Por Isabela Fraga
Además del creciente número de intentos de censura contra periodistas y blogueros con la proximidad de las elecciones municipales en Brasil, surgen también más casos de agresiones a profesionales de los medios por parte de simpatizantes de los candidatos. La semana pasada, un equipo periodístico de la revista Época fue amenazado y obligado a borrar el contenido de la cámara fotográfica en Minas Gerais, informó la propia revista en su editorial del 15 de septiembre. En Ceará, un presentador de televisión fue agredido durante la grabación de una reportaje el domingo 16 de septiembre, infomó el diario Tribuna Hoje.
El caso de la agresión a los periodistas de la revista Época, ocurrió durante la investigación de una denuncia sobre compra de votos. El reportero Marcelo Rocha y el fotógrafo Emmanuel Pinheiro se encontraban en la ciudad de Betim, en Minas Gerais, entrevistando a un grupo de camioneros que aparecieron en un video recibiendo dinero a cambio de apoyo político al candidato a la alcaldía local Carlaile Pedrosa.
En entrevista por correo electrónico para el Centro Knight para el Periodismo en las Américas, el reportero dijo que durante la conversación que otro camionero llegó y cuestionó la presencia de ellos en el lugar. Desde ese momento el equipo periodístico comenzó a ser amenazado. "Uno de ellos quería pasar por encima de los periodistas llevando un garrote, pero fue detenido por sus compañeros", afirmó. Los camioneros también exigieron que el fotógrafo borrara todas las imágenes tomadas en la ciudad.
En Ceará, un periodista que hacía un reportaje para Monólitos TV, en la ciudad de Quixadá, fue interrumpido por el golpe de un simpatizante del candidato Ilario Marques, informó el Diário de Pernambuco.
Según el portal G1, el agresor sería el coordinador de la campaña política del candidato, y el periodista Wal Alencar denunció que Marques realizaba una supuesta reunión política en las instalaciones de una escuela pública, lo que está prohibido en época electoral. El periodista termino de grabar los hechos con el rostro ensangrentado.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
