Por primera vez en sus 21 años de historia, el Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ) se celebró exclusivamente en línea en 2020. Para ver este panel en inglés, haga clic aquí. Para ver otros paneles en su idioma original (inglés), haga clic aquí.
Cuando se trata de periodismo, ha habido una larga discusión y un dilema en torno a la palabra “objetividad”. Ha sido parte del periodismo profesional y de discusiones académicas, pero parece que todavía hay mucha confusión sobre ella y qué hacer con su uso.
Esa fue una de las razones por las cuales Tom Rosenstiel, director ejecutivo del American Press Institute, hizo su presentación principal “La objetividad no es neutralidad: ¿cuál es el propósito de la investigación periodística?” durante el 21º Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ) el 24 de julio. La conversación fue moderada por Kathleen McElroy, directora de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Texas en Austin.
En una conversación que tuvo momentos de historia de periodismo, filosofía y conclusiones personales, Rosenstiel comenzó citando a su amigo Bill Kovach cundo decía que “cada generación inventa su propio periodismo”.
“Este es uno de esos momentos. Hemos entrado en un periodo de reflexión, reexamen y reconocimiento de la raza, el racismo, la cultura por defecto (default culture) en la redacción, la objetividad, el propósito del periodismo y más”, dijo Rosenstiel. En este momento, las personas desconfían de los medios, incluso “personas de los medios” desconfían de ellos, y es por eso que hacer preguntas sobre el rol que el periodismo juega en una sociedad democrática, y el propósito de la investigación periodística aparece, explicó.
Para responder a estas preguntas, Rosenstiel explicó el contexto en el que nació el periodismo profesional. El propósito, dijo, era que la información en poder de unos pocos pudiera ser compartida por muchos. En ese momento, el concepto de “opinión pública” ni siquiera existía. “El periodismo existe en la historia y en nuestra Constitución estadounidense para que las personas puedan autogobernarse”, dijo.
Fue precisamente en este contexto cuando la palabra objetividad comenzó a formar parte del periodismo. El mundo estaba en crisis, la Primera Guerra Mundial acababa de terminar y la gente comenzó a preguntarse si la democracia era importante. A la gente le preocupaba que el periodismo no cumpliera su papel.
Dijo que tiene que haber espacio para reconocer que un periodista tiene un punto de vista inicial, sin negar la posibilidad de “métodos objetivos” para hacer sus reportajes.
“No me gusta la palabra objetividad”, dijo. “Los periodistas no la inventaron. No somos los primeros en confundirnos con ella, pero estamos enormemente confundidos y nos está haciendo daño”.
Sin embargo, dejó en claro que no le gustaba el concepto binario entre “objetividad y subjetividad”, porque si los periodistas acuerdan que la objetividad no es posible, la única opción que queda es la subjetividad, y esa no podría ser la forma en la que se hace periodismo.
Rosenstiel y McElroy coincidieron en que todavía hay mucho que discutir con respecto a encontrar otro término que no sea “objetividad” que podría definir un método periodístico utilizado en la búsqueda de la verdad.
Ambos también hablaron sobre la cultura predeterminada (default culture) y su impacto en cómo se cubren las historias. McElroy preguntó si al negar la cultura predeterminada, las salas de redacción creaban espacios para mantener otras estructuras, como el patriarcado. Rosenstiel estuvo de acuerdo y dijo que era un fracaso intelectual del periodismo.
“En lugar de evitar conversaciones difíciles, pensando que todas las personas piensan igual, [las salas de redacción deberían] crear un entorno en el que las personas puedan estar en desacuerdo y aportar experiencias personales”, dijo Rosenstiel.
Rosensteil dijo además que los periodistas siempre se ha apoyado causas, “respaldan varias cosas incluso antes de que traigamos nuestras propias experiencias personales”. Por ejemplo, los periodistas defienden los hechos, la transparencia gubernamental, la igualdad en la ley, la justicia racial, la representación de los que no tienen voz, entre otros principios. También por su cultura predeterminada que es definida por su género, etnia y conciencia individual.
Para Rosensteil es una ventaja que cada generación cree su propio periodismo porque ahora hay un “sentido más claro de los males de la cultura predeterminada y el sesgo inconsciente en el periodismo”, y eso hace que el periodismo sea mejor.
“Me quedo con la disciplina profesional en la que creemos: esta forma escéptica de conocer el mundo, esta pasión por aprender e informar, que nos distingue de los propagandistas y defensores políticos cuyo objetivo principal es persuadir. Esto es lo que nos salvará”, enfatizó. “Pero si abandonamos ese propósito común o lo reemplazamos por una comprensión equivocada de la objetividad al refugiarnos en la subjetividad y si creemos que nuestra opinión tiene más integridad moral que una investigación genuina, entonces me temo que estamos perdidos”.
Puede ver el panel completo en español e inglés.
ISOJ 2020 tuvo lugar en línea del 20 al 24 de julio. Eche un vistazo a nuestra cobertura especial en nuestro sitio.