Casa Palanca es un colectivo cubano de mujeres periodistas independientes que nació a comienzos de 2022. En esa época lanzaron una campaña de crowdfunding para construir una casa-refugio en Cuba para mujeres periodistas y comunicadoras que sufren persecución y hostigamiento por parte de agentes del Estado. A pesar de que aquella vez no llegaron al monto solicitado, el proyecto sigue vivo y ahora tienen un nuevo objetivo, que la pionera del periodismo independiente cubano, Tania Díaz Castro, obtenga una jubilación digna. Ella le dedicó casi 60 años de vida al periodismo, fundó un partido político pro derechos humanos, y es poeta. Sin embargo, esta mujer de 84 años recién cumplidos, que “escribe con el alma”, no tiene derecho a una pensión o jubilación por vejez.
“Vamos pa’ allá” es el lema de la nueva campaña de Casa Palanca. Es que “todas vamos para allá, para la vejez”, indican en su sitio web. Lo que para las periodistas independientes de Cuba, que no hacen aportes jubilatorios por la precariedad en la que ejercen el oficio, es una gran preocupación. Ese es el caso de Tania Díaz Castro que con 84 años vive sola en su casa de Santa Fe, La Habana, con sus mascotas, y sin una pensión, jubilación o ayuda económica. “Ser periodista en Cuba es difícil y arriesgado”, explica la periodista cubana Yanelis Núñez en el sitio web de la campaña, en el país donde ejercer el oficio de forma independiente pasó a ser una actividad ilegal a partir de 2021.
La campaña está alojada en el sitio web goteo.org. Al 25 de abril cuenta con 42 cofinanciadores y llegó a 1.648 euros obtenidos, superando el monto mínimo. Les quedan diez días para llegar a 2.190 euros. “Esta es una campaña práctica”, explica a LatAm Journalism Review (LJR), Yanelis Núñez, periodista e integrante de Casa Palanca. “El objetivo es ayudar a una mujer que está en estado de vulnerabilidad en un contexto terrible como es el de Cuba. La situación de desabastecimiento de alimentos y la violencia, afectan mayormente a la tercera edad”.
“Queremos apoyar a Tania en los próximos seis meses, idealmente un año, para mejorar la cobertura de sus necesidades básicas como alimentos, internet, limpieza, y una persona que la ayude a comprar alimentos porque en Cuba hay que hacer largas colas para conseguirlos”, sigue contando Núñez. A quienes hacen aportes monetarios en la campaña se les envía un libro con una recopilación de las mejores crónicas de la periodista e ilustraciones de 11 artistas cubanas. Sobre este libro, Núñez explica: “Es una manera de celebrar su trabajo. Todas las crónicas están publicadas en CubaNet y son de distintas temáticas. Algunas son análisis políticos y sociales generales, otras son memorias personales de encuentros que tuvo con personalidades de la cultura cubana. Ahí se ve un panorama completo de su obra”.
Otros de sus objetivos es homenajear a Díaz Castro y su compromiso con el periodismo independiente cubano. Así como visibilizar la falta de derechos laborales de las periodistas independientes en Cuba. Núñez detalla algunas de estas situaciones: “las mujeres periodistas independientes cubanas llegan a la edad de la jubilación y no tienen cómo sostenerse. Los medios independientes no tienen para pagar una jubilación”. A su vez, comparte otras reflexiones: “Qué pasa con las mujeres que quieren ser madres y no se pueden permitir una licencia por maternidad. O las vacaciones, tienen que trabajar y trabajar porque no se lo pueden permitir”. El ideal es que mientras consiguen el apoyo económico para Díaz Castro, hacen campaña por una cobertura social digna para la vejez en la isla.
“Tania empezó haciendo periodismo cuando las notas se enunciaban por teléfono. Se llamaba y otra persona era la que redactaba. Algunas personas con las que he hablado me dicen que conocieron Cuba a través de las crónicas de Tania”, así explica Núñez la impronta periodística de Díaz Castro y el aporte vital de esta periodista a la sociedad y a la política cubana. “El periodismo que hace ella es muy visceral, humano y cotidiano. Te provoca mucha empatía y te acerca a una realidad. A algunos extranjeros les toca muy de cerca, de esa manera llegaron a Cuba”.
Pero lo mejor es que se presente la misma periodista. Ella creó un blog personal (taniadiazcastro.com) una vez que se retiró del medio independiente CubaNet, del cual era miembro fundadora y al que le dedicó más de 20 años de su carrera. En su blog, Díaz Castro cuenta que nació en Camajuaní, Villaclara, en 1939; y que se dedicó durante casi 60 años al periodismo. Estudió seis meses en la universidad de La Habana, pero abandonó la carrera universitaria para dedicarse a la práctica. Se define como “autodidacta”. Trabajó para diversos periódicos y revistas, y publicó cuatro libros de poesía.
En 1972 viajó a Japón, ya casada con un japonés. Allí descubrió que “el socialismo y sobre todo el comunismo son un fracaso”, agrega en su pequeña autobiografía. “En 1987 ingresé al Movimiento de los Derechos Humanos y fui presidenta del Partido de esa organización, pidiéndole un Plebiscito a Fidel Castro, por lo que sufrí prisión en dos ocasiones, y fui amenazada con el fusilamiento si continuaba en la misma”.
Tal como lo cuenta ella, su activismo por los derechos humanos y su oposición al régimen de Fidel Castro le valió la cárcel en más de una oportunidad. En este artículo de CubaNet, que recorre brevemente su carrera, se cuenta que parte de su activismo fue denunciar las violaciones a los derechos humanos cometidos por el gobierno comunista. Incluso, ella misma fue la encargada de explicar por qué en Cuba no había libertad de expresión ni de prensa ante una comisión que la Organización de las Naciones Unidas envió a la isla en 1988.
En dicho artículo de CubaNet destacan que el paso de Díaz Castro por la cárcel no la silenció. En 1998 comenzó a colaborar con CubaNet, donde tiene cientos de textos publicados hasta 2022. Son destacables muchas de sus crónicas, por ejemplo, una que retrata el rostro más oscuro y tirano de Fidel Castro a la que tituló “El hombre que amaba la guerra”. Otra crónica destacable es una en la que relata su experiencia personal con la quema de libros a la cubana. Quemar libros para hacer fuego es la forma que tienen los presos (políticos o comunes) de calentar agua para bañarse en invierno. A la misma Díaz Castro no le quedó alternativa que adherirse a este ritual cuando estuvo presa en Manto Negro, la prisión occidental de Cuba.
Son destacables las crónicas sobre personalidades de la cultura y el ámbito intelectual cubano, incluso, muchas de ellas fueron sus amigas. Díaz Castro cuenta en primera persona su amistad con la poeta cubana Carilda Oliver Labra, que el régimen comunista marginó por décadas, empañando el vínculo de amistad entre ambas escritoras. En este recorrido, se hace imprescindible rescatar este texto de la poeta cubana Belkis Cuza Malé, también amiga de Díaz Castro, que en el 2007 pintó la vida íntima de la periodista en su apartamento en La Habana y la influencia de la literatura japonesa en su escritura.
“Para Tania es muy importante la escritura, ella sigue escribiendo en su casa”, dice Núñez. Díaz Castro ha tenido que despedirse de muchas cosas: de su vitalidad física, de sus hijos que están en el extranjero, de sus años dorados en el periodismo. Pero nunca de la escritura ni de sus mascotas. Ella vive con sus perros y gatos en Santa Fe, La Habana, donde espera la jubilación que se merece.