Por Márcia Carmo, publicado originalmente en el sitio web MediaTalks
Si bien en algunos países se ha avanzado en la inclusión de mujeres en las salas de redacción y en la forma de abordar los temas de género, como lo muestran ejemplos destacados en el Especial Diversidade na Mídia (Especial Diversidad en los Medios) del portal periodístico MediaTalks, en pocos se ha avanzado tanto como Argentina.
El motivo de este avance fue el movimiento “Ni Una Menos”, que provocó un giro en el abordaje y la cobertura periodística de los temas de género en el país. La iniciativa de un grupo de periodistas surgió en 2015, tras un caso de feminicidio de una adolescente que conmovió al país.
En la primera edición movilizó multitudes en 80 ciudades argentinas contra el feminicidio. La campaña traspasó fronteras y comenzó a realizarse, con el mismo nombre, en varios países de América Latina.
En Chile, por ejemplo, cuenta con la simpatía de la expresidenta Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En Paraguay, Uruguay, Ecuador, Nicaragua, México y muchos otros países, el movimiento también atrae multitudes de mujeres, hombres y miembros de la comunidad LGBTQIA+.
En una de las manifestaciones en Buenos Aires, escuché de un hombre de unos 40 años:
“Soy padre de dos niñas pequeñas e hijo de un hombre que mató a su esposa. En otras palabras, mi padre mató a mi madre. Soy consciente de que sólo la información y la educación pueden combatir estos horrores. Así que traje a mis hijas”.
El relato, contado por el hombre con lágrimas en los ojos, fue inquietante. Y confirmó la necesidad de educación sobre el machismo, la crueldad y la importancia de la tolerancia, uno de los muchos pilares de la perspectiva DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión).
El diario Clarín fue el primero en reaccionar a “Ni Una Menos”, y se convirtió en el primero de los grandes medios argentinos en crear una editorial de género.
Posteriormente, otros medios públicos y privados, además del sistema de medios universitarios, siguieron la misma línea. En el Día Internacional de la Mujer, Clarín publica el nombre y un pequeño perfil de cada víctima de feminicidio en el país, las causas de su muerte y la situación jurídica del victimario.
Según la asociación civil Comunicación para la Igualdad, Argentina cuenta con 11 editoriales de género en los diarios del país, como forma de incorporar perspectivas de género interseccionales en todos los ámbitos.
Este año se creó la Red de Editoras de Género en Argentina (REG), con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés).
En entrevista con MediaTalks, la socióloga argentina Marita Carballo, especialista en temas de género, inclusión y conducta, dijo sentirse optimista ante el crecimiento de las “editoriales de género”, con periodistas comprometidos con transformar las redacciones y combatir los rasgos discriminatorios, sexistas y estereotipados.
Pero recuerda que se necesita mucho más para incorporar la “visión de género” en la cobertura que contar con una editora especializada en temas de género o simplemente contratar a más mujeres y miembros de minorías de forma aislada.
La asociación civil Comunicación para la Igualdad fue creada en 2012 en Argentina para crear conciencia sobre la importancia de la pluralidad en los medios. Su trabajo durante la última década le ha valido el reconocimiento y apoyo de diversas organizaciones de la sociedad civil, como la UNESCO.
En entrevista con MediaTalks, Belén Spinetta, periodista que forma parte de la asociación, piensa que el país ha hecho “grandes avances” en los últimos 15 años, pero aún queda mucho por hacer.
“Es claro que la figura del feminicidio se ha consolidado en los medios. Y también es cierto que la agenda de las mujeres ganó mayor visibilidad a partir de ‘Ni Una Menos’”, dijo.
Spinetta recordó que durante este periodo apareció en los medios la primera presentadora transgénero. Primero en la TV Pública y luego en la emisora C5N, además de otros medios “más populares y alternativos” que ya venían con esta agenda.
“Lo que percibimos es que el crecimiento de la lucha por la diversidad le da más espacio a la agenda de las mujeres de los barrios vulnerables, de las indígenas, exponiendo temas que antes no eran tan visibles”, dijo.
La asociación, que aboga por una comunicación “no sexista”, realiza actividades educativas e investigaciones.
En una de las más recientes, encontró que las mujeres representan el 64 por ciento de las personas que estudian comunicación social en Argentina y el 35 por ciento de las personas que forman parte de las redacciones.
El grupo también monitorea lo que Spinetta llamó “discurso de odio contra las feministas en las redes sociales”.
En abril, la asociación lanzó la campaña #JournalismWithDiversity, con el apoyo de la ONG Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC, por sus siglas en inglés).
En uno de los videos, la periodista Nora Bar, de 71 años, quien cubre ciencia en el diario La Nación, de Buenos Aires, recuerda que la realidad “tiene muchas caras”.
Y que aún queda mucho camino por recorrer para que no solo el movimiento por la diversidad de género, sino también otros colectivos con demandas diversas, como las personas con discapacidad, se apoderen de las redacciones.
En otro video, la editora de género de Clarín, Mariana Iglesias, enfatiza por qué los medios deben ser diversos e incluyentes con todos los sectores de la sociedad.
“La diversidad es importante en el periodismo porque amplía los puntos de vista. Las formas de vivir y ver el mundo no son homogéneas. Si las redacciones no tienen esta diversidad, seguirán teniendo puntos de vista homogéneos. Y eso es lo que ya no queremos”.
Este artículo es parte del especial Diversidad en los Medios de MediaTalks. Lea el número completo aquí.