Aunque la violencia contra la prensa en Paraguay no se acerca a los niveles de México, Honduras o Colombia, los periodistas en el país corren riesgos a diario, especialmente en zonas fronterizas controladas por mafias internacionales del contrabando, y desarrollan su trabajo solos y sin recursos ante fuentes a menudo gangrenadas por la corrupción, según un informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF).
El reporte "Paraguay, los periodistas solos frente al tráfico ilegal", fue publicado el 26 de julio de 2011. El estudio está basado en una misión de RSF al país sudamericano entre el 3 y el 10 de julio, en colaboración con el Foro de Periodistas Paraguayos (FOPEP).
El informe recalca que la situación geopolítica de Paraguay, a la sombra de Brasil y Argentina, y primer productor de marihuana en Sudamérica, lo ha colocado a merced de cárteles brasileños que lo han convertido en su base trasera. Además, desde la década pasada la nación también se enfrenta al grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y sus "actividades criminales".
Todos estos factores se entremezclan para conformar un doble reto de seguridad e informativo para los periodistas paraguayos, afirma RSF. La organización de defensa de la libertad de prensa mencionó entre los principales problemas que enfrentan los periodistas paraguayos la "autocensura alimentada con presiones directas", la "falta de apoyo de las redacciones a sus corresponsales” y “una casi completa impunidad judicial en los casos más graves”, reportó ABC.
“Paraguay no es un país de alta violencia, pero tiene un peso de tráfico en la economía lo que puede afectar la cobertura por parte de la prensa”, afirmó Benoît Hervieu, representante para América de RSF y autor del reporte, citado por otra nota de ABC. “La dinámica económica que infiltra en los sectores ilegales de la sociedad afectan la independencia de la prensa. El fenómeno de compra de periódicos o de participación accionaria en un medio de comunicación por parte de organizaciones mafiosas existe”, agregó.
Sin embargo, RSF afirma que ante este sombrío panorama hay algunos rayos de luz que provienen de la solidaridad de periodistas paraguayos con sus pares brasileños y argentinos. Asimismo, la organización de defensa de la libertad de prensa considera que hay varias iniciativas que deben ser adoptadas con urgencia para mejorar las condiciones del ejercicio periodístico en el país:
* Una reforma del sistema judicial y penal que implique un mejor seguimiento administrativo de la actividad de los magistrados y policías, que pueda poner fin a la impunidad existente en los casos de asesinatos de periodistas o los casos más graves de atentados al derecho de informar.
* El voto de una ley de acceso que garantice a los periodistas y, más aún, a los ciudadanos, la capacidad de cuestionar y controlar las políticas públicas.
* Una legislación que regule de forma más clara el financiamiento de los medios de comunicación o de cualquier otra entidad u organización que produzca información de interés público, para proteger a estas estructuras de cualquier operación de infiltración o blanqueo por parte del crimen organizado.
* Una limitación de los procesos judiciales que contemplan demandas financieras exorbitantes, peligrosas para la situación económica personal de los periodistas y, en ocasiones, para la supervivencia de su medio de comunicación.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.