El 23 de marzo, un grupo de abogadas especializadas en la defensa de la libertad de expresión lanzó la organización sin fines de lucro Tornavoz, creada para garantizar una defensa legal especializada a periodistas y otros ciudadanos brasileños que son objeto de demandas “por el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión”, como se indica en el sitio web de la organización.
Tornavoz también pretende contribuir al desarrollo de la jurisprudencia sobre el tema en Brasil, participando en procesos estratégicos y acciones de sensibilización para promover la discusión y valoración por parte de la sociedad del derecho a la libertad de expresión.
Una de las fundadoras y directoras de Tornavoz es la abogada Taís Gasparian, especialista en el área de derecho civil en lo que se refiere a medios de comunicación, publicidad e internet. “He dedicado prácticamente toda mi vida profesional a defender a periodistas, medios de comunicación y plataformas digitales”, dijo Gasparian a LatAm Journalism Review (LJR).
“Desde hace un tiempo vengo notando un uso más sistemático del Poder Judicial para intimidar a la prensa. El propio litigio y el miedo a una condena terminan inhibiendo la acción independiente de los periodistas y también de los artistas, docentes y ciudadanos”, dijo.
Según ella, contar con un apoyo legal especializado en esta área del derecho “hace toda la diferencia, para que las personas y los pequeños medios no se sientan intimidados por el proceso”. Sin embargo, Gasparian destaca que, en Brasil, existe una concentración de abogados especializados en este tema en el eje Río de Janeiro/São Paulo, las mayores ciudades del país y donde se concentran los principales medios brasileños.
Para combatir lo que ella llama “desiertos de defensa”, Tornavoz pagará a los abogados que trabajan en casos patrocinados por la organización sin fines de lucro, además de brindar asistencia técnica a la defensa. La idea es que la remuneración “fortalezca el interés de los abogados en esta área de práctica”, dijo Gasparian. “Con esto, esperamos que los resultados a largo plazo de las acciones de Tornavoz sean duraderos: la conformación de una red de abogados con experiencia en litigios relacionados con la libertad de expresión y que, de manera estructurada, luchen a su favor”, dijo.
Las solicitudes de apoyo de Tornavoz deben realizarse a través de un formulario disponible en el sitio web del instituto. Según Gasparian, como los recursos de la organización aún son escasos, habrá una selección y se dará prioridad a los casos “que involucren temas vinculados a grupos históricamente marginados, como mujeres, negros, indígenas, LGBTQIA+, que están lejos de ser grandes centros urbanos, y a medios de noticias dedicados a dichos temas o que tengan operaciones locales/regionales”, según el sitio web.
Tornavoz es socio de la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji) en el Programa de Protección Legal para Periodistas, lanzado en abril de 2021. El Programa ofrece asistencia legal a periodistas que, por su trabajo, son objeto de procesos judiciales con el objetivo de silenciarlos o avergonzarlos, o que estén siendo hostigados, amenazados y perseguidos y que quieran procesar a los agresores en la vía civil. Otro proyecto de Abraji, Ctrl+X, que monitorea demandas contra periodistas, reunió 5.514 demandas solicitando la eliminación de contenido periodístico de Internet entre 2002 y 2021.
Gasparian dijo a LJR que la idea de remunerar a los abogados y abogadas que trabajan en defensa de la libertad de expresión fuera de los grandes centros urbanos ya era una meta de Tornavoz, pero participar en el Programa de Protección Legal para Periodistas le dio al equipo de la organización sin fines de lucro “la convicción de que ese era el camino a seguir”.
“Los casos que analizamos dentro del programa Abraji muestran la vulnerabilidad de los periodistas fuera de los grandes centros urbanos y la importancia de contar con respaldo legal. Esa experiencia fue y sigue siendo importante para estructurar las bases de operaciones de Tornavoz”, dijo.
Según la abogada, “Brasil no tiene una tradición efectiva de protección de la libertad de expresión, este es un derecho que está bajo constante amenaza y el escenario ha empeorado en los últimos años”.
Gasparian agregó: “A través de las acciones de Tornavoz, pretendemos tener un efecto específico, por un lado, en cada una de las demandas, pero también señalar que la sociedad civil está atenta a este tipo de abusos. El litigio estructurado en defensa de este derecho, tanto en casos individuales como en casos estratégicos, es algo que creemos contribuye a la protección de la democracia”.