En la noche del 13 de febrero, el periodista Pedro Palma, de 47 años, fue asesinado a tiros en la ciudad de Miguel Pereira, un município localizado al sur del estado de Río de Janeiro, según reportó G1. La Policía Militar informó que dos individuos en una motocicleta dispararon tres veces en contra de Palma en frente de su casa. El periodista murió inmediatamente.
Palma era proprietario del diario"Panorama Regional", el cual circula eb kas regioes de Miguel Pereira, Paty do Alferes, Vassouras, Mendes, Engenheiro Paulo de Frontin, Barra do Piraí, Piraí, Valença, Paracambi y Paraíba do Sul, todos municipios en el centro-sur del estado de Rio de Janeiro.
La causa del crimen y la identidad de los atacantes están bajo investigación. El delegado responsable del caso, Murilo Montanha, afirmó que no había amenazas contra el periodista. "Sabemos que los medios de comunicación no consiguen agradar a todos, pero no tenemos conocimiento de ninguna amenaza de la cual haya sugrido", dijo a G1, resaltando que ninguna línea de investigación ha sido descartada.
Según contó un fotógrafo de "Panorama Regional" a la agencia EFE, Palma "no tenía enemigos declarados", pero regularmente usaba las páginas del diario y las redes sociales para denunciar "cosas equivocadas" que ocurrían en ámbito político de Miguel Pereira, un municipio de casi 25 mil habitantes ubicado a 100 kilometros de Río.
Otro amigo de Palma, el ex secretario de medio ambiente Miguel Pereira Mauro Peixoto, dijo que el periodista le había dicho que había recibido amenazas, pero no creía que se fueran a materializar, reportó O Globo.
La Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo condenó el crimen e hizo una valoración rápida. "Todo indica que la intención de los criminales era interrumpir el trabajo periodístico de Pedro Palma -- un flagrante atentado contra la libertad de prensa y un ataque al derecho a la información de los residentes de la región. Abrajo espera que los autores materiales e intelectuales del crimen sean identificados y juzgados. La impunidad en casos como ese puede incentivar nuevos ataques contra la prensa y los periodistas", declaró la organización.
El presidente del Sindicado de Periodistas Profesionales del Sur Fluminense, JC Moreira, también exigió una investigación rigurosa sobre la muerte del periodista. "Queremos que el crimen sea solucionado. El periodista habla con la verdad y acaba asesinado brutalmente", afirmó, según G1.
La organización recordó que, en el 2012, otro profesional de la prensa del sur de Río de Janeiro fue asesinado. Mário Lopes Randolfo y su novia, Maria Aparecida, fueron ejecutados en Barra do Piraí. Randolfo era editor de un sitio en internet en la ciudad de Vassouras y era conocido por hacer denuncias de irregularidades cometidas por funcionarios públicos de la región. Antes de ser asesinado, había sido víctima de un atentado en su casa.
Dos años después, el crimen sigue impune. "Las investigaciones estaban bastante avanzadas. El delegado de Barra Do Piraí [Mário Omena] reunió pruebas circunstanciales, pero hubo una demora por parte de la justicia. A pesar de eso, provas circunstanciais, mas houve uma demora da Justiça. Apesar disso, no pierdo la esperanza de que el caso sea resuelto", dijo Moreira.
El aumento de violencia contra periodistas en Brasil preocupa a las entidades defensoras de la libertad de prensa a nivel nacional e internacional. Según un reporte de Reporteros Sin Fronteras publicado el 12 de febrero, cinco periodistas fueron asesinados en Brasil, convirtiéndose así en el país más mortal para la prensa en el continente americano durante el 2013.
Otro reporte producido por organizaciones periodísticas brasileñas que se presentó ante el ministro de justicia, José Eduardo Cardozo, apunta que en 2013 fueron 175 los casos de violencia contra los profesionales de la prensa. El presidente de la Asociación Brasileña de Emisoras de Radio y Televisión (Abert), Daniel Slaviero, dijo que hubo un "crecimiento exponencial" de la violencia contra los periodistas desde junio de 2013, cuando comenzó la ola de manigestaciones por todo Brasil.
Un estudio publicado por Abraji documentó 118 casos de agresiones contra profesionales de la prensa durante las protestas en el país. El 6 de febrero, el camarógrafo Santiago Andrade recibió un golpe en la cabeza con una bengala mientras cubría una protesta en Río. A los pocos días falleció.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
