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Fueron 813 días los que el periodista guatemalteco José Rubén Zamora Marroquín estuvo en prisión en medio de un proceso judicial criticado por organismos locales e internacionales por sus irregularidades y violaciones al debido proceso.
En una audiencia que se extendió todo el viernes 18 de octubre, casi a las 9 p.m. el juez Erick Daniel García Alvarado concedió la medida de coerción y sustitutiva, es decir, concedió el arresto domiciliario mientras se define su situación judicial.
“Se decreta con lugar la revisión de medida de coerción que ha sido promovida por el señor José Rubén Zamora Marroquín esto por considerarse que a la fecha por razones de derechos humanos el plazo de prisión ha excedido los límites”, dijo el juez García Alvarado durante la audiencia.
El juez desestimó los argumentos de la Fiscalía sobre el peligro de que el periodista huyera del país, entre otras razones porque el pasaporte de Zamora Marroquín se encuentra en manos de otro juzgado.
Dentro de las medidas sustitutivas dadas por el juez, Zamora Marroquín tiene prohibición de salir del país sin autorización judicial y debe realizar cada ocho días un control biométrico. El juez no impuso ninguna caución económica.
A pesar de que se había informado que la medida se haría efectiva después del fin de semana, el sábado 19 de octubre en horas de la tarde, el periodista salió de la prisión Mariscal Zabala donde se encontraba desde el 29 de julio de 2022.
“Extraordinariamente feliz”, dijo Zamora Marroquín a los periodistas que se encontraban esperando a las afueras de prisión. “Hemos visto todos que hay jueces también correctos”.
Zamora Marroquín agradeció a los periodistas locales y a organizaciones internacionales por el apoyo mostrado durante estos más de dos años. Durante casi 20 minutos respondió preguntas, en momentos emocionado hasta las lágrimas asegurando que siempre había sido “un llorón”. Zamora Marroquín dijo que le gustaría revisar su estado de salud, especialmente sus pulmones y sus cuerdas vocales. También dijo que tiene que revisar cuál será su futuro e incluso qué podría hacer como periodista.
“Cuesta mucho ser periodista”, dijo Zamora Marroquín, de 68 años, a los periodistas afuera de la prisión. “Ahorita siento un poco que luchamos mucho y hemos fracasado. A ustedes les va a ir mejor, espero”, agregó con voz entrecortada.
Su hijo, José Carlos Zamora, celebró la liberación como una victoria para la libertad de prensa.
“Por fin puede defenderse como siempre debió hacerlo, libre de un proceso infundado y abusivo”, dijo Zamora a LatAm Journalism Review (LJR). “Estamos encantados por este momento tan esperado y profundamente agradecidos por el apoyo y la solidaridad que nos han sostenido. Todavía queda un largo camino por recorrer, pero esto marca una victoria para mi padre, nuestra familia y la libertad de prensa en Guatemala”.
Zamora Marroquín habló de los casos que siguen abiertos en su contra, de las estrategias que se han usado para mantenerlo en prisión e incluso de la posibilidad de que “inventen” nuevos delitos en su contra. Sin embargo, se mostró optimista para seguir luchando.
“Tengo el espíritu, el coraje y la fe. Ellos van a terminar primero que yo”, dijo Zamora Marroquín.
Carlos Lauría, director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), dijo a LJR que la medida de arresto domiciliario era el “resultado imprescindible” de una lucha que se venía haciendo desde la SIP y otras organizaciones desde hace mucho tiempo ante “un encarcelamiento injusto y arbitrario motivado claramente por las investigaciones de Zamora”.
Lauría, no obstante, dijo que la expectativa es lograr que los cargos en contra del periodista sean retirados, y presionar por evitar que ocurran más obstáculos en el desarrollo del debido proceso en los casos judiciales abiertos.
“Estaremos muy atentos ante cualquier posibilidad de que esto ocurra para alertar a la comunidad internacional”, dijo Lauría.
José Carlos Zamora se manifestó sobre esta misma preocupación señalando que su padre podría volver a prisión “mañana mismo”, informó la agencia EFE. En conferencia de prensa junto a representantes de Reporteros Sin Fronteras señaló que “es complicado confiar en un sistema que en gran parte está manejado por una célula criminal, tanto dentro del Ministerio Público como en una serie de jueces”.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) también celebró la decisión de otorgar casa por cárcel al periodista. “Este avance marca una nueva etapa para él, su familia y todos los que han luchado incansablemente por su libertad”, escribió en su cuenta de X.
El CPJ fue una de las 19 organizaciones que habían exigido garantías al debido proceso para Zamora Marroquín. “Las organizaciones firmantes expresamos nuestra profunda preocupación por las violaciones a sus derechos humanos y los nuevos atentados a la independencia judicial”, escribieron en un comunicado del 17 de octubre.
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también se pronunció antes de la audiencia. El Relator Especial de la CIDH, Pedro Vaca, dijo en su cuenta de X que no había recibido información sobre las razones para mantener en prisión al periodista Zamora Marroquín.
“Pido al Estado agendar inmediatamente las audiencias respectivas asegurando que en ellas se tomen determinaciones con respecto a la vigencia de la prisión preventiva”, escribió Vaca.
“Zamora vuelve a casa”, escribió en su cuenta de X el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, quien se reunió con Zamora Marroquín la noche del 21 de octubre. “La justicia comienza a llegar, el ciclo oscuro va a terminar”.
“Visité a José Ruben Zamora … quien fue quizá el más significativo ejemplo del castigo al que fue sometida la prensa durante el régimen de oscuridad y corrupción que comienza a perder espacio, gracias al empeño y apoyo del pueblo de Guatemala. Sin libertad de expresión no hay democracia”, escribió Arévalo.
Zamora Marroquín fue arrestado el 29 de julio de 2022 acusado del delito de lavado de dinero, tráfico de influencias y chantaje. El periodista, reconocido por sus investigaciones que tocaron hasta presidentes, incluido Alejandro Giammattei, ha negado las acusaciones y asegura que se trata de una retaliación por su trabajo.
Desde el inicio de las investigaciones en su contra organizaciones nacionales e internacionales han señalado las irregularidades que allí se ven.
El 14 de junio de 2023 fue sentenciado a seis años de prisión por lavado de dinero. Esta sentencia fue anulada en octubre de 2023, y se ordenó un nuevo juicio, algo que no ha pasado. Su caso incluso ha sido monitoreado por TrialWatch, una iniciativa de la Fundación Clooney para la Justicia, que busca ayudar a liberar a personas detenidas injustamente en el mundo. En su informe, TrialWatch señaló que el juicio de Zamora Marroquín fue “fundamentalmente injusto” y aseguró que de llevarse a cabo uno nuevo debería empezar desde cero para subsanar las fallas en la recolección de pruebas.
Además del caso por lavado de dinero, Zamora Marroquín tiene otros casos abiertos en su contra. Uno de ellos por el presunto delito de “obstrucción a la justicia” y que se sustenta en las columnas de opinión escritas por el periodista en las que criticó y apuntó las irregularidades que vio en su propio caso.
*Este artículo ha sido actualizado para agregar una declaración de José Carlos Zamora.