El periodista colombiano José Libardo Montenegro, de la emisora comunitaria Samaniego Estéreo, fue asesinado en la noche del martes 11 de junio en el municipio de Samaniego, departamento de Nariño, al sur del país.
Según información suministrada por la Gobernación de Nariño a la Fundación para la Libertad de Prensa (FLILP), el asesinato fue cometido por dos sicarios que se movilizaban en un motocicleta.
Montenegro se centraba en reportar información municipal y departamental, a través de diferentes programas que tenía en la emisora, según le dijo un colega del periodista a la FLIP.
Según El Espectador, últimamente se había dedicado a trabajar en temas relacionados con la paz. La mañana del asesinato Montenegro había concedido una entrevista a un colega de un programa de televisión en el que se habló sobre un encuentro por la paz que Montenegro estaba organizando para este viernes 14 de junio “por la defensa de la vida y los derechos humanos en Samaniego”, informó la FLIP.
Samaniego Estéreo hace parte del proyecto Radios Comunitarias para la Paz y la Convivencia, que es apoyado entre otras entidades por la Unión Europea, y que busca fortalecer las radios comunitarias del país “para la construcción de una Cultura de Paz en los Territorios”, según la descripción de su cuenta de Twitter.
La embajadora de la Unión Europea en Colombia, Patricia Llombart, condenó el crimen a través de su cuenta de Twitter. “Esperamos que con su voz no se apague el esfuerzo de una comunidad que lucha por construir paz y convivencia”, escribió Llombart.
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU en Colombia también rechazó en Twitter el asesinato. “Confiamos en [que] autoridades investigarán y sancionarán este crimen”, escribió la organización y agregó “atentar contra la prensa es atentar contra la libertad de expresión y la democracia”.
La FLIP también se unió a esta condena y solicitó una investigación pronta y la sanción de los responsables. “La FLIP le solicita a la Fiscalía que tenga como hipótesis de la investigación sobre los móviles del crimen el desarrollo de su labor periodística”, agregó.
La organización colombiana resaltó con preocupación una declaración del subcomandante de la Policía de Nariño quien aseguró que Montenegro era un locutor “en actividades de perifoneo en el municipio”.
“La calificación de la Policía no solo es precaria sino contradictoria con la labor que Montenegro desarrollaba en el municipio. Si bien la relación del asesinato con el oficio está en proceso de documentación, no hay un solo insumo para que la Policía desconozca su condición de periodista”, escribió la FLIP. “Cuando las autoridades desconocen el rol de periodista se puede afectar las cifras oficiales de registro y monitoreo del fenómeno de violencia contra la prensa. Los impactos de esta reacción – imprudente – se agudizan en municipios como Samaniego donde la prensa regional es escasa y vulnerable”.
De hecho, Samaniego Estéreo es la única emisora comunitaria del municipio según cifras del proyecto Cartografías de la Información de la FLIP. “Samaniego hace parte de los 578 municipios con déficit de oferta de información local o zonas silenciadas”, escribió la FLIP.
Son cinco medios en total en el municipio: dos de la fuerza pública, una radio comercial, un canal de televisión comunitario y la emisora comunitaria. Entre todos los medios solo hay un informativo que es en el que trabajaba Montenegro, según Cartografías.
La cobertura y defensa de derechos humanos genera peligro en Colombia.
Según la Fundación Paz y Desarrollo, Fundepaz, son 15 defensores de derechos humanos los que han sido asesinados en Nariño este año, departamento donde tuvo lugar el crimen de Montenegro, informó El Tiempo.
