Por Heloisa Aruth Sturm y Paola Nalvarte
Un estudio reciente realizado por la Unión Europea de Radiodifusión constató que “los medios de servicios públicos consolidados y bien financiados van de la mano con los signos de una democracia saludable”.
Históricamente, los medios de comunicación públicos en América Latina se han visto afectados por problemas de financiamiento y escasos recursos. La tradicional respuesta de dichos medios frente a esta situación ha sido buscar el apoyo del Estado, afectando así su línea editorial. En consecuencia, tanto ejecutivos de medios de comunicación como periodistas han tenido que buscar modelos de financiación alternativos.
En este segundo artículo de la serie que aborda medios de comunicación públicos en América Latina, varios investigadores conversaron de manera independiente con el Centro Knight sobre las posibles soluciones para lograr autonomía financiera, lo que ellos consideran es uno de los mayores desafíos para la consolidación de un sistema de comunicación pública independiente.
Entre las consideraciones de los modelos mencionados por los especialistas están el crowdfunding, el cobro de un impuesto televisivo a los ciudadanos y la transferencia del impuesto cobrado a las empresas de telecomunicaciones. Otros combinan varios criterios.
Eugênio Bucci, profesor de periodismo de la Escuela de Comunicaciones y Artes de la Universidad de São Paulo es un convencido de que “la independencia es un requisito no negociable para los medios públicos”.
Para lograr esa independencia, Bucci argumenta que es preciso que la fuente de los recursos sea independiente. Recomienda que los recursos sean públicos (que provengan del gobierno), o que provengan del público (directamente de los ciudadanos).
Según Bucci, para que el poder político no interfiera en el funcionamiento del canal público es necesario asegurar que el financiamiento de la emisora no esté vinculado a acciones discriminatorias por parte de las autoridades.
“Es importante que el apoyo financiero llegue al canal antes de que algún político diga: ‘Este año no habrá dinero’”, dijo el profesor, también expresidente de Radiobrás, empresa pública de comunicación fusionada a EBC en 2008.
Los expertos mencionan frecuentemente a la empresa mediática estadounidense PBS como ejemplo de un modelo exitoso de financiamiento. Esta recibe contribuciones voluntarias directamente del público y también fondos del gobierno federal, pero su administración es independiente.
Según Eugênio Bucci, esa práctica del crowdfunding se volvió recientemente popular desde que se convirtió en la herramienta utilizada por ciertos medios públicos antes de la crisis que actualmente atraviesan los modelos de negocios mediáticos.
El modelo del medio público británico, la BBC, se destaca como un ejemplo exitoso de financiamiento. Los recursos financieros están garantizados por ley y son recibidos directamente del ciudadano, que paga un impuesto de contribución anual de £145,50 (cerca de US 188 de dólares). En 2014, la BBC recaudó de los ciudadanos británicos cerca de £3,7 billones (US 4,7 billones de dólares), de acuerdo con el reporte anual de la emisora.
Otro tipo de financiamiento sería la transferencia de un porcentaje de los impuestos pagados por las empresas de telecomunicaciones.
El especialista en producción ejecutiva y gestión de televisión pública, Décio Júnior, sugiere que un porcentaje del impuesto que pagan las empresas de telecomunicaciones por el uso del espectro radioeléctrico sea destinado al financiamiento de los medios públicos.
“Es un modelo que podría funcionar, porque no se estaría creando un impuesto nuevo, es impuesto que las empresas ya pagan. Pienso que ese modelo es razonable”, dijo Júnior, investigador de la Fundação Perseu Abramo.
En Argentina, por ejemplo, la ley de 2009 estableció que el 20 por ciento del impuesto pagado por las cadenas de radio y televisión privadas sea destinado a los medios estatales de Radio y Televisión Argentina.
Sin embargo, la mencionada ley provocó un profundo desgaste institucional en el país, ya que varios jueces paralizaron su aplicación durante años. Recién en 2013 fue declarada válida por la Corte Suprema de Justicia argentina, según informaciones de la BBC.
En el caso de Colombia, canales privados de televisión de señal abierta, como Caracol y RCN, están obligados por ley a destinar un porcentaje de sus ingresos anuales al Fondo de Desarrollo de la Televisión Pública. Las operadoras de televisión por suscripción, como Directv Colombia, también destinan recursos para el financiamiento de las emisoras públicas.
Este año, cerca de 7.2 billones de pesos colombianos (cerca de US 2.46 millones de dólares) del mencionado fondo fueron utilizados para financiar la producción de contenidos educativos y culturales, según la Autoridad Nacional de Televisión.
Sin embargo, el director de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) de Colombia, Pedro Vaca Villarreal, dijo al Centro Knight que los aportes del fondo estatal, de las únicas dos empresas de medios privados de señal abierta y de las operadoras de cable no son suficientes para financiar los contenidos de los once medios públicos que posee el país (ocho a nivel regional y tres a nivel nacional).
Además de los recursos limitados que reciben los medios públicos, Vaca Villarreal también señaló que existe un problema de gobernanza concentrada en el poder Ejecutivo y local que obstaculiza la autonomía editorial y financiera de los canales públicos colombianos.
“La autoridades locales tienen capacidad de aumentar o disminuir la cantidad de recursos de los canales públicos; [...] hay contenidos con mucha injerencia de las autoridades”, dijo Vaca Villarreal.
Añadió que son pocos los medios públicos financiados por el Estado los que han logrado institucionalizar un espacio de opinión independiente.
Brasil posee los recursos para resolver el problema financiero, aseguró Décio Júnior: se trata del Fondo de Fiscalización de las Telecomunicaciones (Fistel), cuya recaudación de impuestos entre 1997 y 2004 ascendió a R $67 billones (cerca de US 21 billones de dólares). En 2015, la cantidad fue de R $5.4 billones (cerca de US 1.7 billones de dólares).
La ley de creación de EBC establece que 75 por ciento de los recursos que se recauden anualmente por el Fistel deben estar dirigidos a fomentar la radiodifusión pública. El problema es que la contribución ha sido cuestionada por las empresas de telecomunicaciones, y dicho valor está siendo depositado en una cuenta en calidad de garantía, hasta que el tribunal determine la legalidad del impuesto. El dinero, que se encuentra inaccesible desde 2009 en una cuenta judicial, asciende ya a los R $2 billones (cerca de US 630 millones de dólares).
Los medios públicos de Brasil, Costa Rica y Uruguay, entre otros, utilizan modelos de financiamiento mixtos que combinan recursos públicos y privados.
En cuanto a los modelos mixtos de financiamiento de los medios públicos se destaca la TV Cultura, de Brasil.
TV Cultura es una fundación manejada por un consejo de administración compuesto por representantes de la sociedad y del gobierno, que recibe recursos públicos. Como los montos transferidos no son suficientes para garantizar el mantenimiento del medio, el canal también recurre a la publicidad, según Bucci.
Por su parte, Heloiza Matos e Nobre, docente del programa de postgrado en Ciencias de la Comunicación (PPGCOM) de la USP, defiende el modelo mixto de financiamiento, con participación del Estado, de recursos provenientes de empresas privadas. También está de acuerdo con los aportes de los ciudadanos, los cuales podrían hacerse a través de sus pagos por uso de servicios públicos, como la electricidad.
“Con esa triple contribución, todos estarían en condición de exigir la rendición de cuentas de lo que se esté haciendo”, afirmó Nobre, quien también está a cargo del Grupo de Investigación de Comunicación Pública y Política (Compol), que se inició en 2009 en la Facultad Cásper Líbero.
La diversidad de modelos de financiamiento también fue uno de los temas del 7o Foro Internacional de Medios Públicos, que se llevó a cabo en junio de este año en Chile. Representantes de los canales públicos de Chile, Uruguay, Colombia y Costa Rica debatieron en un panel sobre las formas de obtener recursos para garantizar la eficiencia y la autonomía de dichos medios.
“Creemos que es muy conveniente diversificar las fuentes de financiamiento y que no estén centralizadas en un grupo, ya que en la medida que los aportes estén correctamente equilibrados podemos evitar las presiones”, dijo en el foro el subdirector del Sistema Nacional de Radio y TV de Costa Rica, César Martínez, según publicaciones del portal Medio a Medio.
El Sistema Nacional de Radio y TV de Costa Rica recibe ingresos publicitarios y contribuciones del gobierno.
Martínez reconoció que este no es un “modelo perfecto”, pero dijo que está mostrando señales positivas, permitiendo que el canal permanezca enfocado en “temas que realmente dan un valor agregado en términos de producción, y al cumplimiento de su naturaleza”.
En Uruguay, los recursos financieros que mantienen en funcionamiento a Radiodifusión Nacional provienen tanto de la publicidad como del presupuesto estatal, según Medio a Medio.
TVN de Chile es la única televisión pública en América Latina que se autofinancia por medio de publicidad y otros servicios televisivos que ofrecen a empresas privadas, según dijo al Centro Knight Ricardo Solari, presidente del directorio de dicho canal.
No obstante, Solari explicó que el modelo de financiación de TVN de Chile está actualmente en discusión en su país.
“Si bien es cierto que nos ha garantizado pluralismo, no nos ha garantizado toda la inversión que se requiere para postular al mundo [digital] de la multiplataforma”, comentó.
Solari, también exministro de Trabajo y Previsión Social, dijo que al ser TVN de Chile un canal de nicho que debe competir con televisoras propiedad de grandes grupos económicos transnacionales, requiere una nueva capitalización del Estado.
Para esto, añadió Solari, se ha pedido al Parlamento la aprobación de fondos que permitan mejorar el sistema corporativo, “sin que esto signifique la pérdida de nuestra autonomía”, de modo que el canal pueda desarrollar una capacidad importante en el mercado de la televisión digital.
Asimismo, Valerio Fuenzalida, investigador de la Universidad Católica de Chile, afirmó que los medios públicos sí requieren de recursos públicos.
En el libro “Televisión Pública: experiencias de Alemania y Latinoamérica”, Fuenzalida resaltó las limitaciones de la autofinanciación publicitaria en el caso de TVN de Chile. Este tipo de financiamiento, dijo, ha introducido limitaciones en la programación por contener programas “que no son interesantes para la publicidad”.
Como ha señalado Eugenio Bucci, se puede considerar que el canal es independiente del gobierno, pero no del mercado.
Para Pedro Ramela, director de Radiodifusión Nacional de Uruguay, el modelo de financiamiento no necesita ser igual en todos los países. Es importante considerar el contexto local.
“El mundo real tiene alternativas con las que tenemos que convivir, nosotros arrastramos la realidad de cada uno de nuestros países,” dijo Ramela en el foro. “La financiación tiene que estar de acuerdo a la realidad.”
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.