Cerca de 100 millones de brasileños que utilizan Whatsapp para intercambiar mensajes tuvieron el servicio bloqueado por un día el pasado 2 de mayo luego de que así lo determinara un juez del país. La medida tuvo repercusiones inmediatas entre los periodistas acostumbrados a utilizar la aplicación en sus comunicaciones, y en las organizaciones de noticias que lo utilizan para distribuir su información e interactuar con los lectores.
Pionero en el uso de los servicios de mensajería como un canal para recibir las denuncias de sus lectores, Fábio Gusmão, editor digital del diario Extra, dijo que aunque hay opciones de servicios similares, la presencia de los lectores brasileños es mayor en Whatsapp.
“Cuando comenzó el bloqueo, publicamos mensajes en las redes sociales recordando que tenemos otras aplicaciones como Viber, Telegram y Snapchat”, dijo Gusmão en entrevista con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas. “La gente incluso utiliza estas aplicaciones, pero no está acostumbrada”.
Además de Extra, muchos otros medios de comunicación de Brasil utilizan los servicios de mensajería instantánea para distribuir sus noticias y recibir información de sus lectores. Folha, el telenoticiero RJTV o Estadão son algunos de los medios que divulgan canales de contacto a través de los servicios de mensajería. Durante el bloqueo de Whatsapp, Estadão mantuvo en la página principal de su sitio web una noticia avisando que también estaba presente en aplicaciones como Telegram y MyPush.
La suspensión del servicio también sorprendió a los periodistas extranjeros que se encuentran en Brasil para cubrir los Juegos Olímpicos. En el día de la llegada de la antorcha olímpica al país, algunos profesionales reportaron haber tenido dificultades para transmitir la información a sus equipos en el extranjero, de acuerdo con Agência Brasil.
“Estoy muy sorprendida de que algo como esto suceda en un momento como este”, djio a Agência Brasil la periodista peruana de Latina Televisión, Marisol Choquehuanca. “Además de no poder hablar con mi equipo en el exterior, está siendo complicado programar entrevistas con algunas personas”, agregó la periodista.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) condenó el fallo judicial resaltando que “bloquear el acceso a una plataforma de uso tan generalizado es excesivo, vulnera la naturaleza abierta de la Internet y daña de manera desproporcional el flujo libre de la información”.
En un comunicado, el CPJ señaló que el bloqueo del servicio interrumpe el trabajo de los periodistas que suelen utilizar la herramienta para comunicarse con sus fuentes. “Los periodistas en Brasil utilizan WhatsApp con regularidad para realizar sus reportajes”, dijo Geoffrey King, coordinador de Tecnología del CPJ, según el comunicado.
Whatsapp fue bloqueado a las 2 p.m. del lunes 2 de mayo por una orden del juez Marcel Montalvão de la Corte Criminal de Lagarto, en el estado de Sergipe. La popular aplicación de mensajería volvió a funcionar al día siguiente tras un poco más de 24 horas fuera del aire. El juez será investigado por abuso de autoridad. De acuerdo con el portal Conjur, la Inspectora Nacional de Justicia y jueza del Tribunal Superior de Justicia, Nancy Andrighi, comenzó el martes un proceso disciplinario contra el juez.
La orden de bloquear Whatsapp se produjo por la misma razón que dio lugar a la solicitud de prisi´øn para el vicepresidente de Facebook en marzo de este año: la empresa no proporcionó a la justicia mensajes relacionados con una investigación sobre el tráfico de drogas. Whastapp por su parte alega que no dispone de la información que la Policía Federal está pidiendo. No se conocen los detalles del caso, ya que fueron declarados secretos de justicia.
La aplicación ya había sido bloqueada en diciembre de 2015, pero el servicio fue restablecido en 12 horas tras una orden judicial.
El tema tuvo repercusiones en redes sociales como Facebook y Twitter, en donde el bloqueo de Whatsapp ocupo el primer lugar en los temas tendencia (trending topics) del país.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.