En las últimas décadas ha surgido en América Latina un gran número de medios de comunicación nativos digitales. Esto ha contribuido, en parte, a la fragmentación de las audiencias. Sin embargo, estas organizaciones de noticias también tienen el potencial de ayudar a tender puentes entre comunidades y crear consenso en sociedades polarizadas.
Esa es una de las principales premisas del nuevo libro de la periodista e investigadora brasileña Vanessa de Macedo Higgins Joyce, “Digital-Native News in South America. Building Bridges with Diverse Audiences in Argentina, Brazil and Colombia.” (Noticias nativas digitales. Construyendo puentes con audiencias diversas en Argentina, Brasil y Colombia). De acuerdo con la autora, los medios de noticias nativos digitales pueden hacer frente a la polarización de dos maneras: ofreciendo una diversidad de noticias desde diferentes perspectivas, y dirigiendo su cobertura a una variedad de audiencias.
Higgins Joyce, profesora asociada de la Facultad de Periodismo y Comunicación de Masas de la Universidad Estatal de Texas, entrevistó a miembros de la audiencia, periodistas y ejecutivos de medios de comunicación de Argentina, Brasil y Colombia. También analizó datos existentes y realizó su propia encuesta con el objetivo de profundizar en la relación entre los medios nativos digitales y la creciente polarización social en esos países latinoamericanos.
Los resultados de la investigación desafían la suposición predominante de que los medios digitales tienden a llevar a la polarización, como se cita en el libro. Higgins Joyce dijo a LatAm Journalism Review (LJR) que al exponer a las audiencias a una gama más amplia de perspectivas, las organizaciones digitales de noticias pueden desempeñar un papel clave en la disminución de los puntos de vista extremos que han creado divisiones, no sólo en esos tres países, sino en toda la región.
Esta entrevista ha sido editada por motivos de extensión y claridad.
LJR: ¿Qué inspiró tu interés en investigar el vínculo entre las organizaciones de noticias nativas digitales y la polarización social en Argentina, Brasil y Colombia?
Vanessa de Macedo Higgins Joyce: Soy de Brasil y he investigado y prestado mucha atención al entorno de las noticias en América Latina, y más recientemente me di cuenta de que parecía haber muchas divisiones –principalmente divisiones muy emocionales– sobre cuestiones políticas y sociales que eran muy evidentes.
Así que tenía mucha curiosidad por ver cómo el surgimiento de organizaciones digitales e independientes de noticias estaba relacionado con estas divisiones más visibles que ocurrían en Sudamérica. Me interesaba entender mejor ambas partes de la cuestión y ver si estaban conectadas y, en caso afirmativo, de qué manera.
LJR: ¿Cómo se comparan los resultados de tu investigación con tu teoría inicial?
VHJ: Yo había estado trabajando con teorías sobre la construcción de consenso como consecuencia del agenda setting (establecimiento de la agenda) y sabía que, en los medios de comunicación de masas, eso era posible porque la gente no tenía rutas alternativas. Tenían que tomar ese puente, por decirlo de alguna forma.
Mi pregunta para esta investigación era si, ahora que tenemos estos excelentes medios nativos digitales que ofrecen todo tipo de perspectivas diferentes, ¿sería más difícil lograr el consenso? En cierto sentido, esperaba encontrar que era posible [lograr el consenso], pero pensé que encontraría que no.
Pero descubrí que es posible, tanto cuando el público está expuesto a este repertorio de noticias desde diferentes perspectivas, como cuando cuenta con estos medios, cuando los sigue en las redes sociales o se suscribe a sus boletines, etcétera. Si esas organizaciones tienen ese objetivo de inclusión, es posible crear consenso.
[Nota editorial: En su libro, Higgins Joyce toma el concepto de construcción de consenso del autor Harold Lasswell para definir el hecho de compartir puntos en común para la deliberación, como una de las principales funciones de los medios de comunicación que, al reunir a diferentes grupos de la sociedad, pueden ayudar a la movilización y prevenir amenazas sociales].
LJR: ¿Eso significa que los medios digitales de noticias contribuyen a reducir la polarización?
VHJ: Por la evidencia que he visto, el consumo de medios de comunicación en general reduce el extremismo, que es una forma de ver la polarización. Entre más consumían medios de comunicación los ciudadanos de estos tres países, menos probable era que tuvieran opiniones extremas sobre ciertos temas.
En el entorno actual de los medios de comunicación, hay más fragmentación de la audiencia, lo que llevaría a la polarización. Pero en estos tres países lo que vi fue más o menos lo contrario: tanto las noticias digitales como la televisión tenían la capacidad de unir a más gente. Es decir, la gente tenía más opciones de un repertorio de noticias para mirar, y con esa exposición que tenían en su horizonte, era menos probable que se polarizaran.
LJR: ¿Cómo consiguen esto las noticias digitales?
VHJ: Este nuevo entorno de medios digitales ofrece a la audiencia una amplia gama de opciones de noticias e información que buscar. Algunas de ellas son mucho más inclusivas y mucho más independientes, y la gente ya no depende de una sola organización de noticias, o de unas pocas, como hace 30 años.
Eso permite a las audiencias ampliar sus perspectivas y conocer mejor los puntos de vista de los demás. Desde el punto de vista de los medios de comunicación, también es importante la variedad de temas y la inclusión de distintos públicos. Esto también es importante para reducir la polarización y proporcionar un entorno informativo más inclusivo en estos países: los medios de comunicación también tienen que pensar en ampliar su perspectiva a una variedad de audiencias.
LJR: Otros autores han descubierto que la gente tiende a buscar información que confirme sus creencias y opiniones, el sesgo de confirmación. ¿Qué papel desempeñó esto en tu investigación?
VHJ: La gente no sólo quiere confirmar sus sesgos, sino también sus creencias. No buscan información, sino confirmación. Eso es lo que ocurre, pero desde el punto de vista de los medios de comunicación, estos ofrecen una gran variedad de noticias al día. E incluso en una historia, pueden ofrecer intencionadamente múltiples perspectivas, y ahí es donde es importante la intencionalidad de ser conscientes de incluir a otros públicos.
Creo que ocurren las dos cosas: el público busca confirmación cuando busca información relacionada con esas ideologías, pero también busca información que le ayude a orientarse en las cuestiones cotidianas que son importantes para ellos. Y en esos casos, creo que es aún más probable cruzarse con personas de ideologías diferentes, que es lo relevante en esta idea de reducir la polarización.
Especialmente en temas locales, o temas que tienen un impacto más directo en su vida cotidiana, el público quiere entender de forma más holística lo que está ocurriendo.
LJR: Algunos líderes de los países en los que te enfocaste han acusado a los medios de crear polarización y de intentar que la gente piense de determinada manera. Pero tu investigación indica que, en realidad, los medios pueden crear consenso. ¿Cuál es la realidad?
VHJ: Creo que es una cuestión de propósito. Desde el punto de vista de estas figuras políticas, especialmente algunas figuras populistas que tenemos en América del Sur, su plan es disminuir la confianza de la gente en los medios de comunicación, porque cuando dicen “no confíes en las noticias” o acusan a los medios de comunicación de aportar una perspectiva, o de estar en su contra, inflaman a sus bases y hacen que desconfíen de esa información. Si los ciudadanos pierden la confianza en las noticias y empiezan a confiar en esa información que viene de esos políticos populistas que tienen interés en controlar la narrativa, es muy difícil recuperar la confianza cuando necesitan información.
¿En quién deben confiar entonces? Creo que es una cuestión de objetivos: cuál es el objetivo del político frente a cuál es el objetivo de una organización de noticias. El objetivo de un político es persuadir, ganar apoyos, mientras que el objetivo de un medio de comunicación debería ser informar, involucrar más a la gente en la vida cívica y sacar a la luz los problemas.
No quiero decir que esos sean los objetivos de todas las organizaciones de noticias nativas digitales, pero sin duda hay algunos ejemplos excelentes de organizaciones de noticias digitales que hacen exactamente eso: informar, aportar perspectivas diferentes, ser inclusivas e involucrar a la audiencia en las realidades sociales y políticas.
LJR: Tu libro también habla de la capacidad de los medios para tender puentes, no sólo entre la audiencia y los medios, sino también entre grupos de personas opuestas. ¿Cómo pueden hacerlo?
VHJ: En este entorno de noticias digitales en el que hay muchos medios, hay mucha competencia. Así que, desde el punto de vista de las noticias digitales, lo que suele ocurrir es que se especializan y se centran en nichos de audiencia, de modo que pueden tener impacto en un grupo, o en un tipo de grupo. Pero cuando hacen eso, pierden el potencial de ser el puente que una a la gente.
Por ejemplo, si tienes un medio digital de noticias que se centra en cuestiones de la mujer, esa es una perspectiva muy importante y necesaria, pero si no incluyes algunas perspectivas masculinas, no estás dando espacio a la conversación. Así que, aunque tu punto de vista sea muy importante, sólo tiene impacto en términos de creación de consenso si incluyes otros puntos de vista, de modo que se produzcan cambios. Para ser un puente, hay que pensar en llegar a distintas comunidades.
LJR. ¿Cómo puede un medio digital dirigirse a un nicho específico y, al mismo tiempo, abarcar a públicos diferentes?
VHJ: Algunas de estas organizaciones de noticias acaban buscando un nicho para poder sobrevivir y luchar contra la competencia en ese entorno mediático, pero esto conduce a una mayor segmentación. Así que creo que es cuestión de ser consciente de no excluir a audiencias que podrían estar interesadas en los temas y noticias que estás aportando, y que se beneficiarían de las perspectivas que les estás aportando, pero sin alienar a los demás en esa historia.
No digo que sea fácil, pero creo que es importante. Las cuestiones que preocupan a las mujeres también son importantes para los hombres, por seguir con el ejemplo. Pero no aportaré muchos cambios si sólo las mujeres [entran en contacto con] mis noticias. No hace falta excluir a los hombres para incluir a las mujeres.
LJR: Otro tema importante del que hablas es la credibilidad y la confianza en las noticias en Argentina, Brasil y Colombia. ¿Qué relación hay entre esto y la polarización?
VHJ: Cuanto más creíbles [las audiencias] consideren las noticias digitales, más probable será que accedan a ellas.
La dificultad en estos tres países es que en el pasado –por diferentes razones y con diferentes contextos–, aunque había menos opciones de medios de noticias, estos a menudo excluían a una gran parte de la población. En los años 70, 80 e incluso 90, la información era mucho menos inclusiva. Los medios de comunicación de entonces dejaban mucho que desear en términos de credibilidad. El público de estos tres países, especialmente el de más edad, tiene ahora una relación de amor-odio con las noticias.
Así que cuando surgen líderes populistas que atacan la credibilidad de las noticias y de los periodistas, eso daña realmente toda la credibilidad de las organizaciones de noticias al afirmar que los medios de comunicación son el enemigo número uno, como hacen muchos. Así que cuando el propósito es la búsqueda de información, la gente tiende a tener más credibilidad de la información que están recibiendo y por lo tanto conduce a un mayor consumo de noticias. Pero al mismo tiempo existe un entorno social en el que hay muchos actores que fomentan esta narrativa de desconfianza, por lo que se produce un gran declive de la confianza en las noticias.
LJR: ¿Cuáles son algunos ejemplos de medios de noticias nativos digitales en América Latina que están haciendo un buen trabajo construyendo puentes y consenso entre sociedades polarizadas?
VHJ: Hay muchos. Nexo, en Brasil, hace un trabajo realmente bueno. Ecofeminita, en Argentina, es una organización creada por mujeres que está teniendo mucho éxito a la hora de aportar una perspectiva más amplia.
La Pulla, [un programa satírico de opinión en YouTube] en Colombia, está tendiendo puentes entre distintos grupos de edad con su cobertura, y lo hace de forma consciente. Quieren incluir al público joven y lo consiguen. Se centran en contar sus historias con humor, de forma que atraigan tanto a los mayores como a los más jóvenes. A La Cola de Rata también le va bien con la inclusión de públicos de distintas edades, tanto con el humor como con las diferentes narrativas.
También en Colombia, La Silla Vacía es otro ejemplo de inclusión de las voces de mujeres en la información sobre cuestiones de poder. Hice un estudio con los comentarios de su audiencia y encontré pruebas empíricas de la creación de consenso entre hombres y mujeres.
Hay muchos ejemplos de medios que se enfocan en un nicho de audiencia, pero que tienen el potencial de ser un puente entre diferentes audiencias.