La violencia que por años ha marcado la historia de Colombia también se ha encargado de marcar la vida de muchos periodistas. Según cifras de la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, 160 periodistas fueron víctimas de algún tipo de abuso como amenaza, violencia, detención ilegal u homicidio en 2011.
El convertirse en el blanco de narcotraficantes, de grupos guerrilleros de izquierda y de grupos paramilitares de derecha ha obligado a muchos periodistas a optar por el exilio o la autocensura como un mecanismo de supervivencia. La situación algunas veces termina en depresión. Muchos periodistas interrumpen sus investigaciones y se ven obligados a trabajar en otros oficios para mantener su soporte económico.
Es con este panorama que proyectos como La Otra Orilla cobran relevancia. A través de éste, que nació como un acuerdo entre la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y la organización británica Rory Peck, se les ofrece a los periodistas amenazados y/o desplazados un espacio en donde pueden mantener no solo su oficio, sino un salario.
Entre los beneficiarios actuales se encuentra Sonia Godoy, quien cuenta con más de 10 años de experiencia cubriendo el departamento del Cauca, uno de las áreas más violentas del país en donde son comunes los enfrentamientos entre grupos alzados en armas, fuerzas armadas legales e incluso los grupos indígenas. Godoy sabe lo que es trabajar en medio de las amenazas: llamadas telefónicas, seguimientos e incluso la intromisión a su hogar han sido algunos de los eventos que ha tenido que superar.
“Sé que las amenazas y el peligro no van a desaparecer”, afirmó Godoy en entrevista con el Centro Knight. “Pero al hacer parte de La Otra Orilla siento el acompañamiento del portal y de la FLIP. Están más pendientes de tu caso, quieren como prioridad tu seguridad y no el cumplimiento de una entrega. Pues antes de la nota, está el periodista como tal”, añadió la periodista, quien representa uno de los pocos casos de periodistas del grupo que aún no han tenido que huir de su región.
Otro aspecto que también resalta de este proyecto es la posibilidad de darle continuidad a investigaciones periodísticas en regiones donde es común recurrir a la autocensura.
“La Otra Orilla es un trabajo muy gratificante. Es una pausa periodística en donde uno puede decir 'sí se puede trabajar desde la región', y hacer investigaciones que permitan reflejar lo que está sucediendo es la mayor satisfacción. Siempre con los pies en la tierra porque uno sabe que no va a ser fácil, pero hay que vencer esas cosas y continuar”, afirmó Godoy, cuya última investigación fue sobre la violencia en el Cauca a un año de la muerte del líder guerrillero alías 'Alfonso Cano'.
De hecho, lograr visibilizar aquellos temas que por diferentes motivos no llegan a los medios convencionales es el otro objetivo de La Otra Orilla.
“El portal se crea con la doble intención no solo de ayudar con un sueldo y estabilidad económica a los periodistas, sino también de investigar temas que desde nuestro punto de vista no están siendo visibilizados y que deberían ser tratados desde las regiones”, manifestó David González, director de La Otra Orilla en entrevista con el Centro Knight.
De esta manera, La Otra Orilla ha realizado hasta el momento investigaciones en temas como el desplazamiento forzado y el proceso de devolución de tierras robadas a campesinos por grupos alzados en armas. Futuras investigaciones se enfocarán en el tema de la minería ilegal, dijo González.
Para Robert Shaw, vocero de International Media Support – otra de las organizaciones que apoya el proyecto – La Otra Orilla representa un paso muy importante para apoyar a los periodistas que reciben amenazas y buscar que de alguna manera puedan seguir trabajando en un ambiente de seguridad.
“Colombia en temas de seguridad ha sido un país bastante innovador. El trabajo de La Otra Orilla es un primer intento por buscar formas sostenibles para que periodistas amenazados puedan seguir trabajando. En ese sentido vimos importante apoyar este proyecto con la Rory Peck y la FLIP”, afirmó Shaw.
La Otra Orilla busca convertirse en un portal auto sostenible mediante la publicidad y el trabajo como periodistas para otras cadenas.
“Hasta ahora nuestro arranque ha sido muy positivo. Nos han contactado periodistas de Ecuador que desean visibilizar investigaciones sobre la frontera con el país. Sin embargo, necesitamos más manos e investigaciones para poder conseguir nuestra meta de ser un portal auto sostenible”, afirmó González quien invita a los interesados a escribirle a info@laotraorilla.co.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.