No hubo mucho qué celebrar para los periodistas independientes nicaragüenses en la fecha nacional del Día del Periodista.
A más de dos años de la toma de las salas de redacción de 100% Noticias y el grupo editorial Confidencial por parte de la Policía Nacional, el gobierno finalmente convirtió ambas sedes en edificios de servicios sociales. Fue un golpe más para el periodismo independiente del país, en donde los periodistas son encarcelados, agredidos físicamente, acosados, asesinados y forzados al exilio desde que estalló la crisis política y social en abril de 2018.
En solidaridad con la prensa independiente que continúa reporteando, investigando e informando sobre la sociedad nicaragüense, 470 periodistas de 40 países firmaron una carta en contra de la represión del gobierno.
“Desde el inicio de las protestas cívicas, en abril de 2018, el gobierno en manos de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha ejercido una represión sistemática contra las voces disidentes, particularmente contra los medios de comunicación que no tienen bajo su control, hasta llegar a la confiscación de instalaciones donde operaban medios independientes”, señala el manifiesto.
En este también expresan a los periodistas independientes de Nicaragua su preocupación e indignación por la actual situación, al tiempo que exigen al gobierno que respete la libertad de expresión y permita la visita de organismos de derechos humanos al país.
“Hay mucha admiración por la prensa nicaragüense, por su resiliencia, su valentía, su coraje, pues, eso no es solo importante para la sociedad nicaragüense, sino es importante para la comunidad internacional. Si se sabe algo [de lo que está pasando] es porque ellos están haciendo su trabajo”, dijo Pedro Vaca, Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a LatAm Journalism Review (LJR).
La Relatoría invitó a periodistas independientes nicaragüenses a un evento virtual el 1 de marzo, en el Día del Periodista en Nicaragua. En ese evento, la reconocida periodista chilena Mónica González leyó y entregó simbólicamente la carta de la comunidad global de periodistas, incluyendo al Consejo Rector de la Fundación Gabo, a los periodistas nicaragüense.
Entre los hechos sucedidos en Nicaragua que menciona la carta, en el marco del creciente autoritarismo de Ortega, está la destrucción de las oficinas de Radio Darío, el 20 de abril de 2018, el asesinato del periodista Ángel Gahona mientras cubría en Facebook Live una de las numerosas protestas sociales que estallaron en contra el gobierno hace tres años y el exilio de más de 70 periodistas nicaragüenses que recibieron amenazas de muerte, como Carlos Fernando Chamorro, el director de Confidencial. También menciona, entre otras cosas, el violento arresto arbitrario de Miguel Mora, director de 100% Noticias y de su directora periodística, Lucía Pineda Ubau.
A pesar de la confiscación final y sin orden judicial de la sede de Confidencial, el 23 de febrero de 2021, su fundador y director Carlos Fernando Chamorro, dijo a LJR que lo que ellos han hecho es seguir haciendo periodismo, “periodismo de calidad”. “Confidencial no se sometió a este acto de fuerza ni cuando ocupó la policía en nuestra redacción [en 2018], ni ahora que se ha consumado esta confiscación ilegal”.
Las restricciones a la libertad de prensa en Nicaragua tienen varias facetas, de censura y violencia física y de censura jurídica, dijo Vaca.
Nicaragua tiene un “Poder Judicial rápido para condenar a periodistas por sus publicaciones, pero es lento para analizar las actuaciones arbitrarias del Gobierno”, agregó el Relator.
Una organización fundamental para el periodismo libre en Nicaragua es la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, que en febrero de 2021 anunció su cese indefinido debido a la Ley de Agentes Extranjeros. Esta ley establece multas millonarias para las organizaciones civiles que reciben donaciones del extranjero y que no se registren como “agentes extranjeros” y se acojan a las nuevas reglas y regulaciones tributarias.
La CIDH señaló que la Ley de Agentes Extranjeros “pretende silenciar a las personas y organizaciones identificadas como opositoras y evitar cualquier ejercicio de libertades públicas, como la de expresión, asociación, la de participar en la dirección de los asuntos públicos, derecho de protesta y derecho a defender derechos, entre otros”.
Cristina Chamorro Barrios, fundadora y directora de la Fundación, dijo el 1 de marzo en la última entrega de los Premios a la Excelencia del Periodismo de Investigación ‘Pedro Joaquín Chamorro Cardenal’, que “no se cansarán de exigir el cese de la represión y el abuso de poder en contra del periodismo, de la libertad de expresión y todas las libertades públicas”, según publicó la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
La SIP colaboró este año con la Fundación en la organización de esta decimoquinta edición de premios, debido a la situación que esta atraviesa.
Los premios reconocieron las investigaciones de periodistas nicaragüenses que lograron revelar abusos de derechos humanos y del gobierno, a pesar de los incesantes ataques a la prensa.
“A pesar de los cambios y la crisis que el periodismo ha tenido que soportar, se ha hecho un esfuerzo extraordinario por hacer coberturas que van más allá del deber en valores como la profundidad y la narrativa, además en medio de un ambiente de opacidad cada vez más extendida”, mencionó el jurado, según la SIP.
Sobre la actual coyuntura sanitaria global, la carta de los periodistas de la comunidad global mencionó que la minimización de la pandemia de la COVID-19 por parte del gobierno de Ortega, hace aún más urgente el periodismo independiente en el país, para informar de forma veraz.
“Yo me atrevería a decir que Nicaragua tiene el peor secretismo impuesto a una sociedad en América Latina”, dijo Chamorro respecto de la información oficial disponible sobre la pandemia. “En Nicaragua nunca se ha conocido el número de pruebas realizadas ni los resultados de las pruebas de la COVID-19, ni tampoco el verdadero impacto de los fallecimientos”.
De acuerdo con Chamorro, y según fuentes a las que tuvo acceso el equipo de Confidencial, en Nicaragua han muerto más de 7.000 personas a causa del virus durante la pandemia, y no las 172 personas que dio el gobierno como cifra oficial.
Sobre su regreso a Nicaragua desde el exilio a fines de 2019, Chamorro dijo que al retornar a su país, sin negociar nada con el gobierno de Ortega y sin ninguna garantía personal, Confidencial regresó para seguir haciendo periodismo. “Yo tengo la convicción de que los derechos conculcados se recuperan ejerciéndolos”.