Con los asesinatos este mes de Nelson Matus y Luis Martín Sánchez suman ya siete periodistas asesinados en México en lo que va de 2023, lo cual ha generado condenas de organizaciones a nivel mundial. En Guerrero, el segundo estado mexicano más peligroso para el periodismo, agrupaciones de periodistas acusan impunidad y exigen seguridad.
Con un 2022 que terminó como el más mortífero para periodistas en los últimos cinco años, preocupación y preguntas surgieron en organizaciones de libertad de prensa. Para expertos, mientras no exista una política integral enfocada en la prevención, protección y procuración de justicia en los casos de crímenes contra periodistas difícilmente el panorama va a cambiar. También se necesita el apoyo de la sociedad: que entienda y defienda la libertad de prensa como un derecho colectivo.
Veintinueve periodistas y comunicadores fueron asesinados en América Latina y el Caribe en 2022, según datos del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) contabilizados hasta el 21 de diciembre. Esto representa un aumento del 163 por ciento con respecto a 2021. México y Haití lideran el ranking de asesinatos de profesionales de la prensa.
Con el asesinato de Pedro Pablo Kumul, el 21 de noviembre en Veracruz, suman al menos 17 miembros de la prensa asesinados en México en 2022. Periodistas y organizaciones coinciden en que solo la impartición de justicia puede detener la ola sangrienta que amenaza al periodismo en ese país.
Un periodista asesinado, otro atacado a balazos y uno más detenido y golpeado por la Policía son las más recientes víctimas de la ola de violencia contra la prensa en Haití, país en el que ocho comunicadores han sido asesinados en lo que va de este año. Simultáneamente, la crisis político-social y la pobreza asfixian lentamente a los medios haitianos.
Los periodistas mexicanos deben con urgencia hacer que la gente entienda y valore el impacto de su trabajo para que sea la sociedad quien demande condiciones de seguridad para el periodismo, dijo a LJR Katherine Corcoran, quien en octubre lanzará el libro “In the Mouth of the Wolf”, sobre el asesinato en 2012 de la periodista mexicana Regina Martínez.
Con la muerte de Fredid Román suman ya 15 periodistas asesinados en México en 2022. Mientras organizaciones como la ONU, el CPJ y la SIP condenan los crímenes, el Gobierno de López Obrador niega el clima de violencia contra la prensa e incluso se perfila como el principal origen de las agresiones, según informe de Artículo 19.
Lo que comenzó como una riña entre grupos criminales rivales terminó en atentados a la población que causaron la muerte de cuatro empleados del grupo radiofónico MegaRadio. Los asesinatos, considerados por organizaciones como una forma de desestabilización social, causaron el cese temporal de transmisiones de la radiodifusora.
Veintidós periodistas fueron asesinados en países de América Latina entre enero y junio de 2022. Los datos son de la Press Emblem Campaign (PEC). El número es superior al número total de asesinatos de periodistas en la región el año pasado: 17. También es superior a los periodistas asesinados en la cobertura de la Guerra de Ucrania: 16 en el mismo periodo.
LatAm Journalism Review escuchó a amigos, compañeros de trabajo y familiares del periodista brasileño Tim Lopes, asesinado el 2 de junio de 2002. El caso provocó profundos cambios en las empresas periodísticas, con la implementación de medidas de seguridad y la reducción de la cobertura en zonas de riesgo. Sin embargo, los periodistas brasileños se sienten tan o más vulnerables hoy que hace 20 años.