El acoso en línea a periodistas en Brasil se ha intensificado en los últimos años debido a la mayor exposición creada por las redes sociales y la institucionalización de los ataques. Las agresiones del presidente Jair Bolsonaro contra periodistas han naturalizado este tipo de violencia, y quienes deberían apoyar a estos profesionales son culpables por su falta de rendición de cuentas, revela un estudio sobre violencia contra periodistas en redes sociales.
Un nuevo estudio en Brasil encontró que las mujeres periodistas reciben más del doble de insultos en sus perfiles de Twitter que sus homólogos masculinos. En la encuesta se encontró que usuarios que lanzan ataques contra las periodistas intentan deslegitimar la capacidad intelectual de las mujeres para el ejercicio de la profesión y silenciar a la prensa, señalar las características físicas de las profesionales para desviar la atención de los temas tratados y difundir información falsa sobre ellas.
En Venezuela, debido al deficiente servicio de internet y recientemente a la llegada de la pandemia por COVID-19, los forochats se han convertido en una manera para seguir informando a los lectores, apoyar a las comunidades desfavorecidas y conseguir innovadoras formas de obtener financiamiento.
El diagnóstico lo realizó el investigador brasileño Giuliander Carpes, doctorando en ciencias de la comunicación y la información en la Universidad Toulouse III, quien acaba de publicar un estudio sobre el tema.
El medio que hoy reúne a 12 personas y tiene su sede en Bogotá, se describe a sí mismo como un “movimiento digital de conversación ciudadana” que invita al público a hablar, comprender y actuar sobre los problemas más urgentes que enfrenta la sociedad colombiana.
Un estudio encontró que los periodistas en América Latina son atacados más por sus opiniones políticas en Twitter que por su trabajo, y el 68% de ellos, luego de los ataques en línea, restringieron la frecuencia de sus publicaciones, se retiraron temporalmente de esta red social o dejaron de publicar en temas sensibles. temas.
¿Puede un político que ocupa un cargo público importante bloquear a un periodista en redes sociales? Este es un debate urgente para la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji).
Durante el primer panel de ISOJ virtual 2020, la periodista filipina estadounidense Maria Ressa explicó cómo la tecnología puede tener efectos negativos en la democracia no solamente en Filipinas sino en todo el mundo. Habló sobre las complicadas redes de desinformación que atacan periodistas y la libertad de expresión.
Desde que llegó el nuevo coronavirus a Cuba, el periodismo independiente tiene que enfrentar las cada vez más comunes multas que penaliza las opiniones que los cubanos publican en redes sociales y plataformas digitales.
La periodista del Folha de S. Paulo, Patricia Campos Mello fue blanco una vez más de una serie de ataques contra su reputación el 11 de febrero, tras el testimonio de un testigo de la Comisión Parlamentaria Mixta de Investigación.