Por Samantha Badgen
El periodista hondureño de Globo TV, Julio Ernesto Alvarado, quien fue condenado a 16 meses de prisión por difamación contra Belinda Flores Mendoza, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma de Honduras, podrá evitar servir su sentencia tras las rejas si paga una multa de 10 lempiras por día (246 dólares en total). Sin embargo, Alvarado no podrá ejercer como periodista mientras cumpla la condena, ya que se le prohibió desempeñar cualquier actividad relacionada con la difusión de información durante los 16 meses.
Alvarado, quien dirigía los programas “Medianoche” de Radio Globo y “Mi Nación” de Globo TV fue sentenciado por una demanda iniciada por Flores de Mendoza luego de que Carlos Gustavo Villela, un profesor en la Universidad Autónoma, apareciera en el programa de Alvarado y denunciara irregularidades en el nombramiento de Flores de Mendoza como decana de la universidad. Flores de Mendoza denunció a Alvarado, Villela y otro profesor por difamación.
Según el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), una corte de Tegucigalpa declaró que los hombres eran inocentes, pero Flores de Mendoza apeló el fallo y la Corte Suprema declaró culpable a Alvarado, diciendo que cuando pasó las opiniones de los profesores dañó la reputación de Flores de Mendoza.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) manifestó su desacuerdo con la decisión de la corte, que otras organizaciones internacionales consideraron motivado por razones políticas.
“Reiteramos nuestro rechazo a la decisión de la CSJ (Corte Suprema de Justicia): impedir que un periodista realice su trabajo es algo similar a la censura y constituye una violación al derecho a la información. Exhortamos a los magistrados de la CSJ a que se abandone lo antes posible la condena que enfrenta el periodista”, dijo Camille Soulier, responsable del Despacho de las Américas de RSF.
No es la primera vez que Alvarado sufre por practicar su profesión. Hace un año Alvarado se vio obligado a suspender su programa “Medianoche” tras verse acosado por varios individuos “que parecían sicarios” que entraron al edificio de Radio Globo y Globo TV, algo que según los guardias de seguridad del edificio fue con intención de asesinar al periodista.
Estas acciones y las del 2012, cuando el auto del periodista fue atacado, se tornaron habituales hasta el punto que ante el temor de sus empleados Alvarado decidió suspender las emisiones de su programa, en las que solía emitir denuncias y críticas a la policía y las Fuerzas Armadas.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.