Los ataques contra medios de comunicación y periodistas en Brasil aumentaron un 54 por ciento en 2019 en comparación con el año anterior, según los datos generales del informe de la Federación Nacional de Periodistas (FENAJ, por su acrónimo en portugués), publicado este martes 14 de enero. El documento completo se dará a conocer en un evento en Río de Janeiro el próximo jueves 16 de enero.
Según la organización, se registraron 208 incidentes en 2019; en el año anterior fueron 135. El informe de este año agrupó los incidentes en diez categorías: asesinatos; agresiones verbales; amenazas e intimidación; agresión física; censura; restricción de la libertad de prensa por medios judiciales; impedimentos para la práctica profesional; daño racial; violencia contra la organización sindical; y desacreditación de la prensa.
Para preparar el documento, la Fenaj contabiliza todos los casos que llegan a conocimiento de la entidad, ya sea por medio de denuncia de la propia víctima, comunicados de prensa e incluso publicaciones en redes sociales. Antes de incluir los datos en el informe, la Fenaj verifica la veracidad de los informes.
“Sabemos que hay un subregistro porque muchos profesionales aún no se han dado cuenta de la importancia de informar. A veces una agresión no parece ser grave, pero, sumada a las demás, caracteriza un clima de falta de respeto a la actividad profesional. Por lo tanto, es necesario informar, para que la categoría en su conjunto piense en su desempeño, medidas de protección y demandas de las acciones del Estado brasileño para garantizar la práctica profesional”, dijo la presidenta de la Fenaj, María José Braga, al Centro Knight. Ella señala que, incluso con subregistro, 208 ocurrencias son “una cantidad alarmante”.
Del total, 121 casos son discursos del presidente Jair Bolsonaro contra periodistas específicos o contra la prensa. Por eso, en 2019, la Fenaj decidió crear una nueva categoría, la desacreditación de la prensa, para agrupar los ataques recurrentes del jefe del Ejecutivo.
“Hasta 2018, la categoría de agresiones físicas era la más frecuente, pero ahora es la desacreditación de la prensa. Fueron los discursos del presidente los que contribuyeron a este aumento en 2019. Él solo es responsable del 58% de las agresiones, esto es extremadamente preocupante. Hubo una institucionalización de los ataques a la prensa, lo que nunca antes había sucedido”, dijo Braga.
De los 121 ataques realizados por Bolsonaro, siete se contaron como ataques directos contra periodistas. “Los discursos del presidente están divididos en categorías como desacreditación de la prensa, cuando son generales, y amenazas o intimidación, como lo fue en contra del periodista Glenn Greenwald de The Intercept, por ejemplo”, explicó Braga. En julio de 2019, Bolsonaro dijo que Greenwald había cometido un delito y que “tal vez vaya a la cárcel aquí en Brasil”.
Braga espera que el aumento en 2019 no sea una nueva tendencia para los próximos años y pide medidas de protección por parte de las empresas de comunicación y el gobierno. “La Fenaj aboga por la creación de comités de seguridad en las salas de redacción para evaluar los riesgos y las medidas de mitigación. La Red Globo en Río, por ejemplo, ya ha creado estas comisiones, pero es necesario que eso sea adoptado por otras empresas. Y deben exigir acciones del gobierno brasileño también”, aseguró.
El número total de hechos en 2019 representa un pico de registros en la historia del informe, que ha sido realizado al menos desde 1998, con diferente periodicidad. Según Braga, hubo una explosión de agresiones en 2013, durante las manifestaciones callejeras en el país, con 189 casos. “Fue un año atípico, pero aún fue menor que el registrado en 2019”, dice ella.
Un punto positivo destacado por el informe fue la disminución de las agresiones físicas, el tipo de violencia más común hasta 2018. Fueron 15 casos en 2019 contra 20 profesionales. En 2018 hubo 33 registros. “Las agresiones se han vuelto más verbales con el advenimiento de las redes sociales, pero 15 casos sigue siendo un número muy alto para una democracia”, afirmó Braga.
Por otro lado, el número de asesinatos creció. Los periodistas Robson Giorno y Romário da Silva Barros, que trabajaban en Maricá (Río de Janeiro), fueron asesinados. El año anterior, hubo un asesinato y en 2017 ninguno. Del mismo modo, hubo un aumento de las ofensas raciales contra periodistas. En 2019, hubo dos, contra ninguno en 2018.