El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) publicó un informe especial que examina el cambiante panorama de los medios en Cuba y los obstáculos que aún están en el camino de la libertad de prensa.
La organización publicó el informe “Conectar a Cuba: Más espacio para crítica, pero restricciones frenan avance de libertad de prensa”, en español e inglés este 28 de septiembre.
“La prensa cubana, alentada por el llamado del Presidente Raúl Castro en favor de reformas en 2010, está encontrando más espacio para la opinión crítica, pero el acoso y la intimidación por parte de las autoridades, el vacío legal provocado por anticuadas y restrictivas disposiciones legales sobre la actividad de la prensa, y el limitado y costoso acceso a la Internet están frenando el avance de la libertad de prensa en la isla”, dice la introducción del informe.
Para realizar el informe, el CPJ realizó entrevistas sobre la libertad de prensa en la isla a blogueros, periodistas que han creado sitios de noticias independientes y editores de revistas digitales. La organización también consultó a los periodistas oficiales que trabajan en los medios de comunicación estatales.
El equipo del CPJ analizó las restricciones a la libertad de prensa existentes, muchas de las cuales están consagradas en la Constitución de Cuba y en otras leyes, así como las formas innovadoras en las que los medios digitales independientes están trabajando para ofrecer informes críticos.
En el resumen ejecutivo del informe, Carlos Lauría, coordinador sénior del programa de las Américas del CPJ, explicó que el panorama mediático del país fue “transformado esencialmente” en los últimos cinco años debido a “una animada blogosfera, un número cada vez mayor de sitios web de noticias que contienen investigaciones periodísticas y opiniones, y una innovadora generación de periodistas independientes que son críticos de las ideas socialistas”.
En el informe para el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba en 2011, Castro dijo que “se requiere también dejar atrás, definitivamente, el hábito del triunfalismo, la estridencia y el formalismo al abordar la actualidad nacional y generar materiales escritos y programas de televisión y radio, que por su contenido y estilo capturen la atención y estimulen el debate en la opinión pública, lo que supone elevar la profesionalidad y los conocimientos de nuestros periodistas”.
Lauría señaló específicamente un discurso de 2010 dado por Castro durante el Sexto Periodo Ordinario de Sesiones de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular donde el líder, al referirse a la discusión en torno a los cambios económicos para el país, dijo a la audiencia que “no hay que temerle a las discrepancias de criterios” porque “siempre serán más deseables a la falsa unanimidad basada en la simulación y el oportunismo. Es por demás un derecho del que no se debe privar a nadie”.
Declaraciones como éstas han “envalentonado” a periodistas, e incluso periodistas de medios estatales han reconocido que la prensa oficial debería ser más crítica, escribió Lauría.
Mientras que algunos blogs y sitios de noticias están en clara oposición al gobierno, periodistas críticos que quieren ofrecer una visión más exacta de la realidad, aunque no necesariamente hablando en contra del socialismo, también están creando espacios en línea, apunta el informe.
Además, muchos medios se están convirtiendo más profesionales en la producción de noticias, según Ted Henken, profesor asociados de sociología y estudios latinoamericanos en Baruch College y quien es citado en el informe.
El CPJ también habló con periodistas de revistas digitales de la isla que se centran en la producción de periodismo narrativo que abarca cuestiones sociales, así como de las publicaciones digitales que escriben sobre deportes y moda.
Sin embargo, la situación jurídica precaria para los periodistas independientes puede conducir a que los sitios sean dejados fuera de línea, a detenciones temporales, vigilancia y más, informó el CPJ. Algunos periodistas emplean autocensura o evitan ataques directos al sistema socialista con el fin de conservar sus espacios en línea.
La ambigüedad jurídica también hace que la sostenibilidad financiera sea un gran problema, especialmente en términos de publicidad privada, explica el informe. Muchos de los sitios pagan a sus periodistas muy poco o nada en absoluto. La mayoría de los entrevistados por el CPJ señalaron que continúan con sus proyectos por pasión por el periodismo y por el deseo de crear nuevas maneras de escribir y reportar sobre la isla.
El informe también contiene secciones especiales que detallan cómo los residentes y periodistas cubanos acceden a internet para investigar y distribuir información. Soluciones como transmitir información a través de unidades USB o compartir informes a través de correo electrónico han aumentado la comunicación, pero la falta de acceso a internet sigue siendo un obstáculo para los periodistas no sólo para informarse ellos mismos sino para informar a los ciudadanos.
El equipo del CPJ concluye el informe con recomendaciones al Gobierno cubano y a la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Al Gobierno, el CPJ lo alienta para que establezca reformas constitucionales y legales para la libertad de expresión y de periodistas, terminar con la detención y el acoso a periodistas independientes, aumentar el acceso a internet, entre otras. A la OEA, el CPJ le pidió enviar al Relator Especial para la Libertad de Expresión a una misión especial para que evaluara la situación de la libertad de prensa en Cuba.
Acceder al informe así como a los componentes multimedia que lo acompañan es posible en cpj.org.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.