanciones penales, civiles o administrativas a los periodistas, en el ejercicio de la prerrogativa de confidencialidad de la fuente, informó el sitio del Tribunal.
La medida se produce cuatro días después de que el magistrado dijo, en una entrevista con Correio Braziliense, que los miembros del caso Lava-Jato causaron daños debido al abuso de poder, en referencia a los mensajes filtrados. “Básicamente, un juego de amigos. Es una organización criminal para investigar a las personas”, dijo.
Recientemente, la cobertura de los mensajes filtrados, conocida como Vaza-Jato, un juego de palabras para “filtrar”, reveló que el propio Mendes había sido blanco de investigadores quienes habrían estado interesados en hacerle un juicio político (impeachment), según El País.