Por Liliana Honorato
En menos de dos semanas, una tercera radio fue atacada con dinamita en Bolivia, en la ciudad de Oruro, al suroeste del país, durante la madrugada del martes 26 de junio, denunció la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) ese mismo día, de acuerdo con la Agencia de Noticias Fide (ANF).
Según informó Reporteros Sin Fronteras, este atentado ocurrió “en medio de un clima enrarecido por los conflictos sociales” en Bolivia, el cual empeoró con las protestas de policías que exigen un aumento de salario. Según la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) de Bolivia, 15 camarógrafos y periodistas del canal estatal de televisión fueron agredidos en las ciudades de La Paz, Cobija, Trinidad y Santa Cruz de la Sierra, “a quienes se confundió con agentes de espionaje mientras realizaban cobertura periodística del conflicto policial”.
Félix Condori, director de la Radio Emisoras Bolivia, la cual, según la Radio FM Bolivia, es un medio al servicio de los campesinos de Oruro, dijo que el atentado no fue casualidad, ya que unos días antes de la explosión algunos funcionarios de la radio recibieron amenazas anónimas, informó el periódico digital Erbol.
El ataque contra la Radio Bolivia, el cual ocurrió 12 días después que dos radios también fueron atacadas con dinamita en Colquiri, una población de Oruro, fue calificado como un atentado terrorista por la Federación de Campesinos del Departamento de Oruro, diciendo que “atentar contra un medio de comunicación es un delito, es como acallar la voz de un pueblo”, añadió Eju TV.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
