Por Diego Cruz
El domingo 23 de febrero, periodistas de diversos medios se manifestaron en más de 20 ciudades de México en oposición a la inseguridad enfrentada por la prensa en el país y en especial en el estado de Veracruz, reportó Proceso. Las protesta principal se llevó a cabo alrededor del Monumento a la Independencia en el Distrito Federal, donde se repartieron retratos de los 88 periodistas que se han registrado asesinados desde el 2000.
Las manifestaciones fueron parte de una campaña llamada “¡Prensa, no disparen!”, convocada la semana pasada por periodistas y defensores de la libertad de expresión después de que llevaron a cabo una investigación sobre el asesinato del reportero veracruzano Gregorio Jiménez de la Cruz. El grupo concluyó que la línea de investigación oficial, que decía que el crimen fue resultado de venganza personal, no tomaba el trabajo periodístico de Jiménez lo suficientemente en cuenta.
“No estamos aquí sólo para exigir justicia a uno de los nuestros”, explicó la campaña en un pronunciamiento. “Estamos aquí también para defender el derecho de los ciudadanos a estar informados. Porque cada vez que se intimida, acosa, hostiga, desaparece o asesina a un periodista se pierde a un vocero de la realidad. La sociedad va perdiendo sus ojos, sus oídos, su boca”.
En el documento, los manifestantes también pidieron al presidente Enrique Peña Nieto que garantizara la libertad de expresión en México y exigieron a la Procuraduría General de la República (PGR) investigar a más profundidad el asesinato de Jiménez y asegurarse de que el caso fuera tomado por un juez federal.
También se demandó del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, información sobre el estado de las investigaciones de asesinatos, y a varios órganos del Estado, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, rendir cuentas sobre cómo utilizaban sus recursos para ayudar a comunicadores.
Finalmente, pidieron al gobierno veracruzano garantizar la seguridad de periodistas que se manifestaron en solidaridad a Jiménez, parar de presionar a los medios de comunicación, y establecer un fondo para el beneficio de los dependientes económicos de periodistas asesinados.
“Es terrible lo que está sucediendo en nuestro país, uno de los pocos donde los periodistas hacen su trabajo muy bien, es una injusticia y una infamia que se les asesine por eso”, dijo la escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska a Vanguardia.
Fueron alrededor de 250 los comunicadores y activistas que se convocaron en la capital del país, según la Agencia France Press (AFP), pero también se llevaron a cabo manifestaciones en Nuevo León y Guanajuato, al igual que otros estados y en varias ciudades fronterizas donde se unieron periodistas de ambos lados de la frontera con Estados Unidos.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.