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Agência Presentes combate la desinformación de género en América Latina con una nueva unidad de verificación de datos

En el mayor acontecimiento deportivo del mundo, una campaña de odio empañó el camino de una atleta hacia el podio. La boxeadora argelina Imane Khelif ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024 en medio de una oleada de ataques en internet que cuestionaban su género.

El caso de Khelif se convirtió en la primer fact-check de La Factoría, la recién creada unidad de verificación de datos sobre género y diversidad de Agencia Presentes. El artículo desentraña este ejemplo más reciente de desinformación de género, campañas impulsadas por actores políticos que fomentan y alimentan el odio hacia las mujeres y las personas LGBTQIA+. Se trata de un fenómeno global que se viene dando cada vez con más frecuencia en América Latina, según explicó a LatAm Journalism Review (LJR) María Eugenia Ludueña, codirectora de Presentes.

“Vimos con la pandemia cómo empezó a crecer la información engañosa, distorsionada, absolutamente falsa, en especial en las redes sociales", dijo Ludueña.

Desde hace años, Presentes publica artículos que combaten la desinformación sobre género y diversidad sexual. Son temas en los que la agencia -con sedes en Buenos Aires y Ciudad de México- se ha enfocado desde su fundación en 2016.

Entre finales de 2023 y principios de 2024, Presentes se asoció con el sitio mexicano Verificado para contrastar hechos sobre temas de género y sexualidad que eran blanco de desinformación en México, como la transmisión del VIH y la patologización de la transexualidad. Ludueña también participó en la creación de una guía de Chequeado -pionero argentino en fact-checking en América Latina- sobre cómo aplicar la perspectiva de género a los datos.

“Entendimos que teníamos que tomar eso y dedicarle un espacio y una metodología específica”, dijo Ludueña. “Por otro lado, nos dimos cuenta de que ya veníamos haciendo este trabajo sin llamarlo lucha contra la desinformación, sino periodismo”.

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Identidad visual de La Factoría, creada por el equipo de diseño mexicano Andamos Flotando. (Ilustración: Andamos Flotando/Agencia Presentes)

Ver un aumento de la desinformación de género y trabajar con organizaciones de fact-checking motivó a Presentes a adoptar oficialmente el formato de fact-checking y crear su propia unidad de verificación.

“Crear La Factoría fue una forma de sistematizar un trabajo que ya estábamos haciendo”, explica a LJR Ana Fornaro, codirectora de Presentes. “Y también tiene que ver con una cuestión política que es de pararnos desde el lugar de decir: ‘Este discurso es desinformación. No es una cuestión de opinión de la persona que lo emite, no es una cuestión ideológica de un medio y nosotras somos la contraideología’”.

Nos vamos a parar desde el lugar donde se paran los grandes medios también que deciden que es información y que es desinformación”, añadió.

Panorama regional

Además de la colaboración con Verificado, el equipo de Presentes se formó con Chequeado para aprender la metodología del fact-checking y aplicarla a la desinformación de género.

Nos pareció una súper oportunidad para impulsar este formato específico que ayuda a desmentir desinformaciones y cosas falsas que se dicen en el discurso público, y Agencia Presentes puede hacerlo con una perspectiva específica, con seriedad y con profesionalismo”, dijo a LJR Olivia Sohr, directora de impacto y nuevas iniciativas de Chequeado.

Sohr tenía experiencia en el tema. Editó el informe “Desinformación de género durante el período electoral argentino 2023”, que presentó los resultados de una investigación de Chequeado sobre las principales narrativas de desinformación de género y los principales actores que las difundieron durante las elecciones en Argentina el año pasado.

Según ella, “quienes desinforman aprovechan todos los prejuicios para que su desinformación llegue lo más lejos posible, y eso incluye los prejuicios de género”.

Es importante mostrar cómo se articulan estas cuestiones, cómo modelan la discusión pública y cómo pueden hacer que algunos temas entren o salgan de la agenda según cómo se generan ataques con desinformación”, dijo Sohr.

Otra razón para investigar la desinformación de género es el hecho de que tiene repercusiones y se repite de manera transnacional, imponiéndose en el debate público de distintos países de manera muy similar, influyendo en procesos políticos como las elecciones y la creación de políticas públicas.

Hay una tendencia regional sobre la desinformación en estas temáticas. Lo que muchas veces parece una discusión muy local y muy propia de la política de un país en realidad está inserta en una discusión por lo menos regional y en muchos casos global sobre estos temas, y se desinforma de manera sistemática”, afirma Sohr.

Presentes se dedica precisamente a abordar este tema desde una perspectiva estratégica regional, dijo Ludueña.

“Las operaciones de desinformación en las elecciones en México tienen puntos en común con Argentina, con Paraguay, sobre todo en los grupos antiderechos”, dijo. “Hay ejes temáticos que se repiten y hay patrones. No es lo mismo mirar la desinformación en Argentina y sólo en Argentina que mirar lo que está pasando en México, porque realmente tienen mucho en común”.

Datos contra el discurso del odio

Daniela Mendoza, cofundadora y directora de Verificado, dijo a LJR que la desinformación es uno de los principales ingredientes del discurso de odio y la violencia contra las minorías sociales. Según ella, los agentes de desinformación buscan polarizar a la población utilizando prejuicios generalizados sobre grupos sociales marginados, como las personas LGBTQIA+, los indígenas y los migrantes.

“Los prejuicios tienen un gran ingrediente de desinformación”, dijo Mendoza.

Según ella, existe un debate dentro del fact-checking sobre la comprobación del discurso del odio. Verificado “se ha atrevido a cruzar esa frontera” de utilizar el fact-checking para hacer frente al discurso de odio, “siempre y cuando se tengan datos”, dijo.

El discurso de odio necesita forzosamente una validación para penetrar en la gente y muchas veces buscan esa validación en los datos”, dijo Mendoza. “No estoy verificando tu opinión. Estoy verificando los datos que utilizas para generar tu opinión”.

Sohr destacó que la verificación de hechos es una forma de periodismo que puede contribuir en gran medida a mejorar la calidad de los datos que circulan en el debate público. Pero no es la única herramienta para combatir la desinformación, especialmente la de género.

Enfoques más generales para explicar o denunciar estas campañas [de desinformación], mostrar cómo se están articulando cuando se tratan de ataques coordinados y qué otras herramientas están usando, como las usan, como esto imita muchas veces tácticas que se están usando en otros lugares, y ese tipo de investigación periodística que va más allá del fact-checking pueden ser mucho más útiles”, dijo Sohr.

Mendoza dijo que Verificado y Agência Presentes coinciden en entender que, aunque no estén sujetos a verificación, el discurso del odio debe ser expuesto por lo que es.

“Si no podemos desmontarlo porque no tiene datos, quizás podamos explicar sus consecuencias", dijo. “El discurso del odio contamina el ambiente mediático, pero luego se puede convertir en propuestas de campaña, en reformas, y básicamente todo está basado en prejuicios, desconocimiento y desinformación”.

 

Traducido por Katherine Pennacchio
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