El diario costarricense La Voz de Guanacaste, fundado en 2002 como La Voz de Nosara, empezó como boletín impreso sobre noticias locales de la provincia noroeste de Costa Rica, Guanacaste. Hoy en día es el único periódico costarricense sin fines de lucro, con casi 42 mil seguidores en redes sociales, cuyas versiones digital e impresa siguen publicándose en inglés y español.
Emiliana García, directora ejecutiva de La Voz de Guanacaste, dijo al Centro Knight que “en estos dos años trabajando como una asociación sin fines de lucro hemos logrado producir más contenido de toda la provincia de Guanacaste, crear eventos y talleres para unir y capacitar a comunidades”.
“Hemos logrado una mayor interactividad con nuestros lectores, publicar noticias enfocadas en soluciones y no tanto en problemas y, sobre todo, la presentación de proyectos especiales de investigación que en gran parte suceden gracias a sugerencias y retroalimentación de nuestro público”, comentó.
La Voz de Guanacaste es el único medio latinoamericano que se encuentra entre los 12 finalistas del concurso anual VIVA, Premios Schmidheiny, que premia a emprendedores y organizaciones innovadoras con el fin de fortalecer la gestión de sus proyectos. El diario participa en la categoría Innovación Social, junto a dos instituciones emprendedoras de Chile y Colombia. Los ganadores serán anunciados el 18 de agosto.
De 2002 a 2013 el diario se llamó La Voz de Nosara, porque reportaba principalmente sobre las noticias de la comunidad costera guanacasteca de Nosara. Con los años expandió su cobertura periodística a otras ciudades de la provincia de Guanacaste, por lo que cambió su nombre.
“Nuestro gran plus, además de lograr producir noticias con contexto y de investigación propia, es ser la articulación, el puente, entre los problemas y las soluciones de la provincia”, dijo García. “Los medios de comunicación tradicionales se quedan en la publicación de una investigación, pero nosotros buscamos ir más allá: además de contar el problema, buscamos también la solución y conectamos ambos”.
Giannina Segnini, una reconocida periodista costarricense que participó en la investigación Panama Papers con ICIJ, y tuvo a su cargo el equipo de investigación de periodismo de datos de La Nación, uno de los diarios de mayor trayectoria de Costa Rica, dijo al Centro Knight que La Voz de Guanacaste compite en calidad con los medios a nivel nacional, y cumple una “función vital” en una de las regiones más importantes de Costa Rica.
“El hecho de que sea uno de los medios regionales que se caracterizan por tener mayor independencia, alta calidad periodística, gráfica, realmente es como una joya en la colección de opciones que hay en el país. No solo para cubrir lo que sucede en la región, en Guanacaste, sino también incluso temas de interés nacional”, comentó Segnini, miembro del comité asesor del periódico y actual directora del programa de maestría Science Data Journalism de la escuela de periodismo de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
La Voz de Guanacaste cubre a nivel provincial una amplia gama de temas, como política, cultura, gastronomía, educación, medio ambiente, salud, turismo, policiales, etc.
Una de sus principales premisas es hacer periodismo ético, participativo, de calidad con la misión de visibilizar y unir sus comunidades, en busca de su desarrollo.
Por ejemplo, crearon un aplicativo para mostrar la distribución de pozos de agua en los diferentes distritos de Guanacaste, como también sus permisos y propietarios. Los lectores pueden reportar a través de la aplicación los pozos que están registrados ilegalmente.
Actualmente se encuentran trabajando el proyecto de periodismo de datos “Guanadata”. Pretenden llevarlo a varios distritos de la provincia de Guanacaste para analizar si las autoridades están ejecutando sus presupuestos adecuadamente.
“En nuestro proyecto piloto [anterior], en la municipalidad de Santa Cruz, nos dimos cuenta de que el dinero [destinado] para las comunidades más pobres era justamente el que no se gastaba, así que decidimos investigar cuál era el problema y nos dimos cuenta de que los proyectos que presentaban esas comunidades no contaban con los requisitos para que después les dieran el dinero, aunque sí lo presupuestaban”, comentó la directora ejecutiva.
Segnini explicó que el tema comunitario es muy fuerte en Costa Rica, y que respecto a ello La Voz de Guanacaste no hace un periodismo pasivo, unidireccional, sino más bien son una plataforma muy dinámica que involucra a la comunidad en asuntos locales de importancia. “Yo creo que eso lo hace todavía más únicos, sobre todo porque este tema de participación ciudadana no se ha desarrollado mucho en el país”, subrayó.
El diario también trabaja constantemente con líderes comunales y personas activas en su comunidad. De acuerdo con García, estos suelen ser líderes sindicales, presidentes de asociaciones de desarrollo, de turismo o de seguridad. “Ellos no solo son fuentes de información sino que también son con quienes nos aliamos para dar talleres o producir eventos”, explicó García.
En ese sentido, García señaló que una particularidad de La Voz de Guanacaste es que la mayoría de los líderes comunales con quienes trabajan forma parte de la red de periodistas ciudadanos del diario. “Entonces, como puede ver, la red de interacción con los líderes es amplia y rica”, dijo.
El medio costarricense se convirtió en una asociación sin fines de lucro en 2015, aunque la publicidad continúa representando el 20% del total de sus ingresos. Pero su meta, según García, luego de transformarse en una ONG es conservar su independencia e integridad editorial. Actualmente su modelo de financiación es a través de donaciones y suscripciones. Sus cofundadores – entre ellos los estadounidenses John S. Johnson y su esposa Susan Short – siguen financiando gran parte de los proyectos.
La Voz de Guanacaste financió sus operaciones durante el año 2016 gracias a la venta de publicidad (19%), tanto de su edición impresa como digital, por medio de becas (12%) y por donaciones privadas (69%), de acuerdo con García.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.