Hablar de la crisis de medios inevitablemente incluye la variable de la confianza de las audiencias. De acuerdo con el más reciente Digital News Report del Instituto Reuters, en el mundo apenas 40% de los encuestados confía en las noticias. Un tema que se complica mucho más con la abundancia de desinformación.
Los medios y sus líderes, al igual que periodistas entienden la importancia de su rol y cada día buscan caminos para lograr aumentar la confianza de sus audiencias al tiempo que se hacen más estrictos en el seguimiento de estándares periodísticos.
Este objetivo fue el que impulsó a los diarios El Tiempo, de Colombia, y El Nuevo Día, de Puerto Rico – dos de los más grandes medios de sus países – a trabajar durante los dos últimos años en busca del sello de The Trust Project. Este consorcio internacional de organizaciones de noticias trabaja por aumentar la transparencia y la rendición de cuentas en las redacciones de todo el mundo.
Los dos periódicos se unieron a docenas de medios de todo el mundo que ya han recibido el sello del Trust Project, incluyendo La Nación de Argentina, Folha de S. Paula de Brasil y El Comercio de Perú.
“La desinformación que circula por las redes sociales y los intentos de líderes políticos en varias partes del mundo por desprestigiar el buen periodismo que investiga y denuncia sus abusos de poder son amenazas para un público que necesita información confiable”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Andrés Mompotes, director de El Tiempo. “Una forma de fortalecer ese vínculo de credibilidad entre los lectores y el periodismo es mediante el fortalecimiento de prácticas de transparencia, las cuales son condición principal para obtener un sello como el del Trust Project”.
El camino para recibir el sello fue “muy riguroso”, según Mompotes, y “arduo”, como lo describió Yalixa Rivera, subdirectora de El Nuevo Día, a LJR. Aproximadamente les tomó dos años realizar la adopción de prácticas, establecer manuales y protocolos que, aunque en ambos medios ya existían, debían ser estandarizados.
“Con la ayuda del Trust Project ahora [estos protocolos] están presentados de forma más clara y transparente de cara al lector para su consulta y uso. Eso contribuyó a fortalecer prácticas en la redacción en torno a los procesos de calidad”, explicó Mompotes.
El compromiso con la transparencia les exigió a los medios cambios en la presentación de sus historias que para el caso de El Nuevo Día incluso requirió un rediseño de su página web. Una de esas exigencias tiene que ver con la información de la persona que escribió la nota y del proceso que llevó a cabo.
Además de la firma de quien escribió la historia, debe haber una breve biografía de cada periodista, los temas que cubre, así como el historial de los artículos que han escrito para el periódico, explicó Mompotes.
“Es demostrar a la audiencia que la persona que está escribiendo tiene la potestad, tiene el expertise de la información y no te viene de cualquier persona”, LJR Carlos Martínez, editor sénior de suscripciones de El Nuevo Día.
Otra de las exigencias más interesantes del Trust Project tiene que ver con la inclusión de un “detrás de la historia”. Especialmente los grandes reportajes y las investigaciones periodísticas deben tener claridad sobre cómo se hizo la historia, cuáles son los documentos o la evidencia que se encontró y por qué se eligió el tema.
El Nuevo Diario aprovechó un especial de investigación periodística llamado “Las Caras del Crimen” para dar a conocer esta sección. Debido a que la tercera temporada del especial coincidió con el lanzamiento de su vinculación al Trust Project, la periodista Génesis Ibarra Vázquez dio a conocer sus métodos periodísticos.
“Es explicar un poquito todos los escollos que tuvo la reportera para poder conseguir la información y es un método de transparencia para que la audiencia sepa todo lo que se hizo para lograr el reportaje”, agregó Martínez.
Información relevante para generar confianza toda vez que, de acuerdo con el reciente informe del Instituto Reuters, el factor que más influye para decidir en qué medios confían las personas es precisamente el de “transparencia sobre cómo se hacen las noticias”.
Los medios de comunicación y sus periodistas también deben establecer canales para recibir retroalimentación de su audiencia. Ambos periódicos ahora hacen visibles los correos electrónicos de sus periodistas. El Nuevo Día creó y monitorea un canal de WhatsApp, mientras que El Tiempo cuenta con líneas telefónicas tradicionales y un foro de lectores.
En un ejercicio de alfabetización mediática, cada nota también debe ir identificada con la categoría a la cual pertenece: noticia, opinión, investigación, entre otras. Y a su vez, cada categoría tiene una definición sobre lo que significa.
La realización de manuales para estandarizar la política de correcciones, por ejemplo, también hizo parte del proceso para recibir el sello. Todas las notas que tengan correcciones no solamente deben estar señaladas como tal, sino que cada medio debe tener una especie de historial con las notas con correcciones y en qué consiste cada una de ellas.
Martínez explicó que en el caso de El Nuevo Día crearon un comité con representantes de todas las secciones del diario para realizar una guía ética. Una vez lista fue discutida con todos los reporteros de la redacción. “Así que [fue] un trabajo arduo para poder llegar a los consensos y que fuese lo más más certero posible”, dijo.
Otro punto que necesitó bastante concesión tuvo que ver con la divulgación de información relacionada con los negocios que tiene la familia dueña de El Nuevo Día. Según Rivera, el tema implicó acuerdos desde el aspecto legal para determinar el protocolo para dar a conocer la información cuando sea necesario.
Tal como lo cree Mompotes, en Puerto Rico también consideran que la crisis de desinformación requiere la toma de medidas y prácticas que le aseguren a la audiencia que desde los medios se hace un trabajo responsable.
“El sello de calidad [del Trust Project] es decirle a la audiencia de que este contenido que tú estás leyendo es de un periódico fidedigno, que fue verificado por un periodista y contrastado, y que es una información que busca tener un balance de voces y de opiniones”, dijo Martínez.
Para Martínez el sello cobra una especial importancia en el año de elecciones de Puerto Rico. De hecho, el lanzamiento de su vinculación al Trust Project coincidió con la celebración de las primarias, y ahora buscan encontrar “mayor validez” en sus audiencias para las elecciones del 5 de noviembre.
Precisamente por tratarse de noticias confiables, plataformas digitales como Google, Facebook y Bing utilizan estos indicadores de confianza y las señales que las identifica para mostrar o etiquetar fácilmente noticias confiables a sus usuarios.
Un tema que Rivera considera les da validación internacional. Según explicó, el diario cuenta con un nivel de confianza bastante alto a nivel de Puerto Rico, pero con la priorización en motores de búsqueda que les da el sello del Trust Project les va a permitir tener el reconocimiento en otros mercados.
“Nosotros siempre hemos sido ese medio confiable y donde la gente va a buscar la veracidad de la información”, dijo Rivera, “esto [el sello] valida y nos da una visibilidad internacional que quizás no teníamos antes”.
Y es que recibir el sello del Trust Project significa que el medio cumple con los ocho indicadores de confianza establecidos por el consorcio que incluyen los antecedentes del periodista, así como sus métodos, fuentes y referencias.
El Tiempo y El Nuevo Día emprendieron campañas de comunicación en redes sociales y en sus ediciones impresas para informar a sus audiencias los cambios que verán reflejados en sus páginas, pero especialmente para explicar de qué se trata el sello recibido. La idea, es que las audiencias logren identificar la información de calidad que están recibiendo.
“Esto nos ha permitido conocer las opiniones de la audiencia sobre nuestros cubrimientos y tenerlos en cuenta en el ejercicio periodístico”, dijo Mompotes.
En El Nuevo Día han recibido comentarios de fuentes y anunciantes que quieren saber sobre el nuevo sello. Rivera dijo que una profesional de relaciones públicas que representaba a una empresa en una historia pidió una corrección. Y cuando la corrección fue publicada en un lugar destacado, la representante se sorprendió.
“Le expliqué el proceso, el Trust Project y ella entendió”, dijo Rivera. “Pero te demuestra cómo es aquí porque Puerto Rico es bien pequeño y todo el mundo se conoce”.
También la academia y otros medios de Puerto Rico han mostrado curiosidad sobre el proyecto. Sin embargo, por ahora el interés de los dos medios “es asegurarnos de cumplir con los ocho indicadores”, sentenció Martínez.