Por Estefanía Colmenares Hernández
La siguiente es una versión resumida de un artículo publicado en KnowledgeBridge el 29 de abril de 2013. Haga clic aquí para leer la versión completa del texto.
Desafiando la crisis de los medios impresos en muchas partes del mundo, los periódicos y revistas de América Latina siguen disfrutando del incremento de la circulación de sus publicaciones y de los ingresos por publicidad debido a que la clase media y los países en desarrollo son en gran parte inmunes a la crisis financiera.
Sin embargo, el uso de Internet está creciendo rápidamente en América Latina, y los medios tradicionales están explorando estrategias de pago por acceso a contenidos digitales (paywall) para tratar de proteger y consolidar su posición dominante, especialmente ante la competencia de nuevas organizaciones de noticias digitales.
Por ejemplo, el diario brasileño Folha sigue disfrutando de un crecimiento sostenido de su circulación impresa al tiempo que desarrolla una posición dominante en el mercado online, convirtiéndose en el líder a seguir en latinoamérica por su estrategia en la implementación del modelo paywall, el cual fue lanzado en enero de 2012.
Mientras que el modelo paywall, en el que los usuarios pueden acceder a un determinado número de artículos antes de tener que pagar, una de las estrategias más populares a nivel mundial, apenas está empezando a ser utilizado en América Latina, lo cual refleja la diversidad del mercado de los medios en la región.
Los medios latinoamericanos experimentan con diferentes herramientas
Hasta el 2011, las estrategias de pago por contenidos digitales eran la excepción y no la regla para los sitios web de noticias de todo el mundo. En los EE.UU. y en Europa Occidental, el modelo paywall fue impulsado por una caída en la publicidad impresa y la incapacidad de las organizaciones de noticias de compensar esa caída con la venta de publicidad digital. Las organizaciones de noticias tuvieron que diversificar sus fuentes de ingresos. El principal cambio en la industria se produjo después de que el New York Times implementara un paywall en el 2011, alcanzando 668.000 suscriptores digitales, de acuerdo con su más reciente informe trimestral. Desde entonces, más de 300 periódicos en los EE.UU. y organizaciones de prensa en el Reino Unido y Alemania han implementado estrategias de pago por acceso a contenidos, y muchos han seguido el ejemplo del New York Times en el uso de este modelo.
Este éxito le ha dado una importante legitimidad a este tipo de estrategias a nivel mundial. Sin embargo, para las organizaciones de noticias de América Latina, es menor la necesidad de acudir a ello, ya que el rendimiento de su negocio impreso sigue siendo fuerte. Al igual que en otras regiones, las condiciones del mercado para los medios digitales varían ampliamente en centro y suramérica, y no hay un modelo único que se ajuste a todas las necesidades.
Las condiciones del mercado ayudan a escoger la estrategia más adecuada, y con la diversidad del mercado en América Latina, las compañías de medios han puesto en marcha una serie de diferentes enfoques.
El paquete de acceso total y el modelo paywall por número de artículos - diario Folha (Sao Paulo, Brasil) -
Folha fue el primer periódico que implementó un paywall en Brasil, en enero de 2012. Ellos inicialmente cobraban por sus aplicaciones para uso en tabletas y telefonía móvil, pero en junio de ese mismo año incluyeron el sitio web del diario.
Folha obtuvo 45.000 nuevos suscriptores digitales durante su primer año. Desde entonces, muchos otros periódicos, o bien, han seguido el ejemplo, o están estudiando la forma de implementar una estrategia similar.
Cuando Folha lanzó su paywall, la regla era que cada visitante tendría acceso a 20 artículos gratis por mes. Después de alcanzar el límite de 20 artículos, los lectores tendrían que registrarse para tener acceso a 20 artículos adicionales antes de tener que pagar. En marzo de 2013, el límite se redujo a 10 gratis y otros 10 adicionales después de registrarse.
Paywall Rígido - Reforma (México) - Desde el 2002, el Grupo Reforma cuenta con un paywall para sus sitios web y le cobra a los suscriptores online un 20% menos que por la suscripción impresa.
Esa fue una forma de proteger el negocio impreso, de acuerdo con Jorge Meléndez, vicepresidente de nuevos medios, en una entrevista con el Centro Knight.
Después de nueve años, Reforma cuenta con 50.000 suscriptores online y su circulación diaria alcanza los 300.000 ejemplares. Actualmente tienen 5.555 nuevos usuarios por año. Sin embargo, cuando implementaron el paywall, el tráfico a su sitio web se redujo un 30% y les tomó casi un año volver a su nivel original.
En la actualidad ofrecen una suscripción sólo-digital, para un máximo de cuatro dispositivos electrónicos, y una suscripción impresa, que incluye acceso online a un máximo de seis dispositivos. De igual manera ofrecen paquetes que animan a los lectores a seguir recibiendo el periódico impreso, sobre todo por que la publicidad impresa sigue generando mejores ingresos que la digital.
El Tiempo y El Colombiano, dos de los principales diarios del país, también están trabajando en proyectos paywall que esperan poner en funcionamiento en el 2014. En la actualidad, estos periódicos ofrecen acceso gratuito a sus ediciones digitales y se apoyan en la publicidad online para recibir ingresos. Sin embargo, también ofrecen un producto llamado e-paper (una versión electrónica del periódico) a un precio reducido.
En marzo de 2012, El Colombiano, con sede en Medellín, implementó en su edición para tabletas un modelo 'freemium', que, después de registrarse, le permite al usuario descargar el periódico en su versión PDF y tener acceso a otras publicaciones como periódicos y revistas locales. Durante el primer mes atrajeron a 7.000 usuarios.
*Estefanía Colmenares Hernándezes periodista con varios años de experiencia en los principales periódicos de Colombia. Haga clic aquí para leer la versión completa de este artículo.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.