Pedro Valtierra Ruvalcaba es el cuarto fotógrafo que recibe el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural “Fernando Benítez” de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), en México, un reconocimiento que desde 1992 se entrega cada año a figuras del periodismo con una sólida obra y una amplia trayectoria.
El homenaje se llevó a cabo el 4 de diciembre, durante el cierre de la edición 2022 de la FIL. El reconocimiento honra los 50 años que Valtierra lleva practicando la fotografía, desde que a la edad de 16 recibió su primera cámara fotográfica, una Kodak Instamatic.
Foto: Isabel Mateos/Cuartoscuro. Banner: Edgar Chávez/Cuartoscuro
Desde entonces, Valtierra ha desarrollado una destacada carrera en el fotoperiodismo en emblemáticos diarios mexicanos como El Sol de México, Unomásuno y La Jornada. Pero también se le debe un importante impulso al registro y preservación de la fotografía documental en México, a través de la agencia que fundó en 1984, Cuartoscuro, así como la revista del mismo nombre.
Valtierra, nacido en Fresnillo, en el estado de Zacatecas, define a Cuartoscuro como una agencia que se ha dedicado a registrar los temas importantes del país desde una perspectiva independiente y abierta. La revista ha publicado el trabajo de más de 4 mil 500 fotógrafos, en su mayoría mexicanos.
A un par de semanas del homenaje, Valtierra charló con LatAm Journalism Review (LJR) sobre el reconocimiento, sobre cómo utiliza las redes sociales para mantener vigente su obra fotográfica y sobre cómo para él las amenazas y violencia que sufre la prensa no es nada nuevo, pues él las experimentó en carne propia hace décadas, cuando cubrió la Revolución Sandinista en Nicaragua o los levantamientos indígenas en Chiapas.
*Esta entrevista ha sido editada por fines de extensión y claridad.
LJR: ¿Qué representa para su carrera haber recibido el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural “Fernando Benítez” de la FIL?
Pedro Valtierra: Es un homenaje muy significativo en mi carrera profesional, la cual data ya de hace casi 50 años. Es un estímulo importante, sobre todo viniendo de la FIL, una organización importante de la cultura mexicana, y llevando el nombre de don Fernando Benítez [periodista mexicano que fundó múltiples suplementos culturales en importantes medios escritos en México] es algo que a mí me hace sentir contento y agradecido. Esa distinción se la dan a pocas personas y ahora que me tocó, pues estoy muy contento, muy agradecido. Como decía mi amigo [el también fotógrafo] Julio Mayo, los premios hay que recibirlos, agradecerlos y disfrutarlos. Y no creérselos tampoco.
LJR: Usted tiene una cuenta de Instagram con más de 10 mil seguidores. ¿Qué ventajas le trae como fotoperiodista y qué opina de que las nuevas tecnologías y las redes sociales estén ocupando ese espacio que antes cubría la fotografía?
PV: Ventajas no me trae muchas. Económicas, no. Pero [con Instagram] estás al pendiente, estás al día, estás vigente. Yo estoy subiendo mis fotos históricas y eso te da vigencia, te da presencia en el mundo contemporáneo. Y bueno, como dicen, tiene uno que renovarse, actualizarse. Yo estoy ahí un poco asesorado por la gente que trabaja conmigo.
México es un país en el que la situación es muy adversa para los periodistas en general, y bueno, ahora con todo esto de lo digital, el TikTok, de las redes sociales en general, pues sí ha generado una situación de desventaja para los periodistas, porque está quitando mucho del empleo, mucho del trabajo. Pero no podemos hacer nada porque son tiempos de cambios. No podemos hacer mucho, solamente ofrecer calidad, ofrecer mejores alternativas como fotógrafos, mejores puntos de vista, mejor trabajo, con más rigor. En el mundo, lo digital está cambiando a los medios. Las desventajas que tiene ahora para la fotografía periodística profesional son muchas, porque ahora los medios se abastecen en un gran medida de fotos de las redes, de la gente en la calle. Ahora un teléfono es una cámara. Y entonces todo está retratado, todo está fotografiado en todos lados y eso pues sí, la verdad es que limita mucho el desarrollo de la fotografía. Yo apuesto, yo creo, tengo confianza en que la foto de calidad al final se va a imponer. Al final, los medios tienen que trabajar más con la foto profesional.
LJR: En su carrera le tocó cubrir conflictos en Centroamérica, donde hoy los periodistas están siendo asediados y perseguidos, sobre todo judicialmente. ¿Cómo fue para usted cubrir estos conflictos de décadas pasadas?
PV: Eran otros años, era otra época. Hubo problemas en Centroamérica. Por ejemplo, yo aparecí, junto con muchos otros periodistas, en una lista negra que un grupo paramilitar sacó. En Nicaragua sí había mucha hostilidad hacia los fotógrafos y periodistas de todos los medios. [Los involucrados] No querían difusión, no querían promoción y bueno los periodistas siempre buscamos la información de todos lados y era interesante hacer entrevistas a los guerrilleros, y eso al Estado, al Ejército, a los gobiernos no les convenía. Eso ponía en una situación compleja el trabajo de los periodistas.
Sin embargo es lo que pasa, es el riesgo del oficio. Yo no me quejo. Claro que en los años 70 y 80 era una situación muy diferente a lo que estamos viviendo ahora. Particularmente en México donde la violencia se ha dado de una manera terrible contra los periodistas, contra los fotógrafos.
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Creo que los medios mexicanos sí deberían preocuparse más por estos temas [los conflictos sociales en la región]. Porque al final es una información que tiene que ver mucho con lo que está pasando en América Latina y me parece que es importante que esté un reportero y un fotógrafo contando esas historias desde ahí.
LJR: Hablando de violencia, uno de los periodistas asesinados este año en México fue justo un fotógrafo, Margarito Martínez, en Baja California. Igualmente en Haití, Maxihen Lazarre, también era fotoperiodista. ¿Cree que esta violencia haga que los fotoperiodistas dejen de cubrir temas complicados?
PV: Yo creo que la idea [de la violencia] es intimidar a la prensa, tanto de algunos gobiernos locales como de los grupos de delincuencia organizada que intimidan para que no se publique. Es una manera de tratar de callar a la prensa. Por ejemplo, hay estados en México como Tamaulipas, como Guanajuato, en donde prácticamente los periodistas han dejado de existir. No están en la calle por el riesgo, por el temor justificado de que los maten.
El sentido de todos esos asesinatos contra la prensa es la limitación, acallar, que la prensa guarde silencio ante los hechos. Y yo soy de los que creen que no hay que arriesgar la vida por una foto o por una nota. Sé que es un poco complejo lo que digo pero sí vale la pena que nos cuidemos, porque sí está fea la situación. Lo de Margarito, por ejemplo, se ve que fue una acción directa contra la prensa para intimidar precisamente a un fotógrafo que estaba dando coberturas importantes, coberturas policiacas que tenían que ver con estos grupos.
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Nosotros cubrimos mucho [los conflictos sociales de] Chiapas, donde había una represión terrible. Recibimos amenazas incluso del propio Ejército y nunca nos quejamos ni dejamos de cubrir. Tampoco somos temerarios, todo lo hacemos con cuidado. Pero bueno, debemos seguir en el oficio. A los compañeros fotógrafos que están en Michoacán o en otros lugares peligrosos les digo: “Oye, hay que mantener la calma, hay que mantener sobre todo la honestidad”. Nos han invitado grupos de la delincuencia organizada a hacer algunos reportajes. Nosotros vamos, pero siempre mantenemos nuestra actitud de independencia y siento que muchos de ellos lo saben. Nosotros no estamos ni con el gobierno ni con los delincuentes. Nosotros hacemos periodismo. Y no calificamos, porque si calificamos luego se cierran las puertas. Yo prefiero registrar estas cosas de violencia, que es necesario que se registre para el futuro y para la información cotidiana.
LJR: ¿Qué cree que le hace falta a la fotografía documental en México?
PV: En México lo que hace falta es seguir trabajando con los temas sociales importantes. Los temas del campo, los temas de la ciudad. Hay muchos temas que no estamos cubriendo. De pronto le dedicamos más tiempo a la cosa política, pero sí es importante dar cobertura a todos los temas sociales, temas del mundo. Eso es lo que nos hace falta, temas sociales importantes para la gente.
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Yo tengo 67 años. Ya estoy más para allá que para acá, pero mantengo el espíritu periodístico y sobre todo este espíritu de libertad que nos hemos ganado desde hace ya muchos años.
