“Creemos que la tecnología puede ser, y a menudo ha sido, una fuerza para el bien. Sin embargo, cuando las empresas tecnológicas anteponen el beneficio al bienestar humano básico, y facilitan la violación de los derechos humanos de personas de todo el mundo, es necesaria la rendición de cuentas legal”.
Este es el núcleo de los argumentos hechos el mes pasado por la organización de defensa de las libertades civiles sin ánimo de lucro, Electronic Frontier Foundation (EFF), a favor del sitio salvadoreño de noticias, El Faro, en una demanda contra el fabricante israelí de software NSO Group.
Pegasus, un programa espía desarrollado por NSO, fue encontrado en los teléfonos de los periodistas de El Faro, según una investigación de Citizen Lab, con sede en Toronto. Los periodistas presentaron una denuncia en 2022 ante un tribunal federal del norte de California argumentando que NSO abusó de los servicios de la empresa californiana Apple, violando la legislación estadounidense.
Pero, después de que un juez desestimara la demanda en marzo de 2024 –y los periodistas de El Faro presentaran una apelación–, varios grupos externos han intervenido para apoyar al sitio de noticias. Las empresas tecnológicas Microsoft, Google y LinkedIn, así como empresas de medios de comunicación y grupos pro libertades civiles, incluyendo EFF, el New York Times y el Pulitzer Center, han presentado escritos de apoyo al caso.
“No hicimos nada para obtener estas declaraciones de apoyo”, dijo el director de El Faro y demandante en el caso, Carlos Dada, a LatAm Journalism Review (LJR). “Nos han sorprendido mucho”.
En los documentos, las empresas solicitan al Juez Federal en EE.UU. James Donato que reconozca que California es la jurisdicción correcta para llevar a cabo el juicio. Además, que se respeten las políticas federales estadounidense de protección al derecho a la libertad de prensa.
NSO ha afirmado que sólo concede licencias de Pegasus a organismos gubernamentales y a agencias de inteligencia, y que rescinde los contratos con los clientes que hacen un uso indebido de su tecnología. También ha dicho que utilizar sus productos para vigilar a periodistas “es un uso indebido grave”.
El Faro es uno de los principales medios digitales independiente de investigación periodística de El Salvador y de América Latina.
Sus periodistas también han sufrido amenazas en redes sociales, acoso judicial y hostigamiento por parte del régimen del presidente Nayib Bukele. Entre acosos, en 2023, el Faro mudó sus oficinas administrativas y jurídicas a Costa Rica.
Gabriel Labrador, periodista de El Faro y uno de los demandantes del caso, explicó a LJR que en estos últimos años, debido al espionaje, los periodistas de El Faro han tenido que evolucionar en su forma de hacer periodismo y en cómo se relacionan con la tecnología.
Mientras los periodistas de El Faro esperan que la apelación sea aceptada y puedan tener un fallo favorable, han tomado ciertas medidas de seguridad.
Labrador, por ejemplo, dijo que dejó de utilizar Google Calendar para agendar sus entrevistas con fuentes, es más precavido sobre lo que habla en redes sociales y usa cada vez menos WhatsApp para temas de trabajo.
“Estamos conscientes de lo que significa estar bajo vigilancia y lo que nos interesa es que la gente siga confiando en nosotros”, dijo Labrador. “Las tecnologías son solo una herramienta y si la herramienta deja de funcionar debemos volver a lo básico del periodismo y, con más razón, proteger nuestras fuentes”.
La demanda de los periodistas de El Faro contra NSO fue desestimada bajo el argumento de que Estados Unidos no es un foro adecuado para atender el caso y concluye que es mejor si es examinado por un tribunal de Israel o de otro país.
Las empresas que mostraron su apoyo a El Faro dicen que es poco probable que NSO se enfrente a responsabilidades legales en su país de origen, Israel. Para ellas, NSO ha tomado ventaja de la tecnología creada en Estados Unidos usándola como vector de espionaje.
“El principal argumento que yo encuentro en estos escritos es que no se debe dejar impune las actividades de NSO porque si son capaces de meter Pegasus a través de los sistemas operativos y tecnologías de Apple o Android, está en riesgo también la seguridad de todas estas empresas”, explicó Dada.
NSO ya tiene otras dos demandas en California interpuestas por Apple y por WhatsApp que no han sido desestimadas.
“Abrir las puertas de los tribunales a las víctimas de violaciones de derechos humanos provocadas por las tecnologías de vigilancia obligaría a empresas como NSO Group a asumir su responsabilidad judicial”, dijo la Fundación Electronic Frontier.
En El Salvador tampoco parece haber un recurso judicial. En enero de 2022, la Asociación de Periodistas de El Salvador (Apes) presentó un aviso ante la Fiscalía General de la República para que investigara el uso de la tecnología de Pegasus en el supuesto espionaje de más de 32 periodistas salvadoreños. Aún no han tenido respuesta.
“La Fiscalía está en manos de alguien muy cercano al presidente [Nayib] Bukele y vemos que hay un problema de falta de independencia”, dijo Labrador a LJR. “No ha habido demostración de que la investigación ha avanzado”.
Los periodistas de El Faro siguen apostando por una solución a nivel internacional y dicen sentirse en una posición mucho mejor en la que estaban hace unos meses.
“Este caso ya trascendió”, dijo Labrador. “Ya no es el caso de los periodistas de El Faro contra una empresa. Aquí se está en juego la libertad de expresión, la libertad de prensa y, en términos generales, la democracia”.