Mediante campañas de crowdfunding, también conocidas como microfinanciación o financiación participativa, son cada vez más los medios noticiosos digitales latinoamericanos los que logran financiar gran parte de sus investigaciones y proyectos periodísticos.
Esta opción está probando ser no solo una salida efectiva a la falta de recursos que en los últimos años afecta de manera más aguda al periodismo, sino también una herramienta que les está permitiendo a los medios periodísticos investigativos mayor independencia y autonomía editorial.
Asimismo, en consecuencia, las campañas de crowdfunding vienen creando entre los medios y sus consumidores una mayor cercanía y sentido de participación que, además, les da la posibilidad de interactuar con su propia comunidad de lectores y de fidelizarla.
Medios digitales de periodismo investigativo y de datos como Chequeado de Argentina, El Faro de El Salvador, Convoca de Perú, Efecto Cocuyo de Venezuela y La Silla Vacía de Colombia conversaron con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas sobre los resultados y detalles de sus exitosas experiencias de crowdfunding de los últimos años.
Uno de los pioneros en este tipo de campañas de recaudación de fondos en la región es el medio digital nativo La Silla Vacía, que ya lleva cinco años organizando campañas anuales de crowdfunding.
La periodista colombiana Juanita León, directora del mencionado medio colombiano, contó al Centro Knight que consideraron recurrir al crowdfunding por primera vez en 2011.
“Nos animamos porque estamos convencidos de que sería la mejor forma de garantizar el periodismo independiente. Pensamos que como lo hacía Wikipedia, de pronto nosotros también podíamos”, confesó León.
De esta manera, La Silla Vacía creó la campaña de crowdfunding “Súper Amigos” cuyo objetivo al inicio fue recaudar fondos que financien su labor de periodistas independientes. Con los años la han ido diversificando, y han logrado captar cada vez más seguidores, creando su propia comunidad de lectores y donantes fieles.
En la campaña de 2015, este medio colombiano logró recaudar casi COP $76 millones (cerca de USD $25.000).
Si bien la campaña “Súper Amigos” de La Silla Vacía solventa, según León, apenas “la décima parte de los gastos operativos” de dicho medio, hasta el momento ha logrado financiar varios de sus proyectos periodísticos investigativos y de datos importantes: Quién es Quién, La Silla Llena, El Polimuseo, La Silla Pacífico, El Proyecto Rosa, entre otros.
Sin embargo, las metas establecidas en las campañas crowdfunding de La Silla Vacía nunca han sido monetarias.
“Nunca hemos tenido una meta monetaria. Lo que tenemos es una meta de número de Súper Amigos. Algunos años la hemos cumplido, otros – como el año pasado – no”, confesó León.
Para la actual campaña de 2016, que empezó el 21 de octubre y termina en este mes de noviembre, la meta de donantes que se han trazado es de 750 súper amigos. Lograron su récord de participantes en 2014, cuando alcanzaron los 727 súper amigos
Este año, al igual que el año pasado, La Silla Vacía convocó a sus súper amigos a colaborar con las investigaciones de largo aliento. Una de ellas investiga quiénes reciben subsidios y exenciones en Colombia.
Estos reportajes y proyectos propuestos son sometidos a votación entre sus donantes, y el proyecto más votado gana el financiamiento fruto de lo recaudado.
Para León, el crowdfunding ha hecho posible expandir el trabajo de su equipo y fortalecer la independencia de La Silla Vacía.
Varios de los medios entrevistados para este artículo han notado que la mayor parte de las donaciones se realizan durante los últimos días de la campaña. Al inicio suelen ser los familiares, colegas y amigos los que aportan, no obstante, es hacia el final que reciben la mayor cantidad de donaciones.
Desde 2015, el medio argentino Chequeado, inspirado en La Silla Vacía y en Pública de Brasil, empezó a someter a votación de sus donantes – durante sus últimas campañas crowdfunding, que duran entre 30 y 45 días – el proyecto periodístico que más pudiera interesarle financiar a su comunidad.
“Hasta el momento, todas las campañas [desde el inicio, en 2013] han establecido una meta monetaria y, en general, siempre ha sido superada”, dijo Laura Zommer, directora de Chequeado, al Centro Knight.
Para Zommer, las primeras campañas fueron importantes en términos de dinero recaudado, pero ahora son cruciales sobre todo para su reputación.
“También es una manera de focalizar la organización, que ese mes trabaja en rendir cuentas y busca fidelizar a la comunidad. En ese sentido, [la campaña] sirve también para alinear a todo el equipo y no solamente al que habitualmente se encarga de la búsqueda de fondos”, dijo Zommer.
Por ejemplo, gracias al crowdfunding de 2013 desarrollaron el proyecto Dato Chequeado. Esta aplicación le permite a los usuarios compartir datos y documentos de interés público. Luego, Chequeado las valida y las sube a una plataforma abierta, de acceso libre, para generar mayor intercambio de conocimiento colectivo.
Desde 2016, Chequeado ha creado también la campaña Pequeños Donantes, con la cual buscan incorporar a tres nuevos donantes mensuales. Esta alternativa de financiación solo la promocionan en su sitio web y a través de sus cuentas en redes sociales. También la difunden en el boletín semanal que le envían a sus seguidores.
A diferencia de La Silla Vacía, Chequeado sí ha establecido una meta monetaria en cada una de las cuatro campañas que vienen realizando.
En la exitosa campaña de 2016, que fue del 16 de septiembre al 18 de octubre, la meta fue de ARS $140.000 (aproximadamente USD $9.000), y lo recaudado alcanzó los ARS $173.128 (casi USD $11.000).
Otro común denominador en la experiencia crowdfunding de los medios digitales consultados es que son sobre todo sus compatriotas los que más participan con aportes en sus campañas
En no pocos de los casos, sin embargo, buena parte del dinero que recaudan proviene de donaciones hechas desde el extranjero.
La falta de una cultura de donaciones en los países latinoamericanos es un elemento a considerar para estos medios periodísticos a la hora de emprender una campaña de financiación participativa en la región.
Además, debido a los diversos contextos políticos, sociales, culturales y económicos que atraviesan a los países de la región, cada campaña de crowdfunding adopta diferentes características y se define de manera singular en cada lugar.
Tal es el caso del pionero medio salvadoreño El Faro, que viene trabajando desde sus inicios, hace 18 años, en condiciones de alta polarización política. Su línea editorial es escrutada constantemente por poderes públicos y privados de su país. Por ello, su estrategia ha sido desde su primera campaña de crowdfunding la de buscar establecer una relación sumamente cercana con sus donantes.
“Construimos las campañas [de financiación colaborativa] con elementos de participación, pertenencia, para vernos las caras”, dijo al Centro Knight el director de El Faro, José Luis Sanz.
Empezaron con una campaña de 40 días en 2014, usando también como referencia la iniciativa de La Silla Vacía, con la cual llegaron a recaudar la meta que se trazaron: alrededor de USD $3.000.
Sin embargo, contó Sanz, se sintieron muy limitados por las reglas y categorías de la plataforma que utilizaron en esa oportunidad, por lo que decidieron desarrollar un micrositio propio para sus sucesivas campañas.
Del 5 de octubre al 5 de noviembre de 2015, El Faro lanzó por primera vez su exitosa campaña de crowdfunding “Excavación Ciudadana”. Trabajaron todos los detalles con el equipo de creativos de la agencia Publicidad Comercial MullenLowe, quienes les propusieron el nombre.
La promoción de la campaña consistió en la realización de un video, como parte de un proyecto de participación pública, el cual implicaba cavar en el suelo cada letra de los palabras que representarían los temas que debían investigarse: corrupción, impunidad, violencia. Los artistas también hicieron piezas con palas, el símbolo de la campaña, que luego se vendieron para recaudar más dinero. También en las redes sociales se difundieron retratos de personas sosteniendo palas.
Sanz explicó que lo que quisieron, desde el principio, fue reforzar la idea de que son un medio transparente. También, dijo que están constantemente pensando cómo involucrar a los “excavadores” en las actividades de El Faro.
Por lo mismo, lo que buscaron en ese momento, y hasta ahora, no fue dar a cambio a sus donantes elementos materiales, como camisetas o libros, por ejemplo, sino todo lo contrario. Lo que buscan a través de sus campañas anuales – van dos, hasta el momento – es construir ciudadanía, “queremos cómplices en nuestra comunidad”, dijo Sanz.
“No establecimos categorías. No quisimos atar los aportes a un resultado concreto, sino solo al desarrollo de nuestro trabajo”, dijo Sanz.
Todos son iguales, agregó, desde los que aportan un dólar o 20, y la compensación es la misma para todos: “Transparencia de cómo se gestiona el dinero y explicación de nuestras coberturas; involucrándolos en reuniones de trabajo, invitándolos a foros de El Faro”, agregó.
“Excavación Ciudadana” convocó en casi 40 días alrededor de 590 “excavadores”, llegando a recaudar así poco más de USD $26.000.
Además, la mencionada campaña hizo a Publicidad Comercial merecedora de un Oso de Bronce en el Festival Internacional de Creatividad Publicitaria “Cannes Lion 2016”. “Excavación Ciudadana” se convirtió así en la primera campaña salvadoreña en llevarse a casa este prestigioso galardón.
La actual edición de “Excavación Ciudadana”, centrada en corrupción política, culminará el 26 de noviembre con un gran concierto en el que participarán reconocidas bandas musicales salvadoreñas cuyas letras versan sobre la temática de la campaña.
El medio digital venezolano Efecto Cocuyo enfrenta la complicada coyuntura actual de su país experimentando con diversas estrategias. Lanzaron su primera campaña en Europa, en el marco de un evento periodístico internacional al que asistieron. La gran necesidad de contar con información objetiva sobre Venezuela dadas las condiciones políticas y económicas del contexto incentivaron a periodistas interesados y a venezolanos que viven en el exterior a donar.
“En Venezuela es prácticamente imposible que alguien pueda donar porque la crisis está muy fuerte, hay un control de cambio muy fuerte, la gente no tiene acceso a dólares”, dijo al Centro Knight Luz Mely Reyes, directora de este medio.
“Es muy difícil tener una plataforma de donación en bolívares [la moneda venezolana] por varias razones legales y políticas. [...] No hay exoneración de impuestos: el fisco cobra 60 por ciento de impuesto a las donaciones y no te exonera del pago; no le puedes dar constancia de donación a las personas, aunque la ley lo establezca así para las organizaciones sin fines de lucro. Te la ponen bien difícil”, agregó.
Por ello, están utilizando para su actual campaña, y para las sucesivas, plataformas como IndieGogo y Facebook para canalizar sus donaciones.
Inspirado en todas estas experiencias, el medio digital peruano Convoca ha lanzado la más ambiciosa iniciativa de crowdfunding de la región. Con la campaña “ConBoca 100 Mil”, abierta desde el pasado 28 de septiembre, buscan comprometer en el lapso de 100 días a 100 mil ciudadanos de su país y del exterior para alcanzar los USD $100.000.
La periodista peruana Milagros Salazar, directora de Convoca, dijo que más que una campaña para financiar proyectos del periodismo independiente, se trata de un esfuerzo para llegar a más gente, y revalorar la labor del periodismo serio y responsable.
“El ciudadano común tiene muchos estereotipos de cómo hace su trabajo un periodista”, sostuvo Salazar, y, agregó, que esto es en gran parte consecuencia del periodismo complaciente, sensacionalista y mediocre que impera.
Uno de los objetivos de ConBoca 100 mil, concluyó Salazar, es lograr “recuperar la esencia del periodismo, y que el ciudadano se sienta parte de este tipo de proyecto”.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.